miércoles, 23 de junio de 2021

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE CRIS

 

Hablar sobre cada historia que llega a mi blog es siempre una aventura diferente, es por eso quizás que suelo tomarme pausas medio largas entre historia e historias y dejo que el duende que me trae vivencias desde algún lugar me sorprenda y me las regale al azar. Así llega a mí la historia de mi amiga Cristal, y pensando en una frase que me dejo casi al final de su relato es que decido cambiar el comienzo de mis líneas. Buenas y santas diría un paisano ahora sí, que esta vez me trajo una de esas historias que me hicieron entender que nunca está todo dicho detrás de la fachada de las personas que queremos.

A ella la ves;  y es pura rebeldía en su ser; lo que muchos y me incluyo desconocemos, es quien habita dentro suyo, una mezcla de niña y mujer, que supo hacerse camino al andar, a pesar de tanto golpe que le dio la vida, y es por eso digo que me sorprendió. Quizás por eso percibí, apenas entre a su casa ese día que pactamos nuestra entrevista, que esa tarde sería diferente. Cristal se define orgullosamente como travesti y lleva su bandera por donde quiera que va con un orgullo hermoso, que a mí me sorprende pues yo no sé de géneros ni de costumbres, para mí es, fue y será siempre Cris, “The Queen” en mi vida.

Entonces nos ponemos a charlar, mates de por medio y mirándonos a la cara, como tantas veces, ella inquieta  porque no sabía de qué se trataba eso, y yo tratando de que este tranquila, así que casi sin que se diera cuenta, nos pusimos a charlar y nos perdimos en sus recuerdos de niña, cuando las cosas no eran tan simples para alguien que desde que tuvo uso de razón supo que quería dejar una huella en esta tierra diferente, y vaya si lo logro.

