sábado, 14 de noviembre de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE SILVIA, DE MOCORETA AL MUNDO Y SIN ESCALAS

 

Buenas y santas saluda un paisano de pueblo que alegra mis días y se ha transformado junto al paisaje soñado del que disfruto a diario, en mi compañero incondicional cuando me siento  a teclear historias de por ahí.

Generalmente cuando escribo mis líneas, los protagonistas suelen  compartir un mismo sentimiento al momento de transmitírmelas, y que tiene que ver directamente con un viaje al baúl de los recuerdos, esos que solemos guardar celosamente en nuestro corazón y no dejamos ver a cualquiera. Pero esta vez, quien realizó un viaje  través del tiempo fui yo, pues la protagonista de mi blog trae historia de pueblo, de adolescencia compartida conmigo, de épocas de secundaria donde nuestra única preocupación era para estas épocas, no llevarnos tantas materias, o ver que nos íbamos a poner el sábado para ir  bailar.


Silvia, mi protagonista, compartió conmigo mi época de secundaria, allí donde soñábamos tan alto que nuestros sueños se nos volvían efímeros pero no imposibles. Entonces de repente me encuentro en esos años, con nuestros 16 o 17 años, jóvenes, idealistas, rebeldes y con ganas de romper con todos los esquemas: así nacía la Vigésima Agrupación, y así éramos nosotros.

Y ella estaba entre las que no se detenía ante nada, pues así era Silvia y ese espíritu libre que en esa época ya tenía. Piba soñadora, de carácter firme pero con una dulzura que contrastaba para que se forme el equilibrio ideal. Silvia en esa época era la que se sumaba, la que trabajaba a la par de todos y la que siempre estaba sonriente. No tengo una imagen de ella triste, o seria.

Y un día decidió que iba a volar aún más allá de sus sueños, y que los perseguiría aunque eso implicara irse al otro lado del mundo. Así arranca su historia, después de haber terminado el colegio, con su mochila cargada de sueños y miedos, pero con la convicción intacta de lo que quería. Buenos Aires y su inmensidad fueron el primer escalón a lo que hoy es su vida fuera del país. Cuando la escucho evocar aquellos días, su voz denota nostalgia, de esa que a veces duele, pero también la firmeza de quien no se dejaría vencer ante el primer obstáculo. El primer año fue duro, difícil, pero de a poco todo se fue acomodando. Me cuenta que en su trayecto diario pasaba por un edificio muy lindo, por Avenida Córdoba, donde veía entrar y salir gente con instrumentos, lo que sumado al pedido de Cristian Toso, que es otro de los talentos que tenemos en el pueblo, para que se anime a cantar algunas canciones con su banda, despertó en ella esas ganas de ir un poquito más allá. Y se animó a inscribirse a cursar guitarra clásica. La música sana ya lo sabemos, así que ese nuevo pasó en la vida de Silvia, término de curar el dolor por el desapego y el extrañar la vida de pueblo. La crisis del 2001 complico las cosas en el laburo, lo que obligó a cambiar de rumbos. Es aquí donde vuelvo a coincidir con ella y su estilo de vida pues soy una convencida de que somos seres expertos en renacer de las cenizas. Algunos cuando las cosas van mal, dejan de intentar, o dirigen la ira al lugar equivocado, en fin, se transita como se puede. Pero Silvia no es de las que se acobardan ante un tropiezo, así que un mal trago fue lo que la impulso a emigrar del país. España apareció por obra del destino, y aquí comienza una nueva etapa que aun hoy no escribe su final. Se despidió en cuotas, de los suyos acá, para atenuar la tristeza que sabía iba a generar en sus seres queridos. 

Barcelona, la recibió con los brazos abiertos, y permaneció 10 años allí. Mientras tanto fue tramitando la ciudadanía en Italia que le llego un tiempo después. Una vez que la obtuvo, volvió a inscribirse en el conservatorio de música. La guitarra, un luthier, el amor y otras yerbas como decimos acá, hicieron de las suyas para que Silvia arme de nuevo las valijas y se mude a Italia. Eso trajo la posibilidad de poder fabricar su propia guitarra entre otras cosas. Pero su destino estaba sellado en Barcelona, así que un día pego la vuelta otra vez, con ese espíritu viajero que tiene, pues allí la esperaba su pasaporte al que hoy, es su domicilio actual: Alemania. Que no es ni más ni menos que el amor en su más pura expresión, razón por la cual los detalles no hacen falta me dice Silvia y yo coincido con ella.

Milán le dio posibilidad de cantar en la calle, permiso previo, de la mano de un amigo, lo que le permitió vencer el miedo a enfrentarse al público, experiencia que volvió a repetir en Barcelona, cantando en el subte. Una de las experiencias más lindas relata Silvia. De esas que vale la pena recordar.

Esta pandemia la sorprende en Alemania, donde vive actualmente. Su romance con la música aún se conserva intacto, y es parte cotidiana de su vida. Silvia tiene una de las voces más lindas que escuche, y entona acompañada de su guitarra unas zambas increíbles que suele compartir con quienes la extrañamos por acá. Formar su propia banda es una materia pendiente que tiene en su vida. Y conociéndola seguramente lo va a lograr en algún momento.

Silvia viene al país cada dos años, y es el momento en que todos modificamos la agenda para poder verla, en las reuniones de la Vigésima.

Me habla del desarraigo, de extrañar sus orígenes, sus afectos, esa niñez de pueblo que vuelve una y otra vez a su corazón. De esa alegría contagiosa que despierta cada vez que pega la vuelta a Mocoretá.

El  amor es libertad dice Silvia, mientras se emociona al hablar de sus papas, quienes extrañándola tanto, son sus primeros cómplices a la hora de alentarla a volar. Entonces recuerdo una frase que estaba impresa en una foto de cuando nos recibimos, que nos regaló Silvia como recuerdo, y que decía: Me enseñaron a mover una pluma, para que hoy abra mis alas y aprenda a volar. Por algún lado conservo guardada esa foto todavía junto a las de Bariloche y esas épocas en que no nos importaba nada más que la vida simple de nuestro lugar en el mundo.

