miércoles, 23 de junio de 2021

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE CRIS

 

Hablar sobre cada historia que llega a mi blog es siempre una aventura diferente, es por eso quizás que suelo tomarme pausas medio largas entre historia e historias y dejo que el duende que me trae vivencias desde algún lugar me sorprenda y me las regale al azar. Así llega a mí la historia de mi amiga Cristal, y pensando en una frase que me dejo casi al final de su relato es que decido cambiar el comienzo de mis líneas. Buenas y santas diría un paisano ahora sí, que esta vez me trajo una de esas historias que me hicieron entender que nunca está todo dicho detrás de la fachada de las personas que queremos.

A ella la ves;  y es pura rebeldía en su ser; lo que muchos y me incluyo desconocemos, es quien habita dentro suyo, una mezcla de niña y mujer, que supo hacerse camino al andar, a pesar de tanto golpe que le dio la vida, y es por eso digo que me sorprendió. Quizás por eso percibí, apenas entre a su casa ese día que pactamos nuestra entrevista, que esa tarde sería diferente. Cristal se define orgullosamente como travesti y lleva su bandera por donde quiera que va con un orgullo hermoso, que a mí me sorprende pues yo no sé de géneros ni de costumbres, para mí es, fue y será siempre Cris, “The Queen” en mi vida.

Entonces nos ponemos a charlar, mates de por medio y mirándonos a la cara, como tantas veces, ella inquieta  porque no sabía de qué se trataba eso, y yo tratando de que este tranquila, así que casi sin que se diera cuenta, nos pusimos a charlar y nos perdimos en sus recuerdos de niña, cuando las cosas no eran tan simples para alguien que desde que tuvo uso de razón supo que quería dejar una huella en esta tierra diferente, y vaya si lo logro.