Cris tenía 13 años cuando salió a enfrentar un mundo que por aquellos tiempos no estaba preparado para hablar de cosas como el orgullo gay y otras yerbas que en la actualidad son tan habituales gracias a dios. Y recuerda aquel día como si fuera hoy, me habla de una pavita negra que le dio su mama y un par de ropas como única compañía. La abuela Ema y el abuelo Pedro aparecen una y otra vez como un bello recuerdo que la supieron contener y que siempre la esperaban con los brazos abiertos para que ella se sienta como en su casa, como queriendo quizás curar ese dolor del desarraigo que dolía y mucho. El hambre, la falta de oportunidades para alguien con esa luz tan linda y esas ganas de gritarle al mundo quien era, la hipocresía y tantas miserias humanas que aún hoy no se van del todo abrieron el camino de la prostitución para Cris. Un mundo hostil, peligroso, un camino que muchas veces está asociado con la vida habitual de los travestis, pero que muchos desconocen las causas que llevan a elegirlo. Cris supo de no tener un plato caliente a la hora de la cena, un abrigo y un techo seguro donde parar tantas veces, que los recuerdos aun hoy ,que salen a la luz, despiertan en mi amiga lagrimas que salen rebeldes, y que no se molesta en ocultar. La prostitución duele, hiere ahí en esa fibra tan íntima nuestra donde muchos no son capaces ni siquiera de mirar. Un amor de adolescencia, la iglesia evangélica y una oportunidad de cambiar de vida llevaron a cris a Chajari un tiempo pero todo estaba destinado a pasar aquí, en su lugar en el mundo, entonces siempre volvía sobre sus pasos al lugar que la vio nacer. Entonces la charla va y viene de un tiempo al otro sin escalas y de pronto cuando le pregunto por su niñez me habla de días de juegos con sus hermanos, de vida de campo, de ordeñar las vacas, preparar quesos que luego venía a vender al pueblo en un zulqui solita con su alma. Sus hermanos son su orgullo más grande, y se le iluminan los ojitos cuando me habla de ese lazo indestructible que hoy está más fuerte que nunca y que no supo de dudas cuando las cosas se ponían duras para Cris. Sus hermanos siempre estaban. De  vuelta en Mocoretá, las oportunidades empezaron a salir para ella, hasta  que un viaje al sur marcaría un antes y después en su vida, ya que en ese lugar a miles de km. Recibió una noticia que jamás hubiera esperado. Hoy a la distancia entiende que por algo Dios quiso que todo pasara y quienes somos nosotros los simples mortales para reclamar por sus designios. Pero Comodoro Rivadavia no solo guarda ese día en que todo cambio para Cris, sino que también fue tierra de oportunidades que jamás soñó tener y que disfruto como si fuera la última vez. Su voz se quiebra de nuevo y las lágrimas asoman sin pausa mientras recuerda a “la negra” como ella llama a quien hoy es su ángel guardián más preciado y que guía sus pasos por donde quiera que va. Ese mundo de oscuridad en que se sumergió después, aparece delante de mí a través de su mirada, y veo ese dolor que aun duerme en sus recuerdos, hasta que una tarde en ese hall que hacía de paisaje, en sus días de tormenta y miedo, le pidió a su hermana que la ayudara a seguir. Esa noche soñó con esa  bonita morena de cabello cortito, que le sonreía cómplice y desde ese momento todo comenzó a mejorar, despacito pero comenzó a mejorar. La transición de cambiar su identidad viene a la charla de manera casual, entonces cuando se aprobó la ley pasó a ser Cristal con esa seguridad con la que anda por la vida dejando huellas por donde quiera que va. Después vendría el trabajo en blanco que hoy le da esa estabilidad que cuida tanto, y esas ganas inmensas de ir aún más allá, porque Cris no se detuvo y quiso terminar sus estudios secundarios, y ponerse a estudiar enfermería, carrera que hoy cursa sin ningún tipo de inconvenientes.  Cuando hablamos de sueños por cumplir aparecen sus deseos de adoptar y convertirse en mama, con esa inocencia con la que me cuenta que también quisiera construir un hogar para contener a todas esas “cristales” que andan por la vida, peleando con un mundo que aún hoy se empeña en ser hostil muchas veces. Cris dice y repite a lo largo de la charla que ella quiere gritarle al mundo que se puede, que los sueños pueden volverse realidad aunque de a ratos parezca una utopía lejana. Por qué el presente que la tiene hoy, trabajando en blanco, cursando una carrera y al frente de su emprendimiento propio supo de lágrimas y sudor, de noches de hambre y frio, de oscuridad y miedo, pero que como esas aves que renacen desde las mismas cenizas supo sortear todos los obstáculos y salir adelante y brillar como solo ella sabe hacerlo. El amor, los amigos y la familia juegan un papel importante en su vida y son esos pilares en los que se apoya para seguir adelante. Le pregunto de pronto que le enseño esta pandemia y me habla de valorar esos momentos preciados que vive con los suyos como si fuera el ultimo día. Cris es ejemplo de superación, de saber cerrar viejas heridas del pasado y valorar las cosas buenas que le dejo su niñez de pueblo, de coraje, de osadía que no muchos tienen a la hora de pelearle a esta vida que muchas veces nos pone a prueba para ver hasta donde somos capaces de soportar. Su presente la encuentra feliz, en su pueblo, con su vida encaminada, más unida que nunca a sus hermanos, liderando la comunidad de LGTB en nuestra ciudad, tarea que le dio la posibilidad de ayudar a muchas de sus compañeras a tener oportunidades de salir adelante. Tiene un viaje por hacer a Paris y una fobia difícil de superar, pero algo me dice que esto va a ser solo una anécdota más para recordar entre nosotras un día de estos, pero hay algo en común con ella que es parte responsable de que yo este hoy escribiendo su historia. Cris es agradecida, tenemos al igual que con Ramo, vida en común, recuerdos de pueblo, de esos que quedan grabados a fuego en nuestras vidas, nuestras vidas son diferentes y van siguiendo su rumbo sin prisa, pero cada vez que me la cruzo para mí las cosas no cambian, como hace tantos años. Yo voy a seguir pasando y le voy a gritar por la calle, y ella con esa desfachatez tan suya me va a responder con alguna de sus típicas frases.