Mientras escribo su historia intercambiamos mensajes, y me sorprende una vez más con esa alegría genuina que suele tener Silvia, pues me invita a coordinar, mates virtuales de por medio para pulir algunos detalles de su relato. Así que de la mano de la tecnología, ella en Alemania y yo en Mocoretá, mateamos virtualmente mientras charlamos de todo un poco. En esa charla pasamos por todos los estados, desde emocionarnos con algún recuerdo hasta reírnos sin parar por alguna anécdota de esas épocas en que éramos la rebeldía pura. Mientras me habla, yo que suelo mirar un poquito más allá, observo su expresión a la hora de hablar de los suyos por ejemplo, y si bien en ningún momento pierde esa sonrisa contagiosa, de a ratos me regala esos silencios que dicen más que mil palabras; yo desde este rincón del mundo, acompaño esa sensación suya agradecida mientras la veo perderse en esa nostalgia linda que provoca hablar de los que uno quiere. Su historia, al igual que las que suelo volcar en mis líneas me transporto a un viaje, 20 años atrás más o menos, razón por la cual, mientras disfruto de un paisaje soñado en el patio de casa, simplemente me dejo llevar por esa sensación bonita de una charla que sin duda alguna logro algo que si lo planeamos no nos salía tan bien, pues por un rato, Silvia y yo estamos en el mismo lugar, acá, donde todo comenzó hace ya muchos años y donde de repente volvemos a ser adolescentes rebeldes sin causa que solo querían llevarse el mundo por delante. Usando una metáfora le propongo un juego utópico acerca de que se llevaría  a una Isla desierta si pudiera. Su respuesta tenia múltiple choise, pero antes de que ella me respondiera supe que me diría ¿y saben porque? Una vez oí sabiamente a alguien que quiero mucho dejarme un lindo legado, que habla de no perder nunca tu esencia, de llevar y contar con orgullo a quien quiera oírte que venís de un pueblito pequeño, que apenas está en el mapa, pero que guarda los momentos más lindos nuestra niñez y adolescencia. Silvia tiene más km recorridos que años de vida alrededor del mundo, pero aun así no se olvida de sus orígenes, de ese pueblito que la vio nacer y que la espera siempre para regalarle esa paz que tanto ama. Entonces cuando me dice que de todo lo que podría llevarse ella elige a las personas que ama, yo no me sorprendo, pues así fue siempre esta piba mocoretaense que conserva intacto ese espíritu inquieto que la llevo por lugares que ni siquiera hubiera imaginado. No importa que tan lejos este, ella lleva a los suyos por donde quiera que va. Podría agregar mil detalles de su vida viajera ,la de mi compañera de la Vigésima, tengo guardados en mi corazón los más lindos recuerdos de esa época, pero esta vez me los guardo, para cuando vuelva a pegar la vuelta y nos sentemos, cervecita de por medio, como cada vez que ella vuelve al pueblo y nos volvamos a ver. Hoy, al igual que muchos hijos de este pueblo, su vida transcurre en otro país, en Alemania, más precisamente, y se nos antoja lejísimos, allí sigue buscando incansablemente sus sueños y no descansa en su andar. Pero cada vez que cruza el puente que divide Entre Rios con Corrientes, todo vuelve a empezar, sus afectos la esperan con la misma alegría de siempre, sus amigos la reciben como si la hubieran visto el día anterior, y las callecitas de Mocoretá guardan fielmente cada experiencia vivida, listas para que cuando ella desande el camino, las pueda volver a encontrar. Sus papas esperan ansiosos su regreso, como cada vez saben que ella va a volver; saben que su vida hoy está en otro lado, pero hay una cosa que no cambia, aunque hayan pasado más de 20 años. Y es que Silvia, cada tanto,  vuelve donde todo comenzó una vez. Aquí duerme esa niña de pueblo que soñaba con conquistar el mundo y que cada vez que nos visita, vuelve a cobrar vida cuando se pierde segura en los brazos de sus papas. Yo me la voy a encontrar, y la rutina se va a volver a repetir una vez más; la voy a ver llegar sonriente, me va a mirar, me va a saludar con esa alegría genuina que solo tiene aquel que le da gusto verte, y que no le sale disimular. Y otra vez vamos a repetir una noche que solo sucede una vez al año, y de la que todos nos gusta disfrutar: el reencuentro anual con los pibes de la Vigésima.

De acá se lleva las pilas bien cargadas, me cuenta, acá el  corazón se nutre del amor más puro y bueno, el de los afectos de siempre, el que la acompaña en su andar. Acá deja reposar su alma dice Silvia y ya lo creo que es así. Esta vez la música que me acompaña al azar mientras me despido hasta una próxima historia es una zamba que entona una cantante de voz dulce, que me lleva a cerrar los ojos y perderme en un montón de recuerdos de ayer. Gracias Silvia por esa versión tan linda de “Zamba para olvidar”, que me emociona, me hace llorar de alegría y nostalgia por aquellas épocas que ya no volverán pero que me van a acompañar hasta el último de mis días. Yo me quedo aquí perdida en mis recuerdos, de esos bonitos, de esos que te llenan el alma y la hacen cantar.

                                 HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA CHAMIGOS

                                                 BETTY DE MOCORETA CORRIENTES

domingo, 4 de octubre de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY NOSTALGIAS DE POR ACÁ Y ALLÁ.

 

Buenas y santas saluda un paisano  que hoy en este día lluvioso reza un chamamecito de esos que te llegan directamente al corazón chamigo y que me hacen distraerme escuchándolo mientras, un nudo en la garganta que me arranca una lágrima que brota desde lo mas profundo de mi alma , no me deja hablar, entonces es que cierro mis ojos y solo me dejo llevar. Bajo el cielo de Mantilla cantado por ella, suena mientras yo me transporto mágicamente a ese pueblito hace un tiempo atrás, cuando tuve la posibilidad de estar y sentir la magia de ese cielo tan claro de Mantilla.

 Épocas raras, como estas, las que nos toca vivir, y como nos pasa a todos, cuando se acerca alguna fecha importante en la que Soledad nos convoca a todos y solemos hacer esas peregrinaciones locas para llegar donde ella se le ocurra cantar, caemos presos, de pronto, de una ansiedad que solo quien conoce nuestro mundo llega a entenderlo en profundidad. “Te extraño chamiga”, me suelta Villaguay, mientras yo sonrío y le respondo que me pasa lo mismo, que en estas épocas es tan necesario ese abrazo sentido que me da mi amiga cada vez que me ve, mientras me pide que me haga esos amargos míos que compartimos junto a la dulce Lucy en algún viaje. Y como si la hubiera visto ayer nos ponemos a charlar virtualmente, pero no menos emocionados que si el encuentro fuera personalmente, porque yo la siento tan cerca de mí, como ella a mi recordando algún recital o un gesto que alguna de las dos ha tenido con Soledad. Mientras charlo con ella, se me viene a la mente San José y un recital que difícilmente olvide, pues en un momento tuve la posibilidad de entrar a saludar a Soledad, pero muchos de los que estaban ahí, tuvieron que quedarse afuera, y mientras entraba al predio, de repente la miro a Jole, que me mira y me da el cd de los 20 años, sin necesidad de palabras, yo sabía lo que tenía que hacer. Y la alegría que tenía mi amiga cuando Sali con su pedido cumplido fue un hermoso regalo que no me lo olvido más. Así es Villaguay, mina simple y derecha como pocas.

 Soledad tiene por estos días un disco nuevo, y eso nos tiene a todos bastante alterados, esperando el Movistar Arena 2020, este año, en forma virtual, y con todos en fila uno ansiosos por acompañar a esta gringa santafesina que nos ha hecho viajar por tantos lados encantados por el sonido de su voz. Las sensaciones son por demás diferentes, dice el gran Silvio de Buenos Aires, con el que últimamente venimos charlando asiduamente, perdidos en miles de recuerdos y anécdotas compartidas. Es tiempo de agradecer, de devolverle a Sole toda esa alegría que nos contagió a través de tantos años con su música, por eso, este recital es un compromiso de todos para con ella, esta vez nos necesita mas cerca que nunca, y ahí vamos a estar, porque como dice mi amigo misionero, “Soledad no abandona a su gente”, y sus luces tampoco a ella. Gisell, la gringa de Goya que es cómplice inevitable junto a Normita de cada gira nuestra y yo estamos súper sensibles también, nos extrañamos, recordamos y volvemos a ver incontables veces esos recitales que vivimos juntos y que tanta falta nos hacen. Y de pronto nos gana la nostalgia, esa sensación de querer viajar a cualquier destino, no importa el frio, las horas sin dormir, los miles de km. Y trasbordos que tengamos que hacer para llegar. Para nosotros lo único importante es ver a Soledad. Fabri mi querido amigo docente, también es parte de esta nostalgia que nos tiene a todos muy cerca últimamente salvando las distancias, porque de pronto, es necesario el abrazo con el que te reciben los que van llegando antes a destino, mientras la alegría se va contagiando sin parar, señal de que vamos a vivir una de esas noches mágicas a las que nos tiene acostumbrados la piba de Arequito que tanto amamos. Fabricio extraña ver a Sole, tanto como nosotros, y su música por estos días esta mas presente que nunca, en nuestra vida cotidiana. Y es normal quedarnos charlando largo rato también mientras nos dejamos ganar por los lindos recuerdos.Son días raros, chamigos, déjenme decirles, la pandemia nos obligó a frenar, a entender, a mirar la vida desde otra perspectiva, y en mi caso también a mirar hacia atrás y darme cuenta de la inmensidad de lo vivido junto a mis amigos y a quienes conocí en mis viajes detrás de la Sole. La pucha que anduve, viví, soñé, llore, reí, y lo que me queda aún por andar. Ya no voy a dejar de viajar detrás tuyo gringa bonita que me haces tan bien el alma. Eso lo tengo clarísimo. Como así también tengo la certeza de que ese amor incondicional que te tenemos hace tanto va a perdurar por siempre, porque nos haces falta, porque cantas para nosotros, y porque en cada encuentro renovamos un pacto de amor, y sobrevuela esa magia que cobra vida cada vez que nuestras miradas coinciden, sellando un amor que no conoce de fronteras ni tiempo.