Cris tenía 13 años cuando salió a enfrentar un mundo que por aquellos tiempos no estaba preparado para hablar de cosas como el orgullo gay y otras yerbas que en la actualidad son tan habituales gracias a dios. Y recuerda aquel día como si fuera hoy, me habla de una pavita negra que le dio su mama y un par de ropas como única compañía. La abuela Ema y el abuelo Pedro aparecen una y otra vez como un bello recuerdo que la supieron contener y que siempre la esperaban con los brazos abiertos para que ella se sienta como en su casa, como queriendo quizás curar ese dolor del desarraigo que dolía y mucho. El hambre, la falta de oportunidades para alguien con esa luz tan linda y esas ganas de gritarle al mundo quien era, la hipocresía y tantas miserias humanas que aún hoy no se van del todo abrieron el camino de la prostitución para Cris. Un mundo hostil, peligroso, un camino que muchas veces está asociado con la vida habitual de los travestis, pero que muchos desconocen las causas que llevan a elegirlo. Cris supo de no tener un plato caliente a la hora de la cena, un abrigo y un techo seguro donde parar tantas veces, que los recuerdos aun hoy ,que salen a la luz, despiertan en mi amiga lagrimas que salen rebeldes, y que no se molesta en ocultar. La prostitución duele, hiere ahí en esa fibra tan íntima nuestra donde muchos no son capaces ni siquiera de mirar. Un amor de adolescencia, la iglesia evangélica y una oportunidad de cambiar de vida llevaron a cris a Chajari un tiempo pero todo estaba destinado a pasar aquí, en su lugar en el mundo, entonces siempre volvía sobre sus pasos al lugar que la vio nacer. Entonces la charla va y viene de un tiempo al otro sin escalas y de pronto cuando le pregunto por su niñez me habla de días de juegos con sus hermanos, de vida de campo, de ordeñar las vacas, preparar quesos que luego venía a vender al pueblo en un zulqui solita con su alma. Sus hermanos son su orgullo más grande, y se le iluminan los ojitos cuando me habla de ese lazo indestructible que hoy está más fuerte que nunca y que no supo de dudas cuando las cosas se ponían duras para Cris. Sus hermanos siempre estaban. De  vuelta en Mocoretá, las oportunidades empezaron a salir para ella, hasta  que un viaje al sur marcaría un antes y después en su vida, ya que en ese lugar a miles de km. Recibió una noticia que jamás hubiera esperado. Hoy a la distancia entiende que por algo Dios quiso que todo pasara y quienes somos nosotros los simples mortales para reclamar por sus designios. Pero Comodoro Rivadavia no solo guarda ese día en que todo cambio para Cris, sino que también fue tierra de oportunidades que jamás soñó tener y que disfruto como si fuera la última vez. Su voz se quiebra de nuevo y las lágrimas asoman sin pausa mientras recuerda a “la negra” como ella llama a quien hoy es su ángel guardián más preciado y que guía sus pasos por donde quiera que va. Ese mundo de oscuridad en que se sumergió después, aparece delante de mí a través de su mirada, y veo ese dolor que aun duerme en sus recuerdos, hasta que una tarde en ese hall que hacía de paisaje, en sus días de tormenta y miedo, le pidió a su hermana que la ayudara a seguir. Esa noche soñó con esa  bonita morena de cabello cortito, que le sonreía cómplice y desde ese momento todo comenzó a mejorar, despacito pero comenzó a mejorar. La transición de cambiar su identidad viene a la charla de manera casual, entonces cuando se aprobó la ley pasó a ser Cristal con esa seguridad con la que anda por la vida dejando huellas por donde quiera que va. Después vendría el trabajo en blanco que hoy le da esa estabilidad que cuida tanto, y esas ganas inmensas de ir aún más allá, porque Cris no se detuvo y quiso terminar sus estudios secundarios, y ponerse a estudiar enfermería, carrera que hoy cursa sin ningún tipo de inconvenientes.  Cuando hablamos de sueños por cumplir aparecen sus deseos de adoptar y convertirse en mama, con esa inocencia con la que me cuenta que también quisiera construir un hogar para contener a todas esas “cristales” que andan por la vida, peleando con un mundo que aún hoy se empeña en ser hostil muchas veces. Cris dice y repite a lo largo de la charla que ella quiere gritarle al mundo que se puede, que los sueños pueden volverse realidad aunque de a ratos parezca una utopía lejana. Por qué el presente que la tiene hoy, trabajando en blanco, cursando una carrera y al frente de su emprendimiento propio supo de lágrimas y sudor, de noches de hambre y frio, de oscuridad y miedo, pero que como esas aves que renacen desde las mismas cenizas supo sortear todos los obstáculos y salir adelante y brillar como solo ella sabe hacerlo. El amor, los amigos y la familia juegan un papel importante en su vida y son esos pilares en los que se apoya para seguir adelante. Le pregunto de pronto que le enseño esta pandemia y me habla de valorar esos momentos preciados que vive con los suyos como si fuera el ultimo día. Cris es ejemplo de superación, de saber cerrar viejas heridas del pasado y valorar las cosas buenas que le dejo su niñez de pueblo, de coraje, de osadía que no muchos tienen a la hora de pelearle a esta vida que muchas veces nos pone a prueba para ver hasta donde somos capaces de soportar. Su presente la encuentra feliz, en su pueblo, con su vida encaminada, más unida que nunca a sus hermanos, liderando la comunidad de LGTB en nuestra ciudad, tarea que le dio la posibilidad de ayudar a muchas de sus compañeras a tener oportunidades de salir adelante. Tiene un viaje por hacer a Paris y una fobia difícil de superar, pero algo me dice que esto va a ser solo una anécdota más para recordar entre nosotras un día de estos, pero hay algo en común con ella que es parte responsable de que yo este hoy escribiendo su historia. Cris es agradecida, tenemos al igual que con Ramo, vida en común, recuerdos de pueblo, de esos que quedan grabados a fuego en nuestras vidas, nuestras vidas son diferentes y van siguiendo su rumbo sin prisa, pero cada vez que me la cruzo para mí las cosas no cambian, como hace tantos años. Yo voy a seguir pasando y le voy a gritar por la calle, y ella con esa desfachatez tan suya me va a responder con alguna de sus típicas frases.

De esta historia me llevo la yapita de entender que detrás de esa personita que me recibe alegre cada vez que me ve se esconde una niña, hoy devenida en mujer que supo enfrentar al universo mismo y jugarse por sus sueños sin importarle nada ni nadie. Sueña con dejar una huella plantada para que el día de mañana quienes la recuerden digan que por estas calles alguien planto bandera de igualdad de oportunidades y se animó a soñar en grande. Cuando le pregunto qué le diría a la Cris de aquellos años, me sonríe nostálgica y me dice que le diría que se anime aún más, me pide que agregue en el final de mis líneas un mensaje para todos aquellos que sienten un ser diferente dentro suyo. Que se animen, que se jueguen por brillar, que existe la posibilidad de gritar al universo entero que sos diferente y que no por eso no tenes derecho a soñar. Sueña con ayudar a sus compañeras a luchar por un futuro mejor, me sonríe picara mientras yo sé que todo aquello que se proponga lo va a lograr. Porque si alguien nació para dejar un mensaje en este mundo loco es mi amiga Cristal. La música que la identifica tiene que ver con callejeros y un himno que solía cantar con sus compañeras de gira, pero la magia del duende que  me trae historias me regala “brindis” de Soledad y se lo regalo pues encuentro en sus letras mucho de lo que supo vivir ella,  me despido hasta una próxima historia, mientras recuerdo su frase de cabecera que reza “la belleza duele”, pero si yo tuviera que elegirle una sin duda alguna le diría” siempre voy detrás de lo que siento”.

            

                                      HASTA LA PROXIMA CHAMIGOS

 

                                       BETTY DE MOCORETA CORRIENTES