martes, 31 de marzo de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE NATY AROSIO


   Buenas y santas diría un paisano que me acompaña fiel  por estos días, y hace que este encierro  no se me haga tan pesado, así que mientras establecemos unas charlas imaginarias en las  que mateamos como antes, me trae una linda historia para contarles, ya que mi protagonista de hoy, al igual que Laura, ejerce una de las profesiones más lindas: NATY ES PARAMÉDICO, y a pesar de su corta edad, se las ingenió para hacer mil cosas a la vez, mientras suena bajito en el patio del vecino, un tema de Carlos Vives, que es pura alegría, como la pibita de la cual hoy les vengo a hablar
   Transitando sus primeros pasos en esa carrera que eligió para  que sea su forma de vida, Naty me cuenta que se decidió a estudiar a través de su mama, que estaba cursando enfermería, y que por esos golpes que a veces nos da la vida, no pudo terminar de estudiar pues se enfermó, pero que solía contar a su niña, la satisfacción por ayudar a los demás, por tener la posibilidad de hacer algo por el prójimo. Entonces cuando tiempo después surgió la carrera de paramédico, no lo dudo y se inscribió para ver qué pasaba. Naty tiene una frase de que suele usar en algunas de sus redes y que dice algo así como “todos merecemos bellos milagros” y ya lo creo que es así. Voy a contar un detalle muy mío, de porque la mencione a ella en la primer historia que realice sobre esta locura de decir gracias de alguna u otra manera  a todos aquellos que nos cuidan de esta pandemia. Naty es el fiel reflejo de la piba simple, de sonrisa tímida, pero de corazón gigante, que ayuda al otro sin mirar a quien, por el solo hecho de hacerlo nomas, dueña de unos valores hermosos que le supieron inculcar sus papas.
  La vez pasaba cuando hacia una lista mental de las personas a las que me gustaría entrevistar, me cruce con una publicación de una amiga de Naty ; Mariel,que posteaba orgullosa una foto de ella, en uno de los puestos donde suele desempeñarse,  como todos los paramédicos de aquí, y le agradecía orgullosa porque mientras los demás nos podíamos quedar en casa, esta piba salía a cuidarnos.   Entonces pensé en su compañero de vida, en Walter, y en sus niños; en esa familia suya que logro formar y que cuida con tanto esmero, y a la que deja angustiada cada vez que le toca trabajar. Ella suele realizar turnos de 8 hs,en los puestos que están sobre la ruta de nuestra ciudad  y controla la temperatura de los que transitan  entre sus actividades diarias.

