miércoles, 3 de mayo de 2017

El diario de una gitana: hoy los pagos de Gisell, Normita y Fabri


    Hola chamigos aquí me siento con el alma llenita de buenas vivencias acompañada por mi fiel mate amargo, mientras suena de fondo un chamame que de la mano de mi Sole de Arequito se me antoja aún más sentido por la forma que lo entona mi cantora.
     La historia que les traigo hoy es un nuevo destino, en mi Corrientes porá, como decimos acá, y me lleva a Goya, los pagos de Gisell, Normita y Fabricio, que esta vez hicieron  de anfitriones y han superado una vez más las expectativas ya que nos han hecho sentir  como en casa.
     El antes de las giras es siempre motivo de anécdotas y de corridas pues nosotros  no somos gente que hace las cosas fáciles doña  vió? 
       Así que nos complicamos la vuelta para poder girar todos juntos, y ahí está el, siempre Jorge haciendo malabares para juntarnos.
 Este viaje contó con un cómplice especial y que ya es parte del grupo pues, don Antonio y su Willy Bus en cualquier momento estrenan carnet de ACV LITORAL, y como en Cosquín  volvimos a viajar con su equipo y pudimos concretar algo que a mi particularmente me llena el corazón porque si hay algo que yo disfruto de las giras es el viaje de ida, donde vivimos el espíritu mismo de un pre recital de Sole.
  Y es que en el camino de ida te vas encontrando con esos abrazos que arman todas tus partecitas rotas, y en el aire sobrevuela esa magia especial que cobra vida cada vez que nos juntamos en un destino siguiendo a la chica que revolea el poncho.
  Así se siente chamigos cuando vamos encontrando amigos viajando, y así paso esta vez, pues partimos de mi lugar en el mundo, una ansiosa Yanina que volvió a rescatar el famoso silbato que nos acompaño en Cosquín y que significaba que nadie dormiría en el trayecto, Yamila que se sumo esta vez, y dos nuevitos locales , Nahuel y Ángel, nerviosos supongo yo, por la expectativa que genera conocer al fin ese mundo loco que pocos entienden y que nos lleva a Jorge y a mí a arrimar
kilómetros lejos del pueblo siguiendo una pibita que revolea el poncho hace mas de 20 años.
 Explicarles lo que siento cada vez que viajo es imposible chamigos, como no sé explicar o poner en palabras lo que sentimos cada vez que sabemos que vamos a ver a Sole, quizás si les digo que en cada encuentro renovamos un pacto de amor con esa niña de pueblo que va mas allá de toda lógica y razón puedan entender, por eso cuando nos preguntan porque la seguimos a todos lados nosotros nos miramos con Jorge y decimos a coro: para entenderlo tenés que vivirlo, y así seguimos sumando  locos lindos a nuestro andar.
  En Curuzú Herminia esperaba desde temprano y cuando subió ella trajo consigo la simpleza y la alegría genuina de una piba que cada vez que me la cruzo me despierta esas ganas de no dejarla más, Herminia es una mina de pueblo, de palabra o de ley como decimos acá y compartir con ella un viaje es un gustazo siempre.
  Mercedes me tenía reservada la locura linda y necesaria de una Romy que yo quiero tanto, porque con mi amiga todo es así, ambas necesitábamos de un viajecito de esos que nos ponen pilas de las buenas y nos alegran el corazón .  Y así  viajamos, mezcla de locura e inocencia entre los que somos viajeros y los nuevos  unidos por esa magia que cobra vida sin que nada ni nadie pueda detenernos.  En Goya con los locales , más Debby y su amiga íbamos a decir equipo completo los ACV LITORAL  de la parte correntina.
  Párrafo aparte siempre para los que no van pero nos dejan sus buenos deseos,  hablo de las Andrea, de Maru, de Steffy, de Jole, Agus, Pía y sus palabras que para mí son cábala ya…y de todos en general. Para todos este fue un recital diferente, nos encontró en etapas distintas de la vida en comparación con la última vez que viaje , por eso este no era un recital mas para todos, desde Jorge que viaja nervioso y pendiente de cada detalle hasta los chicos nuevos que vivirían por primera vez esa locura linda que llamamos Soledad..