De esta historia me llevo la yapita de entender que detrás de esa personita que me recibe alegre cada vez que me ve se esconde una niña, hoy devenida en mujer que supo enfrentar al universo mismo y jugarse por sus sueños sin importarle nada ni nadie. Sueña con dejar una huella plantada para que el día de mañana quienes la recuerden digan que por estas calles alguien planto bandera de igualdad de oportunidades y se animó a soñar en grande. Cuando le pregunto qué le diría a la Cris de aquellos años, me sonríe nostálgica y me dice que le diría que se anime aún más, me pide que agregue en el final de mis líneas un mensaje para todos aquellos que sienten un ser diferente dentro suyo. Que se animen, que se jueguen por brillar, que existe la posibilidad de gritar al universo entero que sos diferente y que no por eso no tenes derecho a soñar. Sueña con ayudar a sus compañeras a luchar por un futuro mejor, me sonríe picara mientras yo sé que todo aquello que se proponga lo va a lograr. Porque si alguien nació para dejar un mensaje en este mundo loco es mi amiga Cristal. La música que la identifica tiene que ver con callejeros y un himno que solía cantar con sus compañeras de gira, pero la magia del duende que  me trae historias me regala “brindis” de Soledad y se lo regalo pues encuentro en sus letras mucho de lo que supo vivir ella,  me despido hasta una próxima historia, mientras recuerdo su frase de cabecera que reza “la belleza duele”, pero si yo tuviera que elegirle una sin duda alguna le diría” siempre voy detrás de lo que siento”.

            

                                      HASTA LA PROXIMA CHAMIGOS

 

                                       BETTY DE MOCORETA CORRIENTES

 

 

 

lunes, 31 de mayo de 2021

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE RAMO BAEZ

 

Buenas y santas saluda un paisano que me  sonríe con esa sencillez de pueblo, a la distancia, como ya me acostumbre en épocas de pandemia, mientras se sienta nostálgico a la distancia dispuesto a escuchar una de esas historias que me trae un duende que me cuenta historias de por ahí nomás. La que les traigo hoy me cuesta un poquito más que las demás, quizás por el lazo que nos une y por esa forma suya de ser: Pero la historia de RAMO no podía faltar en mi blog.

El lugar elegido para la entrevista fue el camping de mi lugar en el mundo, lugar mágico si los hay, mate de por medio, cada una con el suyo, mientras el paisaje que nos rodeaba era simplemente mágico.

Hablar de ella me cuesta mucho porque la quiero, la respeto y admiro esa capacidad suya de transmitir alegría por donde quiera que vaya. Así es ella, alegría pura. A todos nos tiene acostumbrados a acompañarnos en las tardes mientras nuestra vida va pasando así nomas, desde la sintonía de la radio donde trabaja hace ya muchos años, pero muy pocos conocen la persona que hay detrás de la conductora de LA TARDE DE LA RAMO, es por eso que cuando iniciamos la charla decido empezar por viajar en el tiempo un par de añitos para atrás, cuando mi protagonista conocía por primera vez Mocoretá: por ese entonces solo tenía 12 años, sin embargo cuando evoca ese día pareciera que fue ayer, pues mientras sonríe nostálgica me dice: yo me enamore de este lugar ni bien llegue. Como suelo contarles siempre, la música que suena de fondo siempre es al azar, y si bien ella elige a Abel Pintos como su artista, lo que reproduce mi equipo es “Las manos de mi madre”, entonada por una voz suave y dulce, que me indica exactamente lo que yo quiero contarles, ya que mi amiga y su mama tienen una bonita relación de complicidad que es digna de admirar.