Te esperamos ansiosos Soledad, este 12 de Octubre, como cada cumple tuyo, va a ser especial, y las luces que te queremos tanto, allí vamos a estar, porque nos necesitas, porque nos alegras el corazón cuando cantas, porque así está escrito en algún lado que esto debía pasar.

  Yo, me despido, esta vez, como otras tantas, con lágrimas que me salen desde el alma, mezcla de tristeza, y nostalgia, mientras suena bajito, un chamame de mi tierra, y escucho al pai Julian Zini recitando junto a mi Sole de Arequito.

                                         Hasta la próxima chamigos!

                                                  Betty de Mocoreta Corrientes

jueves, 10 de septiembre de 2020

ES ORO LA AMISTAD QUE NO SE COMPRA NI VENDE: HOY MI AMIGO DAMIAN

 

Buenas y santas , saluda el paisano que alegra mis días, y quien me trae historias de por aquí nomas , ya que en tiempos de pandemia, de pronto nos vimos encerrados en nuestros lugares, sin poder andar. Pero fijese usted la suerte mía pue chamigo: el lugar que me toco a mi, es soñado y no me pesa , pues tan solo me basta mirar a mi alrededor para encontrarme con todo aquello que me rodea y me hace tan feliz.China con suerte diría alguien por ahí, pues entre esa fortaleza que me rodea, me protege y me roba sonrisas por doquier, está mi amigo Damian: el pibe que me da esos abrazos que me reinician y juntan cada una de mis partecitas rotas.


Gaucho de ley, como los que tengo en mi vida, tipo sencillo, buena gente y con unos valores increíbles que a mi me gusta compartir y contar a quien me quiera escuchar. Para Damian no hay grises, la vida es en blanco o negro, y es así nomas. Los colores que le suele poner es de puro pícaro nomas. Pero si mi amigo te dice : voy, es porque va a llegar.Cada uno de mis amigos tiene una característica que los hace únicos en mi vida, y cumplen esa función al pie del cañón, razón por la cual permanecen y no les hace mella el paso del tiempo.

Damian es el de los abrazos interminables, cuando mas los necesitas, es quien se alegra cada  cada vez que tengo algún logro, y esta pendiente hasta que no me ve llegar al final. Es quien se sienta al lado mio y me ve llorar, me abraza y me dice las palabras justas, pero al mismo tiempo me reta y me  reta, porque no le hice caso, porque no lo quise escuchar.Nuestros amargos, son tradición, en cualquier lugar, y nos escapamos del mundo cada vez que nos sentamos a charlar. Con el me puedo reír libre, puedo ser esa bety sin filtro, puedo ser yo sin dudar.Y de repente me suena un mensaje a cualquier hora, diciéndome: hace mates, que ya estoy por llegar, como si adivinara que es el momento justo en que necesitaba escucharlo. Miles de veces he intentado que me cuente como hace exactamente para percibir esos estados míos, y suele mirarme sonriendo, mientras me dice que eso no me tiene que importar, mientras yo intento sin éxito que me diga, pero  no logro mas que miradas cómplices, un abrazo sin palabras, cuando me pongo pesada por preguntar.Mi amigo Damian es quien pelea desde que llega hasta que se va con doña Telma, pues parecen destinados a cruzarse por cualquier palabra, y se ponen a discutir como si fueran a arreglar el mundo esos dos nomas. Pero también es quien cuando necesito llevarla a algún lado y se me complica, no me pregunta si necesito, me dice quédate tranquila, yo llevo a tu mama. Y no se que pensaran ustedes pero cuando a alguien le nacen esos gestos de puro gaucho nomas, no hay mas remedio que brindarle la mas sincera amistad.

Por estos tiempos que corren, ambos venimos mas golpeados que de costumbre, y nos andamos encontrando un poco mas, ya sea a través de unos mates, a través de unas palabras por mensaje, o alguna que otra charla  en el camping cuando la ocasión lo amerita mas serio.

Mientras el tiempo va pasando, todo a nuestro alrededor cambia y sigue girando, la gente entra y sale de nuestras vidas, nos vamos poniendo mas viejos y ya de pronto nos pesan algunas cosas mas que otras. Sus niños crecen a la par de mi Nicolas, y la vida se va y se va. Seguramente el se va a seguir peleando con mama cada vez que lo vea llegar a casa, de puro gusto nomas, pero de algo estoy segura, y se que no va a cambiar, nosotros vamos a seguir siendo tan amigos como siempre, seguramente cuando algún gaucho me haga llorar, se va a venir enojado, me va a dar un sermón de esos que suele tener solo para mi parece, y después me va a dar uno de esos abrazos que yo tanto quiero y que suelen hacerme emocionar.

Asi es mi amigo Damian, gaucho de ley, de por acá. Y respondiendo a las inquietudes de porque en mis líneas aparece uno de mis amigos y no las personas de las cuales he venido hablando hace un tiempo, déjenme responderles con una razón muy simple: siempre escribo sobre gente que me he cruzado girando detrás de la sole, sobre los héroes sin capa que hoy nos cuidan sin cesar, pero esta pandemia me ha enseñando también una cosa muy importante que les quiero compartir, y es que en los momentos donde las papas queman, donde se terminan los recursos , donde las lágrimas te ahogan y ya de pronto no sabes que pensar, ahí están los amigos como Damian, de esos que no te fallan , que llegan sin preguntar, que te abrazan fuerte y sin decir palabras, y que no se van así nomás. ¿Y  que  soy una China afortunada? lo se, porque tengo su amistad, y es un lazo que por alguna razón, esta destinada a perdurar!Mientras por aca suenan bajito, los forasteros, como es costumbre...al azar.

 

                                   HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA CHAMIGO!

                                                                BETTY DE MOCORETÁ

                                                            

 

 

 

sábado, 8 de agosto de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY: DEBERIA SER LEY..




 

DEBERIAN SER LEY..

  Buenas y santas me dice el paisano que acompaña mis días en cuarentena pero que como aprendimos a adaptarnos el uno al otro, ahora solemos matear, a dos metros de distancia, cada cual con su mate, pero con la chispa y la confianza que te da compartir el mismo cielo que ambos amamos tanto: el de mi pueblo.Y en esas charlas, en el patio de mi casa que nos hace de escenario, surge una charla que me gustaría compartir con ustedes ya que ambos muy serios pues la ocasión lo amerita llegamos a la conclusión y le hemos puesto como título  “Deberían ser ley”.


Y es que deberían ser ley los abrazos que me da mi amigo Damian cada vez que lo veo, mientras charlamos sin duda de cualquier cosa, con tal de compartir un rato nomas, de puro cariño mutuo que es; para los demás; tan difícil de entender, y sin embargo para nosotros no es algo mas que la misma rutina de hace tantos años.

  Deberían ser ley las juntadas con los primos con las que crecí, y que hoy tanta falta me hacen, porque es donde vuelvo a ser aquella niña que jugaba con Magali, Nego o Nela, mientras un Yoni bebe ya pintaba para diablo en esa época. Es en esas comidas, donde surge esa linda unión que tenemos todos y que traspasa cualquier barrera, porque mientras compartimos un vino todo vuelve a ser como antes, nos reímos, soñamos, jugamos a ser filósofos, pero por sobre todas las cosas volvemos a ser lo que nos inculcaron doña Telma y Maria Teresa: PARA NOSOTROS NO SOMOS PRIMOS, PARA NOSOTROS SOMOS HERMANOS.

