Hola chamigos aquí
me siento con el alma llenita de buenas vivencias acompañada por mi fiel mate
amargo, mientras suena de fondo un chamame que de la mano de mi Sole de
Arequito se me antoja aún más sentido por la forma que lo entona mi cantora.
La historia que
les traigo hoy es un nuevo destino, en mi Corrientes porá, como decimos acá, y
me lleva a Goya, los pagos de Gisell, Normita y Fabricio, que esta vez hicieron
de anfitriones y han superado una vez más
las expectativas ya que nos han hecho sentir
como en casa.
El antes de las giras es siempre motivo de
anécdotas y de corridas pues nosotros no
somos gente que hace las cosas fáciles doña
vió?
Así que nos complicamos la vuelta para poder
girar todos juntos, y ahí está el, siempre Jorge haciendo malabares para
juntarnos.
Este viaje contó con
un cómplice especial y que ya es parte del grupo pues, don Antonio y su Willy
Bus en cualquier momento estrenan carnet de ACV LITORAL, y como en Cosquín volvimos a viajar con su equipo y pudimos concretar
algo que a mi particularmente me llena el corazón porque si hay algo que yo
disfruto de las giras es el viaje de ida, donde vivimos el espíritu mismo de un
pre recital de Sole.
Y es que en el
camino de ida te vas encontrando con esos abrazos que arman todas tus
partecitas rotas, y en el aire sobrevuela esa magia especial que cobra vida
cada vez que nos juntamos en un destino siguiendo a la chica que revolea el
poncho.
Así se siente
chamigos cuando vamos encontrando amigos viajando, y así paso esta vez, pues
partimos de mi lugar en el mundo, una ansiosa Yanina que volvió a rescatar el
famoso silbato que nos acompaño en Cosquín y que significaba que nadie dormiría
en el trayecto, Yamila que se sumo esta vez, y dos nuevitos locales , Nahuel y Ángel,
nerviosos supongo yo, por la expectativa que genera conocer al fin ese mundo
loco que pocos entienden y que nos lleva a Jorge y a mí a arrimar
kilómetros lejos
del pueblo siguiendo una pibita que revolea el poncho hace mas de 20 años.
Explicarles lo que
siento cada vez que viajo es imposible chamigos, como no sé explicar o poner en
palabras lo que sentimos cada vez que sabemos que vamos a ver a Sole, quizás si
les digo que en cada encuentro renovamos un pacto de amor con esa niña de
pueblo que va mas allá de toda lógica y razón puedan entender, por eso cuando
nos preguntan porque la seguimos a todos lados nosotros nos miramos con Jorge y
decimos a coro: para entenderlo tenés que vivirlo, y así seguimos sumando locos lindos a nuestro andar.
En Curuzú Herminia esperaba
desde temprano y cuando subió ella trajo consigo la simpleza y la alegría
genuina de una piba que cada vez que me la cruzo me despierta esas ganas de no
dejarla más, Herminia es una mina de pueblo, de palabra o de ley como decimos
acá y compartir con ella un viaje es un gustazo siempre.
Mercedes me tenía
reservada la locura linda y necesaria de una Romy que yo quiero tanto, porque
con mi amiga todo es así, ambas necesitábamos de un viajecito de esos que nos
ponen pilas de las buenas y nos alegran el corazón . Y así
viajamos, mezcla de locura e inocencia entre los que somos viajeros y
los nuevos unidos por esa magia que
cobra vida sin que nada ni nadie pueda detenernos. En Goya con los locales , más Debby y su
amiga íbamos a decir equipo completo los ACV LITORAL de la parte correntina.
Párrafo aparte
siempre para los que no van pero nos dejan sus buenos deseos, hablo de las Andrea, de Maru, de Steffy, de
Jole, Agus, Pía y sus palabras que para mí son cábala ya…y de todos en general.