Ramo nació en Solari, y su vida transcurrió entre Entre Ríos y Corrientes, y recuerda sus días de escuela, ligada a una promesa relacionada a nuestra Virgen, relativa a su cabello, que supo cumplir ella misma muchos años después. Ramo me habla de una infancia humilde, pero no por eso faltante de recuerdos lindos esos que se nos graban a fuego en el corazón, donde éramos felices con cosas simples, sin tanto rodeo.

Su vida aquí, cuando llego con su papa, está plagada de aventuras, y paso por muchos trabajos, desde cuidar niños de pequeña, limpiar casas hasta de Kioskera de una vecina, lugar donde aprendió gran parte de las cosas que hoy aplica en su vida cotidiana. Julieta, la juli que en este mismo blog me contaba de ese sentimiento de ser la generación elegida para luchar contra el covid, aparece en este relato de la mano de mi amiga, cuando me cuenta que por esas cosas del destino le toco dejar en manos de Ramo su negocio, y confió, en un gesto que mi amiga no olvida, porque  gracias a esa confianza aprendió a manejar y atender un comercio. Nobleza obliga es de destacar el gesto de la dulce Juli, minas gauchas si las hay. Despacito, siempre con esas ganas de superarse y salir adelante, mientras por dentro guardaba sueños que aún hoy no termina de cumplir pero que ya están cerca, como por ejemplo trabajar en radio. Ese sueño justamente llego de la mano de Estela, quien la invito a hacer las veces de compañía, hasta que un día por esas cosas que tiene el destino le dio a posibilidad de conducir su propio espacio, lugar que tiene más que ganado por estos días. Ramo cuenta agradecida que muchas personas le han sabido dar un espacio en radio, como por ejemplo las hermanas Avalos, o en la actualidad Carlitos, para nosotros “EL TIKI”.Entonces la charla gira en torno a las satisfacciones que le dio esta profesión tan linda como por ejemplo ser merecedora de un premio en Córdoba por su labor en radio, galardón que volvió a ganar 4 veces más.

Su recorrido en radio es muchísimo, pero siempre para crecer día a día, y así fueron llegando las oportunidades, hasta su actualidad, que la tiene como una de las conductoras más escuchadas de la tarde, y Ramo no se olvida nunca de agradecer, a todos los que supieron confiar en ella, como por ejemplo Rubén, con quien trabajo muchos años.

Hay una faceta que muchos desconocen pero no por eso deja de ser importante: Ramo es un ser solidario, y eso fue lo que la impulso a aceptar una candidatura a formar parte de una lista para Concejales, a pesar de haber sido siempre una persona que no creía en la política. Pero su afán por ayudar al otro, sumado a una linda amistad que la une con Henry, un conocido político de nuestro pueblo, hizo que se alinearan los planetas y que mi amiga cambiara de opinión. Sueña con ayudar a su barrio, con fundar un espacio para que los chicos tengan la posibilidad de realizar algo tan simple como lo es jugar y divertirse, quizás como una forma de sanar alguna que otra herida de la niñez, en donde no había tantas posibilidades .