  Deberían ser ley los mates en el camping, mientras te perdes en la inmensidad de esos atardeceres mágicos que solo aqui existen, o las noches con ese cielo inmenso llenito de estrellas que desde el patio de mi casa se me antojan soñadas.

  Debería ser ley que exista un transporte super veloz que me transporte de un cerrar y abrir de ojos, donde están aquellos que están lejos y que extraño tanto. De esa manera me podría tomar unos mates con maga y contagiarme de esa paz que solo ella puede transmitirme, o pegarme una escapada hasta Escocia donde me espera la simpleza y el cariño de Vale, China y la dulce Ana que me reciben con la alegría de quien recibe a un ser querido y que cada vez que las veo logran algo que nadie puede hacer: DESCONECTARME POR COMPLETO DEL CELULAR.O de repente poder ver a mis amigas de Federacion, que traen alegría a mi alma. O pegarme una gira de esas que logran despertarme cosquillitas en la panza, porque sé que no solo voy a ver mis amigos de viaje, sino que voy a renovar un pacto de amor con una gringa santafesina que lleva más de 20 años y que me permitió conocer gran parte de mi lindo país.

  Deberían ser ley las risas y aventuras de mis sobrinos, cada uno de ellos con una macana diferente, porque así está escrito que debía ser y que me remota a cuando yo tenía su edad y de pronto andaba por el campo prendiendo fuego y haciendo campamento , gomera calzada en el cuello, o corriendo en la canchita con los primos y mis hermanos como uno más.

  Deberían ser ley las charlas con Carlos, de esas que extraño tanto, pues es allí donde surge esa amistad que descubrí después de tanto pensar , molesta a muchos, pero que no suele importarnos mucho cuando, fernet de por medio, me cocina en su casa, mientras la charla pasa desde arreglar el país, recordar viejas anécdotas del pasado, o simplemente mirarnos y entendernos sin decir una palabra, mientras la rusa mira y sonríe cómplice porque sabe que no somos mas que dos viejos amigos con un puñado de historias vividas y más noches que la luna, y que hoy nos arranca una linda nostalgia cada vez que nos ponemos a recordar.

  Deberían ser ley los mates en la pieza de mi mama, todos sentados en su cama, o tirados por ahí , mientras la vemos coser , mientras nosotros la rodeamos y charlamos todos al mismo tiempo, pero juntos, como siempre.

 Deberían ser ley las historias que tiene mi papa para contar y que deja salir nostálgico mientras escucha sus infaltables chamames, con los que viaja de nuevo a esos días, y que hoy ando plasmando en palabras gracias a la complicidad de un viejo amigo que logro convencerlo de que su legado debe quedar plasmado en líneas, para que las futuras generaciones sepan quien fue el tordillo que ayudo a tanta gente, sin pedir nada a cambio, por el solo hecho de ser gaucho nomas.

   Deberían ser ley mas personas como mi amiga Ramo, que viene con ese desparpajo que solo tiene ella y saca la bety aventurera que hay en mí, mientras hacemos excursiones locas por los campos de mi lugar, jugando a que estamos explorando lugares lejanos, mientras nos reímos sin parar hasta que nos duele la panza.

   Deberían ser ley, los primos como Franco, que cuando lo necesito, o se me ocurre una loca idea de esas que tengo, el está, incondicional, como siempre, no importa que tan disparatada sea; Gold Silver, siempre está, y eso hace que yo lo quiera tanto como a sus hermanos.

  Deberían ser ley las charlas con la gente de mi pueblo, esas que disfruto tanto cada vez que me toca salir a hacer mandados y que hace que me demore más de lo normal, pues de repente me entretenga charlando con Piki, arreglando y ordenando este loco país que nos toca, para después quejarnos con alguna que otra novedad que sea la nota del día, porque si no analizamos el país, nosotros dos no tenemos paz parece, mientras me despido de el siempre peleando pues sabe cómo hacerme saltar la cadena.

   Deberían ser ley las andanzas de mi nieto, con esa rebeldía que lo hace tan parecido a mí, mientras le rompe las plantas a la abuela, al mismo tiempo le dice “Te amo” y nos derrite sin ninguna duda al instante y sin escalas. Gauchito risueño, cabezudo, que me tiene totalmente hechizada de amor.

   Deberían ser tantas cosas, y hoy me gana la nostalgia de tantos días de encierro y de incertidumbre, pero es así chamigo, la realidad es cada vez más difícil, y sé que vienen días duros, pero hoy, déjenme soñar un rato, con los míos, con los tuyos, pero soñar al fin, mientras la Sole que tanto amo, me canta bajito "compadre que tiene el vino".PORQUE DEBERÍA SER LEY SER FELIZ PORQUE SI NOMÁS!!

                                           UN ABRAZO CHAMIGO!

                                                      BETTY MOCORETA CORRIENTES

 

 

 

miércoles, 15 de julio de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY EL SUEÑO DE JOLE Y LUCY


Buenas y santas diría un paisano que por estas épocas ya se amoldo a mis habituales cambios de humor y cuentos, y que aprendió a cruzarse cuando me ve en mi patio, mate de por medio, con su equipo propio, respetando estas nuevas modalidades a las que nos vimos envueltos, y que tiene que ver entre otras cosas con que uno ande mateando juntos, pero a la vez separados. Cosas de épocas de pandemia vio, o cosas de este destino maula.
  El duende festivalero que suele traerme historias hoy me visitó contento y emocionado, porque cuando me trajo la que a continuación voy a contarles, dejo ver un bosquejo de esa sensación maravillosa que suele tener cada vez que yo logro arrancarle alguna lágrima.
 Las protagonistas de mi historia son dos pibas maravillosas que tuve la suerte de conocer hace algún tiempo, siguiendo a la Sole de Arequito que yo tanto amo. Jole o Villaguay como yo le digo, y Luciana, su inseparable compañera de vida. La primera desde el primer día me regalo esos abrazos que yo disfruto cada vez que coincidimos en algún destino, mientras a modo casi de orden me hace preparar mis infaltables amargos y se sienta a charlar como si nos hubiésemos visto ayer; y su compañera de vida llego a mí de la mano de mi amiga.

