Buenas y santas , saluda el paisano que alegra mis días, y quien me trae historias de por aquí nomas , ya que en tiempos de pandemia, de pronto nos vimos encerrados en nuestros lugares, sin poder andar. Pero fijese usted la suerte mía pue chamigo: el lugar que me toco a mi, es soñado y no me pesa , pues tan solo me basta mirar a mi alrededor para encontrarme con todo aquello que me rodea y me hace tan feliz.China con suerte diría alguien por ahí, pues entre esa fortaleza que me rodea, me protege y me roba sonrisas por doquier, está mi amigo Damian: el pibe que me da esos abrazos que me reinician y juntan cada una de mis partecitas rotas.
Damian es el de los abrazos interminables, cuando mas los necesitas, es quien se alegra cada cada vez que tengo algún logro, y esta pendiente hasta que no me ve llegar al final. Es quien se sienta al lado mio y me ve llorar, me abraza y me dice las palabras justas, pero al mismo tiempo me reta y me reta, porque no le hice caso, porque no lo quise escuchar.Nuestros amargos, son tradición, en cualquier lugar, y nos escapamos del mundo cada vez que nos sentamos a charlar. Con el me puedo reír libre, puedo ser esa bety sin filtro, puedo ser yo sin dudar.Y de repente me suena un mensaje a cualquier hora, diciéndome: hace mates, que ya estoy por llegar, como si adivinara que es el momento justo en que necesitaba escucharlo. Miles de veces he intentado que me cuente como hace exactamente para percibir esos estados míos, y suele mirarme sonriendo, mientras me dice que eso no me tiene que importar, mientras yo intento sin éxito que me diga, pero no logro mas que miradas cómplices, un abrazo sin palabras, cuando me pongo pesada por preguntar.Mi amigo Damian es quien pelea desde que llega hasta que se va con doña Telma, pues parecen destinados a cruzarse por cualquier palabra, y se ponen a discutir como si fueran a arreglar el mundo esos dos nomas. Pero también es quien cuando necesito llevarla a algún lado y se me complica, no me pregunta si necesito, me dice quédate tranquila, yo llevo a tu mama. Y no se que pensaran ustedes pero cuando a alguien le nacen esos gestos de puro gaucho nomas, no hay mas remedio que brindarle la mas sincera amistad.
Por estos tiempos que corren, ambos venimos mas golpeados
que de costumbre, y nos andamos encontrando un poco mas, ya sea a través de
unos mates, a través de unas palabras por mensaje, o alguna que otra
charla en el camping cuando la ocasión
lo amerita mas serio.
Mientras el tiempo va pasando, todo a nuestro alrededor
cambia y sigue girando, la gente entra y sale de nuestras vidas, nos vamos
poniendo mas viejos y ya de pronto nos pesan algunas cosas mas que otras. Sus
niños crecen a la par de mi Nicolas, y la vida se va y se va. Seguramente el se
va a seguir peleando con mama cada vez que lo vea llegar a casa, de puro gusto
nomas, pero de algo estoy segura, y se que no va a cambiar, nosotros vamos a
seguir siendo tan amigos como siempre, seguramente cuando algún gaucho me haga
llorar, se va a venir enojado, me va a dar un sermón de esos que suele tener
solo para mi parece, y después me va a dar uno de esos abrazos que yo tanto
quiero y que suelen hacerme emocionar.
Asi es mi amigo Damian, gaucho de ley, de por acá. Y
respondiendo a las inquietudes de porque en mis líneas aparece uno de mis
amigos y no las personas de las cuales he venido hablando hace un tiempo, déjenme
responderles con una razón muy simple: siempre escribo sobre gente que me he
cruzado girando detrás de la sole, sobre los héroes sin capa que hoy nos cuidan
sin cesar, pero esta pandemia me ha enseñando también una cosa muy importante
que les quiero compartir, y es que en los momentos donde las papas queman,
donde se terminan los recursos , donde las lágrimas te ahogan y ya de pronto no
sabes que pensar, ahí están los amigos como Damian, de esos que no te fallan , que
llegan sin preguntar, que te abrazan fuerte y sin decir palabras, y que no se
van así nomás. ¿Y que soy una China afortunada? lo se, porque tengo
su amistad, y es un lazo que por alguna razón, esta destinada a perdurar!Mientras por aca suenan bajito, los forasteros, como es costumbre...al azar.