  Llegar , abrazar bien fuerte a Gisell, Normita, Oscar, Debby , Fabri y los demás es otra yapita que  me pone pilas de las buenas, y es que es como si los hubiese visto ayer nomas, mezcla de alegría, sonrisa franca y emoción por lo que vendrá que siempre me trae el reencuentro con amigos.
    Soledad hace su entrada casi puntual, y a mí como cada vez que siento los acordes del inicio, el alma se me quiere salir del pecho , y la sangre me cosquillea, porque la espero, porque la disfruto, porque la extraño y porque en el sonido de su voz me pierdo sin prisa ni calma y me transporto a un mundo mágico donde solo existimos mi cantora y yo.
   Desde ese momento somos uno solo, unidos por el mismo sentimiento, y cada estrofa nos arranca un sentimiento diferente, y es ahí donde yo me detengo a observar cada rostro, cada expresión, como si fuera el más preciado tesoro.
   Es hermoso mirar a mi derecha y ver a una Herminia cantando y saltando junto a Gisell y sus pilas interminables, detenerme en la locura de Yani, Oscar y Debby  que suelen ser los más ruidosos, o mirar en primera fila ese momento mágico en que Romy se envuelve en ese ritual con su cantora y su ángel guardián  y solo deja ver una sonrisa inmensa y unas lagrimas que salen sin pena dejando ver una partecita de lo que está sintiendo mi amiga en ese momento.
   Yo dejo  salir mi alma  libre en este show, paso por todos los estados, desde la locura de un mix hasta la ternura infinita y la emoción que me provoca un chamamecito de esos lentos que solo ella canta de esa manera y que me hace buscar la mirada cómplice de mis amigos; justo ahí suelo  buscar a Jorge o a Romy; y ese “ cómplices las miradas para hablarnos sin decir” es más real que nunca
  El show es impecable como siempre, y no nos defrauda…en un instante miro hacia atrás y veo a Fabri, concentrado, y serio, lejos de la locura que teníamos nosotros, pero no menos emocionado que los que saltábamos y bailábamos como locos, porque a kilómetros se notaba, mientras cantaba religiosamente cada tema, como se perdía en ese mundo mágico en el que entramos todos en un instante, ahí donde conectamos con la piba de Arequito y renovamos ese pacto de amor que traspasa fronteras y tiempo.
   O tuve el inmenso regalo de ver la complicidad de Normita y Gisell sin palabras, solo con mirarse.  Yo les llamo “recolectando momentos” a esas pinceladas, y me las guardo celosamente, mientras en mi cabeza empiezan a girar, cual genia loca las palabras para contarles a ustedes.
  Extrañe a Pia esta vez, de manera diferente, pues una foto que le envie despertó en ella un asomo de nostalgia y   en mi un tropel de recuerdos lindos compartidos con mi amiga curuzucuateña, también vino a mi mente una charla en Rosario, después de aquel mítico Arequito con los papas de Agustina, mate de por medio y analizando esta locura linda que nos hace recorrer kilómetros, y que no parece tener fin, pero que nos deja a todos con el corazón lleno después de un destino más juntos.
  Mientras escucho de fondo “Apurate José”, voy armando en mi cabecita mi próxima historia, los abrazo fuerte hasta la próxima y el gracias enorme esta vez es para los locales: NORMITA; GISELL Y FABRICIO, por la predisposición, por el abrazo genuino de bienvenida, y el “hasta pronto” con todas las ganas con las que nos despedimos esa noche.
                                                  Los abrazo hasta el próximo encuentro chamigos!


                                                                                                                 Betty Mocoretá, Corrientes