Por esa costumbre que tengo de andar mirando un poco más allá de una simple mirada, un día, sin querer las vi juntas, compinches, cómplices, unidas, ajenas a toda esta locura que aun hoy con tantos avances y logros, todavía de a ratos deja ver su lado más mezquino y oscuro, mezcla de racismo e ignorancia.
Esta es la historia de Jole y Luciana: dos chicas con una historia que comienza por allá en la escuela secundaria por el año 98 ,que cursaban su primer año de secundaria, entre timidez y vergüenza y que  apenas se saludaban. El amor entre chicas era tabú por esos tiempos… NO se hablaba de ello, era algo mal visto. Mientras tanto ellas siguieron su recorrido por la secundaria; se desencontraron; cada una hizo su vida entre algunos amores ingratos y para el olvido. Años más  tarde en Agosto de 2015 por casualidades del destino o causalidades, la vida les vuelve a dar una señal.Luciana se dirigía  por el centro por razones de su trabajo y la ve a Gisela (uniformada de policía) con su cara de recia pero a la vez con ternura, en un operativo de transito. Ese día, marco sin duda alguna el comienzo de una historia que aun por estos días no escribe su final y sigue sumando capítulos. Algunos bonitos y otros no tan agradables, pero siempre de la mano juntas.
Hoy en día las redes sociales ayudan a vincularse de una manera especial. Entonces, es cuando Luciana envía una invitación de Facebook a Jole. Charla va, charla viene, de a poco se fueron conociendo, se enamoraron y , al poco tiempo decidieron convivir, proyectar un camino juntas. Quienes conocemos a Jole sabemos que es sinónimo de aventuras detrás de la sole. Jole la llevaba a todo recital que podía a Luciana a tal punto que hasta fueron tras ella hasta Arequito, Luciana en una combi llena de fans de Sole cantando desde a Don Ata hasta revoleando el poncho todo el viaje. Para estas alturas Luciana, sonríe nostálgica y se pregunta, si esto no es amor verdadero seguramente se le acerca bastante.
 Pasaron  dos años de relación y deciden casarse un 15 de Diciembre del 2017. Hoy se cumplen 10 años desde que se promulgó la Ley de matrimonio igualitario en Argentina y se convirtió en el primer país de América Latina en reconocer el derecho a matrimonio entre personas del mismo sexo. Siguiendo con la historia, y felizmente casadas deciden agrandar la familia;el mayor sueño; que fue plasmado el día en que prometieron amarse. Ese sueño se logró a través de una inseminación artificial. Un día una jole emocionada me cuenta que voy a ser tía mientras una Luciana resignada suspiraba ante las innumerables mañas de mi amiga  tan pronto. Por estas cosas del destino que muchas veces nos golpea duro y sin aviso, ese porotito , como lo llamaron desde el principio, no pudo llegar a buen término y una vez más la vida las puso a prueba. Su amor fue la única fortaleza que tuvieron para sobrellevar esa gran tristeza que hasta hoy sienten. Pero sin embargo no bajan los brazos, y el amor entre ellas se fortalece día a día y no dejan de soñar con ese regalo que les permitan coronar una historia de amor de esas lindas que vale la pena detenerse y conocer. Para esta altura del relato me siento testigo privilegiada de poder formar parte de sus vidas. Cuando le pregunto a Lucy que mensaje quiere hacer llegar al mundo me dice que le gustaría que esta historia de amor llegue a las personas que no están seguras de jugarse por lo que realmente sienten y para aquellos que no entienden o comprenden el amor que pueden tener dos personas del mismo sexo. Se ilusiona con  que sigamos avanzando en una sociedad con más amor y menos prejuicios.
La yapita de este cuento es mi toque personal, y debo decirles que yo solo plasme las palabras de la dulce Lucy, ella, pensó cada palabra para contar su historia, y me hizo el camino más fácil pues sentí que me dejo ver el alma misma en su relato. Aquí no hubo que agregar casi nada, disfrute este relato en primera fila, absorta y pase por todos los estados. Me emocione con la ternura de Jole y esa inocencia de niña que a veces deja asomar, me reí con esa forma alborotada de arrastrar  a su compañera detrás de unos locos que seguimos a la sole por todos lados, y me deje llevar por el orgullo que me dio ver como Lucy cuida de Jole, incondicional, como pocas.
Siempre me considere una piba con suerte, seguramente voy a seguir andando y andando, pero de una cosa estoy segura; cada vez que tenga la suerte de cruzarme a estas dos pibas,sin dudar; me voy a detener a abrazarlas. Ojala y todos tengan la suerte de tener una Jole y una Lucy en sus vidas, créanme que vale la pena cruzarselas.
       Me despido hasta la próxima historia chamigos, con la promesa de una visita a Villaguay, y donde me espera un asado que dios mediante se va a dar en cualquier momento, mientras la sole suena bajito, entonando vivir es hoy en versión acústica, y de pronto recuerdo que es uno de los temas preferidos de mi amiga.
      
                                HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA CHAMIGOS
                                   BETTY DE MOCORETA CORRIENTES


jueves, 25 de junio de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE DORIS Y CORAZÒN DE MAMÁ



  Buenas y santas diría un paisano que me acompaña fielmente en estos tiempos raros que nos toca atravesar y que sin duda alguna lograron tocar muchas fibras de nuestro ser, para cambiar todo para mejor. Es por eso que la historia que les traigo hoy hace honor a su título y para empezarla decidí recurrir a su protagonista para musicalizarla. Así es entonces, que arranco mis líneas mientras suenan bajito los acordes de “Alvear musiquero” de la mano de don  Carlos Talavera con el Cuarteto Santa Ana de Ernesto Montiel.
   Doris, la creadora de un grupo pequeño que comenzó con otro nombre, y que hoy cuenta ya con una cantidad de miembros que por supuesto no recuerdo el número total, pero se, y me consta, que es un punto de encuentro de todos aquellos que compran, venden, y muchas actividades que se desarrollan en un marco de mucho respeto no solo de quienes intervienen sino también de quienes hoy lo administran. Doris es la creadora de “Corazón de Mamá”, mi vecina del fondo y una de mis más fieles lectoras.
   Su historia arranca en Alvear, hace 53 años que cuenta orgullosa, dueña de una niñez bonita de esas que te llevas para siempre, hija de Delia Méndez y Ramón Romero, cuenta que a los 12 años y por esas cuestiones de la vida que uno nunca entiende, luego de separarse sus papas, empezó una lucha muy grande en su vida, para salir adelante, para progresar, junto a sus hermanos. A los 16 años tuvo la dicha de ser mama de una princesa que vendría a su vida para darle una razón para vivir y hoy es su ángel guardián que acompaña cada paso que da desde algún lugar. Con el tiempo conoció al hombre que le dio cuatro hijos más, Analía, Fabio, Diego y Lucas. Detiene su relato y vuelve a sus días con sus hermanos siendo niña, en su pueblo, nostálgica, mientras me vuelve a reiterar que esa etapa aún sigue marcada a fuego en su corazón pues lo que vendría después no iba a ser nada fácil. Siguiendo a su compañero, llego a Mocoreta, con una mochila cargada de sueños, de  ilusiones;  y aquí es donde mi relato vuelve a detenerse, pues al escuchar sus próximas palabras, agradeciendo a quienes la ayudaron, quienes le dieron la oportunidad de salir adelante, quienes la adoptaron como familia como ella dice, y con quienes muestra un profundo agradecimiento; es donde se me forma un lindo nudo en la garganta, pues antes de que ella me diga los nombres de esas personas, yo sé que son nada más y nada menos que los dos pilares que guían mi fortaleza: mis papas.
    No es fácil seguir contando cuando alguien habla así de los que más quiero, pero tengo suerte chamigos, pues en cada 10 historias que escribo, en la mayoría encuentro una caricia al alma y un reconocimiento a mis queridos viejos y créanme que se me infla el pecho de orgullo pues me demuestran que una vieja teoría que dicen por ahí que los buenos héroes se mueren olvidados no es verdad, yo tengo la suerte de que cada una de las personas que ayudaron mis viejitos, la mayoría gente humilde y laburadora, no se olvida de esos gestos y lo cuenta cada vez que tiene oportunidad, como en este caso mi protagonista.