   Naty tardo dos años en recibirse de paramédico, muchas veces, tuvo ganas de dejar, me cuenta que le fue difícil otras tantas, pero que cuando obtuvo su título supo que todo aquello había valido la pena. Como a todos, esta terrible pandemia, la tomo de sorpresa pero en su caso, tuvo que salir a ponerle el pecho, y en vez de quedarse en casa con sus niñas, o irse a lo de sus papas, a los que extraña mucho y no ve hace tiempo justamente en su afán de cuidarlos, ella decidió jugarse por esa linda vocación que la acompaña y a pesar de ser muy jovencita como suelo decirle yo, para tener tanta responsabilidad, ella se va con toda esa alegría que la caracteriza a cumplir su guardia , encomendándose a Dios, y rogando que no pase nada, y que pueda proteger a los que ama, pero sin dejar de ayudar al otro, como le enseño y le contó tantas veces su mama, cuando solía hablarle de lo lindo que era el ambiente de la salud.
La historia de mi protagonista de hoy no tiene tantos datos específicos, pero ya lo creo que no es casualidad, cuando me decidí a contar su vida, lo primero que se me cruzo por la cabeza, es como lograría transmitirles a todos los que me leen, esa alegría que tiene Naty, y esa ilusión con la que sale a cumplir con su labor, y es aquí donde las palabras de Laura, su compañera de jornada muchas veces, vuelven a resonar mas fuertes. Ella habla de esas señales que te da la vida, para saber  que estas en el lugar correcto y que te debes quedar, a pesar de que muchas veces todo se vuelva pesado, aun a pesar de lo ingrato que resulta el no ser reconocidos otras tantas como deberían, a ella parece no  importarle, tiene todas sus energías puestas en ir detrás de sus sueños,y todo lo demás , en algún momento llegara, mientras se pone orgullosa su ambo, y sale a dejar lo mejor de si, con esa sonrisa franca que es tan contagiosa y que te hace saber , cada vez que te la cruzas, que todavía hay gente buena, como Naty, como tantas mas.
  La yapita de esta historia, y mientras busco una palabra para definir a mi invitada, me deja una linda enseñanza, de esas que vale la pena contar.
   Naty sale todos los días a luchar por su futuro, dejando en casa a sus niñas que la esperan en casa, y muchas veces le tocan jornadas lindas, guardias en calma, pero otras, los regresos a casa no son tan fáciles,y seguramente aun no nos llegó la peor parte, pero a esta pibita poco le importa; ella ademas de su ambo y sus esperanzas, lleva como bandera una linda alegría, por donde quiera que vaya, si te la cruzas por ahí, te regala esa sonrisa franca, que te predispone de otra manera siempre. A mi me pasa cada vez que la veo, es por eso que fue decidí nombrarla cuando arranque con esa idea.
   GRACIAS NATY POR ESA ALEGRÍA QUE LLEVAS, POR DONDE QUIERA QUE VAYAS, POR CUIDARNOS, POR CUIDARTE Y POR NO DEJAR DE SER NUNCA ESA GUAINITA SIMPÁTICA, DE CORAZÓN GIGANTE DISPUESTA SIEMPRE A DAR UNA MANO!!
                                
                                   HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA!
                                         
                            BETTY DE MOCORETA CORRIENTES

EL DIARIO DE LA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE DAHIANA PAULINSKY