La charla con ella va y viene, pasa por todos los estados, y mientras ella se deja llevar por los recuerdos, yo la observo y la veo emocionarse cuando habla de su niñez, de sus hermanos, de su  mama, un pilar fundamental con la cual comparte orgullosa su vida cotidiana. De repente hablamos de diversidad, igualdad de género y la posibilidad de cambiar su identidad, y mi amiga tan segura de sí misma como cuando se planta frente a un micrófono, me dice que no, que si bien respeta cada elección de vida, ella anda por la vida cómoda así como es, y yo la miro una vez más mientras pienso el por qué forma parte de mi círculo más cercano y no puedo evitar emocionarme. Ramo es un ejemplo de humildad, superación, alegría, lealtad y tantas otras cosas más que muchos deberían imitar. Ojala y todos tuvieran una Ramo en sus vidas. Yo tengo la suerte de ser su amiga, y no dejo de agradecer por ese privilegio. Hablamos de nuestros deseos por cumplir, y caemos en la cuenta de que son muchos, pero hoy a la distancia, también nos detenemos en las cosas simples de la vida, como por ejemplo disfrutar de los que queremos, de esas cosas simples que nos alimentan el alma, como por ejemplo cuando nos embarcamos en esas caminatas locas por el camping rumbo a los puentes de la vía mientras disfrutamos de un paisaje único y una hermosa complicidad que a mí me llena de orgullo. La actualidad la tiene conduciendo el programa líder en las tardes, y es cuando le pregunto si es consciente de la llegada que tiene con esa forma de ser suya, de contagiar alegría a través de la radio, mientras ella me responde que si bien sabe que es escuchada prefiere pensar que todos los días es como aquella primera vez, entonces cada programa suyo es diferente, pero todos tienen una cosa en común: la capacidad de cambiar nuestros estados de ánimo con solo escucharla.

Yo suelo jugar a veces a ser su coequiper haciendo de astróloga trucha, cada tanto y lo que sale de esas tardes en que la visito en su programa no está guionado ni mucho menos, ya que mi amiga tiene la generosidad de los grandes, y me deja despuntar ese vicio de la radio que yo tanto amo. El resultado de eso es un rato de risas, complicidad, que suele traspasar el dial y que a nosotros nos hace muy bien.

Podría contar mil cosas de mi amiga, pero las resumo en estas líneas, mientras me voy despidiendo despacito ahora si con Abel sonando de fondo, que me canta al oído “once mil” y yo me dejo llevar por la melodía que se me antoja pegadiza. La yapita de esta historia es un oyente fiel con el que compartimos cariño, y que todas las tardes prende la radio para escucharla a ella. Yo soy testigo en primera fila de lo que provoca en mi papi la tarde de la Ramo. Y es hermoso verlo reírse mientras escucha las ocurrencias de mi amiga. Sabido es que quien ama los míos tiene el cielo ganado conmigo!

Los dejo con la promesa de otra historia que seguramente les va a encantar, pero hoy es de esos días en que me dejo llevar por el orgullo que me da ser amiga de RAMO BAEZ!

                                     HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA CHAMIGOS

                                               BETTY MOCORETA CORRIENTES

jueves, 13 de mayo de 2021

MADE IN MOCORETÁ: LA HISTORIA DE NESTOR "PAPACHO" DELL ORTO

 

“Para que el viento lo bese, la tierra se ha vuelto zamba, pollera de selva y fuego, y bata azul de montaña. La noche se hizo pañuelo, el aire se pobló de arpas. Cada flor es una copla, que va aromando la danza. Por sendas de soles muertos, van bajando las majadas. “Por cauces de piedra y sueño, el río es canto que pasa”. La noche se hace más honda, la estrella se hace más alta “Y allá se llevan los vientos, todo el paisaje hecho zamba

Con estos fragmentos de la zamba de don Atahualpa, que resuenan en mis oídos hace días como un presagio de lo que vendría me siento nuevamente a escribir estas líneas después de mucho tiempo, ya que el duende que me trae historias de pronto se había dormido. Pero por alguna razón que yo desconozco, siempre vuelve a mí, llenito de historias por contarme, y mientras yo me preparo mis amargos y dejo que la música suene al azar, me dispongo a contarles esta historia muy especial, que llego a mí de la mano de mi lugarcito en el mundo como siempre, y que surge a través de un nombre que tenemos en común mi protagonista y yo y que van a leer varias veces hoy: Ramón. El inicio de hoy es diferente pero no tanto pues cuando suena el chamamecito que me acompaña desde el patio de mi papa, yo les digo BUENAS Y SANTAS, como diría el gaucho que todas las mañanas pasa a tranquito manso con el mate rumbo al trabajo.