    Doris habla de las oportunidades en la vida, en el saber aprovecharlas, y trae a su relato a Don Catalino Avalos, un gaucho que le dio la oportunidad de empezar a recorrer un camino que hoy llena sus días de felicidad y que le permitió mostrar todo aquello que tenía guardado y que por estos días la hace tan feliz: su camino a la radio.
   Junto a el comenzó una linda etapa que tenía como objetivo difundir  el chamame tradicional nuestro, que por estos tiempos está siendo reemplazado por ese chamamé bailantero, y que sin desmerecerlo, está dejando atrás una época gloriosa nuestra que vale la pena rescatar.
    Doris, habla de mi pueblo como su lugar en el mundo, aquí donde nacieron sus hijos varones, mocoretaenses y tiene solo lindas palabras para este pedacito de tierra que ambas amamos tanto.
   Un día charlando con su hija Analía, una linda piba que hoy sigue los pasos de su papa y es policía, surge la idea de formar un grupo de personas en Facebook para ayudar, poder dar una mano, y con ello la posibilidad de brindar la oportunidad de una salida laboral para los que menos tienen. Así nace lo que hoy es “Corazón de Mamá”, lo que le permite hoy ayudar a quienes más lo necesitan, poder dar una mano y que hoy nos tiene a la mayoría de los que vivimos acá formando parte de él. Todo nació a modo sencillo, con ferias, trueques, y de a poco fue creciendo para tener hoy más de 15.000 miembros.
    En Corazón de mama las cosas están bien claras y definidas, el respeto, las buenas costumbres, son reglas fundamentales, como así también la ausencia de tintes políticos, religión, ni críticas a las personas, entendiendo que no todos pensamos lo mismo y que eso podía generar alguna que otra rispidez. Por estas épocas se hizo una excepción con el tema religión pues Doris dice que es en estos momentos donde se nos hace necesario, ya que es lo único que nos va a a ayudar a salir adelante: nuestra fe.
   Tampoco se permite la comercialización de animales, ni la compra o venta de medicamentos, la primera por no parecerle justo, y la segunda por que como ella dice zapatero a sus zapatos y para eso están los médicos.
   La intención del grupo es ayudar, dar una mano, a los que más lo necesitan y hoy por hoy es uno de los más populares de nuestra localidad.
   Doris vive el día a día, rescata la posibilidad de mucha gente, mujeres, emprendedores que a través del mismo se lanzaron a realizar sus productos y venderlos, y así poder ayudar en sus casas con el sostén diario, siempre agradecida al pueblo que la cobijo, nunca se olvida de aquellos que le supieron dar una mano cuando ella llego, y hoy elige devolver en esta forma, o llevando alegría a través de su programa de radio.
   Otra partecita de la historia que tenemos en común es su conexión con el folklore, a través de quien hoy es una de sus mejores amigas, Maury, y su escuela. Ellas son 7 mujeres que comparten los mismos gustos, la misma pasión y forman parte del ballet “Remembranzas” y aquí las quiere nombrar: Sonia, Maury, Sofía, Mercedes, Graciela, Nancy, de quien rescata una amistad especial y una lealtad de esas que esta bueno reconocer.
   Doris, a través de su rol de comunicadora social tanto en su programa de radio como en el grupo que ella administra, logro encontrar en mi pueblo, hoy también el suyo, la posibilidad de poder hacer eso que tanto ama y disfruta: llevar alegría a través de la radio, rescatar las raíces chamameceras y ayudar a quienes más lo necesitan.
   La yapita de esta historia, además de ser mi vecina, es que sin saber se transformó en una de mis más fieles lectoras del blog; ella suele difundir, emocionarse con cada una de mis historias, y me lo hace saber siempre a través de un mensajito; y lo que es más importante: yo considero que la alegría se contagia, y uno de los objetivos de mis líneas es justamente eso, hacer girar mi espacio y contagiar alegría por donde quiera que vaya, y ella es una de mis grandes colaboradoras a la hora de hacer girar y girar lo mío.
  Doris sabe de tristezas, de lágrimas, de vida difícil, de sueños perdidos algunos y otros cumplidos, pero sobre todas las cosas sabe de superación, de volver a reinventarse  y salir adelante por más dura que sea esta vida que muchas veces se nos pone a cuesta arriba.
  En estos tiempos en que es tan necesario ayudarnos los unos a otros, la historia de Doris y su “Corazón de mamá” son un lindo mimito al alma, porque no todo el mundo se brinda a los demás, a veces es necesario recordar que mirar a nuestro alrededor y aportar un pequeño granito de arena es muy importante.
  Me despido de Doris con una linda sonrisa, de esas que suele regalarme cada vez que lee mis historias, esa emoción contenida que suelta sin ningún tipo de vergüenza, sé que siempre espera mis historias; y esta vez; en particular, sé que está más ansiosa que de lo normal. Espero haber estado a la altura de las circunstancias, espero que todos conozcan un poquito más de una mina de barrio que la lucha día a día, con su inseparable Lucas, que es el fiel compañero de su mama en cada emprendimiento que realizan.
   Yo me despido hasta la próxima historia mientras suena bajito, como quien quisiera dejar su sello en estas líneas “Apurate José” entonado por la Sole de Arequito,  que cada tanto me lleva por los caminos de mi país, siguiendo el sonido de su voz.
  
                                    ¡HASTA LA PROXIMA HISTORIA CHAMIGOS!
                                     
                                              BETTY DE MOCORETÁ CORRIENTES
           

sábado, 30 de mayo de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LAS LÁGRIMAS DE MI LUGAR


Pueblito de mi alma, que me cobijas tan lindo, que abrazas mi alma y sabes curar cualquier mal. Lugar que supe extrañar tanto andando lejos, y que cuando me peso el corazón de tanto añorarte, simplemente volví sobre mis pasos y regrese al único pedazo de tierra en que todo para mi tiene sentido: mi lugar en el mundo, mi Mocoretá.