Para todos este fue un recital diferente, nos encontró en etapas distintas de
la vida en comparación con la última vez que viaje , por eso este no era un
recital mas para todos, desde Jorge que viaja nervioso y pendiente de cada
detalle hasta los chicos nuevos que vivirían por primera vez esa locura linda
que llamamos Soledad..
Llegar , abrazar bien
fuerte a Gisell, Normita, Oscar, Debby , Fabri y los demás es otra yapita
que me pone pilas de las buenas, y es
que es como si los hubiese visto ayer nomas, mezcla de alegría, sonrisa franca
y emoción por lo que vendrá que siempre me trae el reencuentro con amigos.
Soledad hace su
entrada casi puntual, y a mí como cada vez que siento los acordes del inicio,
el alma se me quiere salir del pecho , y la sangre me cosquillea, porque la
espero, porque la disfruto, porque la extraño y porque en el sonido de su voz
me pierdo sin prisa ni calma y me transporto a un mundo mágico donde solo
existimos mi cantora y yo.
Desde ese momento
somos uno solo, unidos por el mismo sentimiento, y cada estrofa nos arranca un
sentimiento diferente, y es ahí donde yo me detengo a observar cada rostro,
cada expresión, como si fuera el más preciado tesoro.
Es hermoso mirar a
mi derecha y ver a una Herminia cantando y saltando junto a Gisell y sus pilas
interminables, detenerme en la locura de Yani, Oscar y Debby que suelen ser los más ruidosos, o mirar en
primera fila ese momento mágico en que Romy se envuelve en ese ritual con su
cantora y su ángel guardián y solo deja
ver una sonrisa inmensa y unas lagrimas que salen sin pena dejando ver una
partecita de lo que está sintiendo mi amiga en ese momento.
Yo dejo salir mi alma
libre en este show, paso por todos los estados, desde la locura de un
mix hasta la ternura infinita y la emoción que me provoca un chamamecito de
esos lentos que solo ella canta de esa manera y que me hace buscar la mirada cómplice
de mis amigos; justo ahí suelo buscar a
Jorge o a Romy; y ese “ cómplices las miradas para hablarnos sin decir” es más
real que nunca
El show es impecable
como siempre, y no nos defrauda…en un instante miro hacia atrás y veo a Fabri,
concentrado, y serio, lejos de la locura que teníamos nosotros, pero no menos
emocionado que los que saltábamos y bailábamos como locos, porque a kilómetros
se notaba, mientras cantaba religiosamente cada tema, como se perdía en ese
mundo mágico en el que entramos todos en un instante, ahí donde conectamos con
la piba de Arequito y renovamos ese pacto de amor que traspasa fronteras y
tiempo.
O tuve el inmenso
regalo de ver la complicidad de Normita y Gisell sin palabras, solo con mirarse. Yo les llamo “recolectando momentos” a esas
pinceladas, y me las guardo celosamente, mientras en mi cabeza empiezan a
girar, cual genia loca las palabras para contarles a ustedes.
Extrañe a Pia esta
vez, de manera diferente, pues una foto que le envie despertó en ella un asomo
de nostalgia y en mi un tropel de
recuerdos lindos compartidos con mi amiga curuzucuateña, también vino a mi
mente una charla en Rosario, después de aquel mítico Arequito con los papas de
Agustina, mate de por medio y analizando esta locura linda que nos hace
recorrer kilómetros, y que no parece tener fin, pero que nos deja a todos con
el corazón lleno después de un destino más juntos.
Mientras escucho de
fondo “Apurate José”, voy armando en mi cabecita mi próxima historia, los
abrazo fuerte hasta la próxima y el gracias enorme esta vez es para los
locales: NORMITA; GISELL Y FABRICIO, por la predisposición, por el abrazo
genuino de bienvenida, y el “hasta pronto” con todas las ganas con las que nos
despedimos esa noche.
Los
abrazo hasta el próximo encuentro chamigos!
Betty Mocoretá, Corrientes