Escribir sobre gente que uno quiere y respeta a veces se hace más fácil, pues es cuestión de dejar que el corazón hable solito nomas, entonces hablar de él, y contar su historia es una de las tareas más lindas, porque nos conocemos hace más de 20 años, porque nuestras familias son muy cercanas, porque nuestros viejos han tenido historias juntos, y nosotros crecimos escuchando y viviendo esas historias. Así llega a este pequeño blog, la historia de Néstor Alejandro Dell Orto, o para nosotros “Chon”, “Papacho”, el hijo de doña Nélida y Ramón, el hermano de, o tantas otras formas en las cuales conocemos a un talento de nuestro pueblo que supo irse lejos detrás de sus sueños, pero que jamás olvida sus orígenes, y vuelve siempre sobre sus pasos al pueblo que le dio tanto.

Alguna vez escribí ya sobre su carrera, y chon me conto en esa época sobre todos los lugares que recorrió con el futbol, y armamos una linda historia que aún conserva, y que se dedicó a compartir por muchos lados, agradeciendo el gesto. Recuerdo que en esa época no existían muchos las redes sociales, y yo daba mis primeros pasos escribiendo, razón por la cual es doble mérito, pues mi amigo confió en mí y me dejo escribir su historia de puro gaucho que es nomas. En esa época recuerdo haber recibido comentarios muy lindos que me alentaron a seguir, pero hubo una charla que debo transmitirles antes de arrancar que me impulso a escribir esta segunda parte que les regalo hoy. Un día me lo cruzo a Ramón, el papa de mi amigo, en un local conocido de nuestra localidad, lo saludo como nos saludábamos siempre, mezcla de complicidad y ternura, pero casi sin palabras. Ramón era un hombre que no solía soltar así nomas sus sentimientos, pero ese día, cuando me di vuelta para despedirme, me puso una mano en el hombro, me miro, respiro bien hondo, y con la voz cortada y los ojitos llenos de agua me dijo “gracias mija, por hablar tan lindo de mi gurí, yo estoy muy orgulloso de mi hijo”. Pego media vuelta, y me dejo ahí, con un bonito nudo en la garganta, pues esas devoluciones son las que a una le llenan el alma, yo no escribo por dinero, yo escribo por puro gusto nomás, y cuando me encuentro con estas cosas, es que entiendo que voy medio bien encaminada. Por cuestiones de la vida misma jamás le conté a chon esto, y el tiempo fue pasando, hasta que en una de sus visitas, charlando de pronto recordé y le conté de esta anécdota, y sentí en la voz de mi amigo la misma emoción contenida de su papa años atrás. Por eso merecía esta segunda parte, por eso había que volver sobre mis líneas. La charla se dio en su última visita a Mocoretá, y el lugar elegido fue el camping de nuestro pueblo, lugar emblemático si los hay, donde todos tenemos una historia que contar vivida en ese paraíso que permanece intacto a pesar de los años.

Chon aparece como siempre, es el mismo pibe que conocí hace tantos años, se demora un montón en todos lados, pues saluda a uno, charla con otro, y así comienza esta charla que de formal no tiene nada pues simplemente empezamos a hablar, atropellados los dos como siempre, mientras el grabador hacia lo suyo, entonces el hijo de Ramón y Nélida se sienta y abre el baúl de los recuerdos y viaja a esas épocas en que todo comenzó, cuando empezaba a gestarse este sueño que hoy lo tiene con un presente maravilloso, viviendo de lo que le gusta hacer: jugar al futbol.

Todo arranco a los 8 años, en Chajari, donde vivía con su familia, en Vélez Sarsfield, para después seguir en el Club Atlético Mocoretá, adonde se mudaron y donde echaría raíces que aun hoy conserva orgulloso. Llegaría  Tiro Federal, por intermedio de Aldo Rojas, su entonces representante y de la mano de quien llegaría a Newells, con quien aún tiene un cariño y contacto, y se muestra por sobre todas las cosas: agradecido.