Tengo grabadas tantas charlas con amigos y con gente de afuera que no entendía por qué yo cada vez que podía, cada vez que me daban un día libre, preparaba mi guainita y recorría con gusto los km que me separaban de mi pueblo. Solían decirme tantas veces, como es posible que viviendo en un lugar de tanto turismo, progreso, crecimiento, playas y demás, vos elijas volver cada vez que podes a un pueblito pequeño, de apenas 7000 habitantes en esos años, y con apenas 3 cuadras de asfalto; si teníamos solo 3 de guapos nomas que somos.
 Por aquellos tiempos yo solía decirles a quien quiera escucharme, que mi pueblo era mágico, porque como dice mi sole de Arequito en ese tema que le dedica a su tierra, cada vez que yo cruzaba el puente que une Entre Ríos y Corrientes, todo aquello que dolía, y que venía a curar, simplemente desaparecía.
Explicarles lo que siento al vivir en mi lugar en el mundo simplemente no me sale, pues por más que lo intente no me salen las palabras; se me forma un nudo en el pecho y me brotan un montón de lágrimas, porque lo feliz que yo soy acá, no se compara con nada.
  Aquí duermen intactos los recuerdos de mi niñez, jugando con esa inocencia sana, las aventuras de mi adolescencia que me hacían soñar tan bonito, aquí me convertí en mamá de una morenita de cuento de hadas, y hoy estreno orgullosa el mejor título que me pudo haber dado mi guainita y que me hace tan afortunada: ser abuela de un gauchito llamado Nicolas, que vino a mi vida a enseñarme que aún me queda una vuetita más a esta vida para rumbearla. Yo soy feliz con las cosas simples, con la alegría cotidiana, entonces me da alegría cruzarme a mi amigo Carlos, cenar con él, fernet de por medio y recordar casi sin necesidad de emitir palabras miles de anécdotas del pasado, porque así nos entendemos con Carlos, con tan solo mirarnos. O cruzarme a la carnicería de mi amigo Ale, que me reciba con esa alegría que solo él tiene al verme y charlar de pasada, o perderme en los abrazos interminables que suele darme mi amigo Damian, que arman cada partecita rota que yo pueda tener, mientras me reta por alguna macana que seguramente me mande y que me asegura un sermón de esos que suele darme sin filtro para que yo la entienda con ganas.
Podría contar mil cosas que me hacen feliz, pero no hace falta mencionarlas. Hoy la razón que me mueve a escribir estas líneas es algo que me nace del alma, estuve todo el día intentando no soltar mis palabras pero ya no pude frenarlas. Anoche nos fuimos a dormir todos con el alma hecha un trapito, nos pasó por arriba un huracán de malas noticias, nos golpeó feo esta realidad tirana.
En medio del caos de las últimas noticias, nos ganó la tristeza, la incertidumbre de no saber que pasara, el no tener la certeza de la magnitud del daño causado.
Y es que esta enfermedad maldita no sabe de clases sociales, de credos ni de códigos, solo arrasa todo a su paso, rápida, certera y sin importarle nada.
 De repente todo fue locura, ira, nos convertimos en jueces y verdugos, aun sin conocer la versión oficial que mas tarde nos confirmaría lo que sospechábamos: en Mocoreta, se confirmaban dos casos positivos de COVID 19, y el alcance del daño ocasionado se conocería recién dentro de una semana. Hoy tuve que salir, como cada vez que me toca abastecernos con mi familia, con miles de cuidados, como vengo haciendo hace mas de 50 dias, con el corazón en un puño por miedo a traer algo malo al regresar a casa y que afecte a los mios, y recordé una vez mas a aquellos héroes sin capa de los cuales les estuve hablando este tiempo, que tienen que salir a hacer patria, sin opción, solo para ayudar a los demás, y por tener la vocación intacta.
 Déjenme decirles chamigo, que lo que vi hoy me desgarro el alma, porque mientras recorría las calles de mi pueblo, me encontré con una tristeza infinita, con una sensación rara, mezcla de impotencia y miedo, porque lo que pensábamos lejano, hoy convive con nosotros y nos acecha mas cerca que nunca.
Hoy las miradas ocultas detrás de los barbijos, solo me mostraron miedo, dudas, tristeza, rabia, sentimientos desencontrados porque no sabemos lo que pasa.
Yo no soy quien para juzgar a nadie, siempre supimos que no estamos exentos de nada, que un día simplemente esto iba a pisar suelo correntino, y se iba a instalar como si nada. Hoy por primera vez en muchos años, sentí a mi pueblo triste, herido, golpeado y desconcertado.
 Yo siempre disfruto de recorrer sus calles, pero hoy de repente sentí la necesidad de volver rápido a casa, y perderme en la seguridad de mi familia, de los míos, los que me esperan preocupados. Deseo con todas mis fuerzas, que esto no sea lo que nos dicen, que lo que nos han ocultado sea por una buena causa, que se tomen las medidas correspondientes, que podamos dar batalla. Sé que se vienen días difíciles, y que vamos a toparnos con la difícil tarea de ver a nuestros seres queridos expuestos a esta locura del Covid 19, se que muchos de nosotros vamos a estar contagiados, y que vamos a salir adelante, como también tengo la certeza de que quizás algunos no puedan lograrlo y se nos va a ir el alma en esos que ojala no sean tantos.
Me duele el alma de solo pensarlo, prefiero ser positiva y apoyarme en lo que me mantuvo a salvo todos estos años: sé que en mi lugar en el mundo, en mi pueblito añorado, todo lo malo por alguna razón pasa, y superamos cualquier obstáculo. Hoy más que nunca sostengo que mi pueblo es mágico, y que de esta también vamos a salir intactos. Rezo y pido a Dios y a mi Virgencita de Itati que nos cuide, nos de la fortaleza para salir adelante, que lo que se escucha allá afuera, solo sea una amenaza, y que dentro de dos semanas, recordemos estos momentos, con un dejo de tristeza, pero con la calma de la situación controlada.
  La yapita de estas líneas, se la dedico a los que una vez más nos cuidan, que no pueden quedarse en casa, abrazo fuerte a los médicos, enfermeros, paramédicos, a nuestras autoridades, bomberos y a todo aquel que desempeña una tarea fundamental para que nuestra ciudad siga funcionando. Gracias Yoha, por ese gesto gigante de dejar por un instante todo lo que tenes que hacer, que se es mucho, y atender mis inquietudes, vos sabes. A vos Pato, por no dudar cuando te pedí un favor y te pusiste a disposición sin dudarlo, y a todos aquellos que que hoy salen a poner el pecho por nuestra localidad para que nosotros nos podamos quedar en casa.
  Podría decir mil cosas, tengo un par atragantadas, mezcla de impotencia y rabia, pero que no conducen a nada, cada uno con su conciencia se arreglara y dará largas charlas. Ojala y mi próxima historia sea para contarles que salí a comprar, y las calles de mi pueblo me vuelvan a regalar esa alegría contagiosa, que me hace demorarme más de lo previsto, y que provoca el enojo de mama porque me quedo a charlar con todos. No se cuánto ira a durar esto, solo se y tengo la certeza, de que esta historia la vamos a contar a nuestros nietos; el día que mi lugar en el mundo le supo dar batalla a un enemigo invisible que nos quiso doblegar.
  Hoy las palabras de Julieta, la enfermera de mi pueblo, vuelven a mi mente y me hace pensar que es cierto, que nosotros somos elegidos, para librar esta batalla, porque somos capaces de vencerla y salir adelante. FUERZA PUEBLITO QUERIDO, QUE DE ESTA TAMBIÉN SALIMOS TODOS JUNTOS, COMO AYER, COMO SIEMPRE, COMO SUPIMOS HACERLO TANTAS VECES.

                                               HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA

                                                     BETTY DE MOCORETA CORRIENTES

viernes, 22 de mayo de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE CHIKY


  Buenas y santas saluda un paisano que me trae cuentos de por algún lugar, y que comparte a diario mis días en este mi lugarcito en el mundo. El paisaje que me acompaña hoy sin duda alguna tiene que ver con quien es el protagonista de mis líneas, ya que por estos pagos, está lloviendo, se nos vino el frío de repente y mientras yo disfruto de la calidez de mi hogar, seguramente mi amigo anda por las callecitas de mi pueblo, laburando, haciendo patria, como tantos otros que no pueden quedarse en casa.

   Chiky, es un laburante, de esos buscavidas a los cuales los sinsabores del destino no ha logrado doblegarlo jamás, porque el siempre le anda buscando la vueltita a esta vida que a veces se nos pone en cuesta arriba.
    Curuzucuateño, co e chamigo, diría mi papá,, nació un 28 de Febrero de 1976, hijo de doña Gladis Benitez, vivió en su lugar natal hasta los 13 años, tiempo en que emigro para nuestros pagos con su mamá, quien formo una linda y numerosa familia de la que mi amigo “El traidor” como le digo yo cariñosamente, esta muy orgulloso.
    La vida de chiky nunca fue fácil, como ha pasado con tantos otros pibes de mi pueblo, que debe salir a laburar para traer el sustento a su casa y colaborar con los suyos. Quizás por eso ese espíritu hizo que después de haber trabajado en la cosecha, en los galpones de empaque y en los aserraderos de por aca, decidiera probar suerte e irse a Buenos Aires ,  donde supo ser canillita, ayudante de carnicero, cadete en supermercados ,y tantas otras experiencias que hizo que  los 3 años alla le hayan servido de experiencia para volver a Mocoretá, donde el destino le tenia preparado una historia de amor de esas que a todos nos gustaria vivir y que aun no escribe sus mejores paginas ya que por estos dias , y a pesar de que han pasado tantos años aun sigue intacta como el primer dia. Aquí mi amigo conocería a la "gringa" como le llamo yo a su esposa, una piba con una simpleza, una tenacidad y unas ganas de vivir que pa que les cuento. Chiky regresa a Mocoretá ya con 21 años y se anota en el ejército, lugar adonde ingreso con una mochila de sueños y miedos pero con la convicción intacta de quien quiere servir a la patria. Allí presto servicio por 6 años como soldado voluntario, y de aquella época aun conserva sus antiguos camaradas como el los llama, un grupo de muchachos con los que cada vez que juntan fuerzas logran cosas increíbles.
   Por esos tiempos estrenaría un título que hoy lo llena de orgullo y que ya lo convirtió en abuelo. Chiky se convertía en papà de su primera niña, una piba simpática y buena gente como sus viejos, que es el fiel reflejo de su mamá, pero con el carácter y la simpatía de su papá.
   Con el pasar de los años y volviendo a la vida civil chiky ya no se movió de Mocoretá, y ha sabido pasar por diferentes profesiones. Infaltable animador de conocidos boliches de la zona, si por aquellas casualidades de la vida te toca ir a un evento donde el anima, tenes la chispa y la diversión asegurada.
   Loco al igual que yo por la radio, suele animarnos a todos con esa forma tan linda de conducir sus programas de radio, ya que trabajar con la compañía de su voz es sin duda alguna sinónimo de alegría. Chiky es bueno en lo suyo y lo demuestra día a día, ya que no se duerme en los laureles, sino que sigue aprendiendo a medida que van pasando los años, adquiriendo experiencia en cada lugar que le toca ir.
   Con esa gringa que tanto ama formo una linda familia que le dio 4 retoños, todos con el sello personal de mi amigo, y es abuelo de dos niñas que son su mas absoluta debilidad.
  Por estos días trabaja junto a su hijo mayor en un servicio de motomandados, y he aquí la razón por la cual mi amigo aparece en mi blog, y me nace del alma decirle gracias.
  Chiky, al igual que muchos otros pibes de mi pueblo, mientras nosotros nos quedamos en casa, se pone la capa de super héroe y sale todas las noches a ganarse el mango, para su familia, para que a su gringa no le falte nada. Es muy común verlo en las calles, pues es la figurita repetida de los mandados, si necesitas llegar a algún lugar y no podes moverte, el chiky esta ahí, listo como los boyscouts.
  Yo me lo cruzo a menudo en su motito, y conmigo tiene ese gesto que hace que me cueste tanto cumplir con ese distanciamiento social al que debemos acostumbrarnos en tiempos de pandemia. Cruzarme a mi amigo el traidor como yo le llamo, significa que yo me voy a parar y nos vamos a colgar charlando de todo y nada a la vez, tipo simple, humilde, respetuoso, buscavidas, que no se rinde ante los golpes de la vida.
  Entonces cuando le escribo en la radio para que me pase algún tema que quiero escuchar, no necesito decirle quien soy, me basta con ponerle "hola traidor" y el sabe quien soy y que música es la que elijo para escuchar. Mi amigo es así, encara todos los días esta vida con una fuerza y unas ganas dignas de envidiar, y seguramente para muchos le resultara extraño esa forma suya de encarar sus jornadas, pero para quienes lo conocemos sabemos que él es así.
  Hace un tiempo, tuvimos la oportunidad de compartir una comida con amigos y mi familia, y mientras mi papá hablaba y contaba anécdotas, el escuchaba atentamente  cada una de las palabras de mi viejo, absorto en sus pensamientos,con un respeto y una humildad que a mi me recordó porque chiky forma parte de esos amigos de mi pueblo que yo tanto mezquino.
   Son tiempos difíciles y nos toca amoldarnos a una realidad que nos esta mostrando su peor cara recién ahora, pero mi amigo no se resigna y da pelea. Con todas las precauciones necesarias, con los miedos lógicos, por que peleamos contra un enemigo invisible que nos acecha, el sale a laburar con su motito y nos presta un servicio que se ha vuelto tan útil y necesario: el de motomandado.
  Cuando le pregunto si le falta un sueño por cumplir me dice que quiere tener  su propio microemprendimiento, y en esos trámites anda por estos tiempos. Se detiene para agradecer el apoyo de su familia, de su mama doña Gladis y don José Luna, y de repente coincidimos en una frase que suele decir la piba de Arequito que yo tanto amo y es que los sueños hay que perseguirlos, y no me caben dudas de que mi amigo es un claro ejemplo de ellos.
   Esa gringa suya de la cual esta tan enamorado como el primer día, lo acompaña, lo banca como nadie y es su gran pilar, y seguramente voy a ver cumplidos los sueños que tiene por lograr, por que si hay gaucho porfiado y que le da pelea a esta vida ,ese es mi amigo"Chiky el traidor".
  La yapita de esta historia es contarles el porque de la aparición de mi amigo en mi blog, y porque le quiero decir gracias.Chiky no puede quedarse en su casa, debe salir a ganarse el mango igual, como tantos otros, y es uno de esos héroes sin capa que merece la pena mostrar en mis historias, se me hace un poco difícil ser neutral porque somos amigos, pero como el dice, las cosas buenas hay que soltarlas, porque de esa manera se contagian.
  Yo me despido de ustedes hasta mi próxima historia, y les dejo en chiky mi gracias enorme a todos aquellos que deben salir igual a laburar, para llevar el sustento a sus casas.
  Cuando todo esto pase seguramente voy a poder volver a abrazar a mis amigos como lo hacia antes, y nos vamos a acordar de esto sin duda alguna, hoy es tiempo de cuidarnos, por nosotros, por los nuestros y por cada uno de ustedes que están ahí del otro lado, acompañando mis historias también.
    
        HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA CHAMIGOS
          
                    BETTY DE MOCORETÁ CORRIENTES

miércoles, 13 de mayo de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY SEÑALES


Buenas y santas saluda un paisano que esta vez llega a mi en forma de ángel a traerme alguna que otra señal desde algún lugar, la historia que me trae esta vez es algo que me quedo en el tintero hace un tiempo cuando un guricito que yo quiero mucho me pidió que escriba la historia de su papa, entonces mientras le dábamos forma , de repente tweety dejo de mandarme audios y solo me escribía, entonces yo supe que la emoción y la nostalgia le ganaban la batalla así que lo deje nomas, pero ese día no quise ahondar mucho en mi amigo, porque entendí que al hablar de su papa, me estaba dejando ver su alma misma,  y a veces no es tan fácil de soltar. Pero por acá anda una gitana inquieta, que aprendió que no hay que guardar nada porque te hace mal, entonces de repente me levante esta mañana, y después de prepararme mis amargos, necesite sentarme a teclear.

Les regalo las palabras que me dejo ver mi amigo tweety aquella vez a través de su alma hablando de su papá:
     MI HÉROE…MI PAPÁ
Te busco entre mis recuerdos, me salen así nomas
Te me apareces difuso en imágenes, pero tan clarito en mí pensar,
Se que allá donde corres libre, estarás mejor que acá
Te veo corriendo en potreros, como cuando niño solías jugar,
De la mano de tus amigos, allá por Mocoretá.
Y es que te recuerdan siempre, y con tanto cariño papá,
A veces suelo nombrarte, de puro gusto nomas,
 cada vez que voy al pueblo, te encuentro en miles de anécdotas de los que te supieron encontrar,
y me cuentan de esa forma tan libre de ser tuya,de ese andar bohemio y tranquilo,
de esos ojitos tristes, que dejaban ver todo aquello que solías callar,
me hablan del crack de los potreros, de los veteranos del CAM,
por esas canchas supiste hacer historia, y no hay quien te pueda igualar,
te sueño sonriéndome siempre, de la mano de mi vieja, siempre juntos y a la par
te sueño junto a mis hermanos, transmitiéndonos historias, de aquí y de allá
mira que tenías pa contar viejo querido, mira que solo te falto tiempo para poderlas soltar
por acá la vida continua, todo sigue girando sin cesar,
pero para mí y para los que te queremos, los recuerdos no se van
Vuelven una y otra vez en forma de anécdotas, de vivencias, y algún que otro cuento de alguien que te conoció en algún lugar
Entonces entiendo que son señales tuyas, para hacerme saber que aun estas
que nos proteges como siempre, que estas cuidando a mamá
que miras por mis hermanos, que quedaron en el pueblo y aún viven allá
las callecitas de esos pagos, me cobijan lindo cada vez que vuelvo sobre mis pasos a pasear
y sé que si un día tengo la oportunidad, de visitar el cielo de mantilla
también allí te voy a encontrar, jugando con los tios de niños,
sin mas preocupación alguna que solo soñar y jugar
no te preocupes viejo querido, te prometo que no voy a aflojar
a veces me gana la nostalgia y te extraño un poco más de lo normal,
pero cuando el miedo me amenaza con ganarme y vencerme sin piedad
ahí estas vos, con esas señales,
sonriéndome nostálgico y dándome fuerzas para poder continuar
enseñándome que la vida continua, que aún tengo mucho por andar
un abrazo al cielo mi ángel de la guarda, un beso gigante papá…