Su presente actual lo encuentra en Piamonte, Santa Fe, pero el camino hasta acá estuvo llenito de lugares, experiencias que van desde Mocoretá, hasta México, Haití, Rosario, Las Parejas, Venado Tuerto y tantos lugares más.

Allí es profe de futbol infantil, después de haber hecho el curso de Técnico y de especializarse en áreas afines a su profesión, y dirige los destinos de chicos de las categorías de chicos de 11 años a 17, y juega en primera división del Club.

Su día se divide a la mañana  cuidando a Ema, su hija más pequeña, además de Juli quien ya es una adolescente, y a la tarde a partir de las 16 a 21.30.de Lunes a Viernes. Los fines de semana se disputan los partidos de todas las categorías y allí se ven los resultados de lo que se hizo en la práctica. Mientras habla de su jornada, se le enciende la mirada y se nota que es feliz con ese presente que tiene, como cuando habla de Mocoretá, de su lugarcito en el mundo. Siempre que hablábamos, le decía yo que debíamos hacer una nota, contando quien es este entrerriano, con corazón mocoretaense que se fue tan lejos de sus sueños y que anduvo por tantos lados. Porque, el, como Silvia que anda por Alemania, por nombrar solo algunos, cargo su mochila de sueños y se largó a andar por el mundo, con la ilusión a cuestas, y el corazón hecho trizas por dejar su familia y su pueblo, pero con la certeza de quien sabe lo que quiere. Y estas historias hay que contarlas, siempre lo digo, porque son ejemplo de superación, de que se puede, de que todo es posible si lo intentas, aunque en el camino te caigas una y mil veces. Total sabes que aquí está el pueblo, que te cobija cuando vuelvas, aunque sea de visita y te cura el alma. Dicen que nadie es profeta en su tierra, y yo no coincido tanto con ese dicho, pues si bien los jóvenes no saben quién es Papacho, los que cargamos un par de añitos más, sabemos de sus logros, y estamos para contarlos. La charla déjenme decirles, es bien desordenada, pues pasamos de sus orígenes al principio y viceversa, como quien pasa de una hoja a la otra, mientras en el medio nos perdemos en anécdotas de nuestros viejos, pero la conclusión siempre es la misma: mi amigo tiene una cuenta pendiente con Mocoretá, y me cuenta mientras le vuelvo a preguntar, que le quedo en el tintero, jugar en primera en el CAM, por ejemplo, ya que se fue de pequeño a jugar afuera, pero que aquí descansan sus sueños de potrero, donde empezó a gestar la que hoy es su realidad actual. Mocoretá conserva intacto sus primeros pasos con el futbol, los partidos con los amigos de esa época, que aún están como si no hubiese pasado el tiempo. Entonces cuando le pregunto que le gustaría hacer acá me habla de poder colaborar con el futbol local, formar chicos para que puedan tener la posibilidad de probarse en clubes grandes, poder volcar todo lo que aprendió a través de estos años. Apostar al deporte, darle a nuestros gurises la posibilidad de aprender, de soñar, y todo eso que el futbol le dio. No sirve de nada lo vivido si no lo transmitís dice chon, mientras me habla de sus sueños de armar un semillero de pibes que puedan jugar al futbol, acá, o en cualquier parte del mundo. Chon se  fue a los 15 años, de acá, y cuenta que en esa época no había celulares, todo se reducía a cartas, a llamadas por teléfono una vez cada tanto. Entonces surge el nombre de Luis Pedro Mujica, Rubén Agolti, Julio Farinon, Elsa Báez, quienes hacían las veces de intermediario para que mi amigo, cuando jugaba en Haiti, pueda  comunicarse con su familia. Los recuerdos vuelven una y otra vez a las épocas de carrozas, de colegio y las alegrías con los amigos. Si le pregunto sobre un maestro o profe que lo haya marcado, me cuenta que es injusto nombrar a uno solo, pero surge el nombre de Eve Poletto, como su maestra de primaria entre tantos otros, o el Profe Bayón en el colegio. Cocholo Aguirre, un pibe de acá, que se nos fue antes de tiempo, calo hondo en mi amigo, pues fue con él con quien dio sus primeros pasos en Newells y aparece en la charla a modo de homenaje sentido pues guarda con él y su mamá Celina momentos imborrables vividos juntos.

De repente aparece de nuevo Ramón en este relato, y lo veo respirar profundo como en esa época, y mientras las palabras cuestan salir, pues la emoción le gana la partida, lo veo sonreír nostálgico, mientras le pregunto si le quedo algo por decirle y que es lo que le dejo su papa como legado. Entonces me mira, y me dice, papa me decía siempre “sean buenas personas gurises, no se olviden de eso”, y eso resumía lo que era para mi amigo ese hombrecito de bigotes pícaro que donde te encontraba te saludaba a los gritos como quien saluda a un conocido más. Así era Ramón, y así es mi amigo, honesto, buena gente, laburador, siempre colaborando con todo el mundo sin cobrar un peso, por el solo hecho de ser gaucho nomas. Que bonita emoción sentida es la que me deja ver Papacho, y que lindo es poder ver en esos ojitos las lágrimas que se asoman rebeldes y que no se molesta en ocultar, porque le sale desde lo más profundo del alma y es tan bonito soltar. Por eso su despedida lo encontró con esa paz, rodeado de sus seres queridos, juntos, en familia numerosa, como en la época de sus abuelos, que eran gente de mesas siempre grandes, y donde siempre había lugar para uno más.Cuando le pregunto si alguna vez pensó en pegar la vuelta, abandonar todo de joven y volver al pueblo, me mira y para mi sorpresa me cuenta que sí, y sale una anécdota que me sorprende: cada vez que se iba de viaje luego de venir de visita, después de despedirse de sus papas, de sus amigos que lo iban a saludar cada vez que viajaba, se iba llorando hasta Concordia, donde hacia trasbordo hasta Rosario, con el corazón hecho un trapito, pero con la convicción intacta de luchar por lo que él creía.

Papacho anduvo  por Chajari,Mocoreta,Ñewells, Central Córdoba, Haití, Rosario,  Cañada de Gómez, Concepción Chile, Uruguay, México, Venado Tuerto, Deportivo las Parejas, Las Rosas, Piamonte de la mano del futbol, hoy su vida esta miles de Km del pueblo, pero siempre vuelve donde sus orígenes, jamás dejo de ser ese pibe de pueblo que yo tanto quiero y admiro. Sueña con que acá los más chicos conozcan su historia para que esto sea un empujón para ir detrás de sus sueños. Que después del sacrificio, de las lágrimas por estar lejos de la familia, el desarraigo, viene la parte más linda, la de ver los resultados. Yo me despido de el con la promesa de matear en cualquier momento, cuando la pandemia nos deje, pero con la sensación bonita del deber cumplido. Mientras el vuelve a Piamonte a ser el Profe Néstor, acá lo va a esperar siempre su lugar, sus recuerdos, su familia y todo va a volver a ser como cuando éramos chicos y soñábamos con conquistar el mundo.

Hasta la próxima historia chamigos, me despido feliz de volver a encontrarnos de nuevo, siempre fui una convencida de que tenemos talentos del pueblo, con historias que merecen ser compartidas, a quien quiera y tenga ganas de escucharlas o leerlas, tengo pendientes un puñado de historias nuevas que les prometo valen la pena, y de a poco vamos a ir soltando, pero por hoy me dejo llevar por un chamamecito que suena de fondo, de la mano de Soledad, que canta “Nunca me fui” como invitándome a salir al sol, aquí nomas en mi lugar en el mundo, mi Mocoretá.

                          HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA CHAMIGOS

                                BETTY DE MOCORETÁ