    Buenas y santas saludo chamigo, acompañada de los amargos mas ricos del condado diría una amiga, mientras observo el paisaje lindo que me regala el patio de mi casa, y disfruto de respirar bien profundo y llenar mis pulmones de ese aire tan puro y limpio que solo encuentro en mi lugar en el mundo.
     La música que suena y me acompaña es la de Marcela Morelo que canta bajito “gotitas de amor” mientras yo me dispongo a escribir.
  La historia que hoy les traigo, me toca de manera cercana, como la mayoría de  las que vengo contando, pues a mi protagonista la recuerdo de tenerla sentada en mi living, con toda esa rebeldía de sus 15 años, mateando con mi Maca, y con su inseparable Monica, cuando por esos días amenazaban con hacerle piquete al mismísimo estado por darles tanta tarea en el secundario.
   Geminiana como uno de mis hermanos, entonces la empatía es instantánea, Dahiana me regalaba cuando venía;la posibilidad de ver en primera fila, un espectáculo que yo disfrutaba bastante, cuando se enredaba en esas charlas con mi guainita, ambas de carácter fuerte, mientras una Mónica más tranquila, hacía de intermediaria ;pero que al igual que yo solía divertirse bastante cada vez que esas dos debatían.
   Por eso la historia de DAHIANA, hoy me llega con mucha alegría, ya que mirando el paso del tiempo, viéndola tan realizada, y tan segura de si misma, no puedo evitar sentir admiración, por esa pibita revolucionaria que ya hace unos años había decidido que al mundo, no le iba quedar otra opción más que dejarla cumplir todo lo que ella deseara.
   Cuando me escribe a través de Naty, después de haber leído mi primera historia, y me cuenta entusiasmada que se quiere sumar a mi campaña del gracias aportando su historia, nos ponemos manos a la obra, y empezamos a armarla.
  Mi protagonista, me trae a este cuento , el porqué de la elección de esta profesión que hoy disfruta tanto;entonces acá aparece de cómplice involuntaria su abuela, quien la crió, y que forma parte fundamental en la vida de esta guainita que tiene, como dije del resto de sus compañeros, una de las profesiones mas nobles: LA DE PARAMÉDICO.
    Mama soltera orgullosa de Alejo, de tan solo 4 años, arranca su relato contándome que se decidió por esta carrera, después de haber tenido un episodio con quien es su ejemplo a seguir, su abuela Agustina, ya que en esa ocasión no supo muy bien como reaccionar, como nos pasaría a cualquiera de nosotros  ante un familiar enfermo y con problemas de salud. Hoy afortunadamente esto solo es parte de una anécdota del pasado y su niñera cada vez que sale a estudiar o a trabajar es justamente  Agustina,  la persona de la quien Dahiana habla tan orgullosa y dice ser su ejemplo a seguir sin dudar.
   Entonces cuando al año siguiente llego a Mocoreta, la carrera de paramédico, con duración de 2 años y 1 año mas para convertirse en Técnico en emergencias, vio la oportunidad de aprender y especializarse para poder ayudar a su familia y a todo aquel que lo necesitara. A fines de 2019 se recibió de Paramédico y como le paso a Naty, a Laura y a sus compañeros, se dio cuenta que todo el esfuerzo de tantos días dejando a su hijo, a su gente, en pos de forjarse un futuro, por fin valdría la pena.
   Orgullosa Dahiana, dice que gracias a su profesión hoy puede controlar por ejemplo entre tantas cosas que su abuela no tome ninguna medicación que no sea la adecuada, o controlar también al pequeño Alejo, por algún síntoma que le indique que necesite de la atención de un profesional.
  Hoy al igual que muchos de sus compañeros, forma parte del Equipo Sanitario del Hospital Santa Catalina,y del grupo Paramédicos de Mocoretá, y le toca realizar guardias de 8 hs. generalmente en los diferentes puestos que se instalaron en nuestra ciudad, como medida preventiva y acertada de luchar contra esta pandemia que no conoce de fronteras ni clases sociales. Días atrás, y charlando con Yohana, una gringa copada y buena gente que sigue y comparte mis historias y que en algún momento va a aparecer por acá , sumándose a esta iniciativa de que podamos ponerle nombre a todos aquellos que hoy nos cuidan; me decía que esto permitía conocer un poquitito más de aquellos con los que solemos cruzarnos a diario en forma cotidiana, o que cuando los vemos firmes en sus puestos muchas veces no valoramos, porque nos encerramos en ese prejuicio tonto, de que si eligió esa profesión se la tiene que bancar. Bienvenida Yoha y su comentario, pues eso me indica que el objetivo de mis líneas se cumple gratamente, ya que además de ser un mimito pequeño, lo que siempre quise cuando me decidí por sentarme a escribir sobre ellos, fue justamente eso: que se conozca y valore un poquito más a quien está detrás de un uniforme.
   Alejo vino a este mundo además de cambiarle las prioridades de Dahiana, y de transformarse en su motor día a día, para salir a darle pelea a esta vida que muchas veces se empeña en ponernos piedras que siempre podemos patear, a suavizar ese carácter revolucionario que solía tener esa guainita que se pasaba las horas en el living de casa soñando despierta con sus amigas.
La yapita de esta historia es que ambas amigas, ya desistieron , por suerte, de hacerle juicio al estado, hoy son dos bellas mujercitas que andan detrás de sus sueños, con profesiones distintas, pero con el mismo objetivo: ayudar a los demás.
                GRACIAS DAHIANA, POR SUMARTE, POR CUIDARME, POR ESA CONVICCIÓN CON LA QUE ARRANCAS DÍA A DÍA, POR ESA REBELDÍA DE AQUELLOS DÍAS QUE ESPERO AUN CONSERVES INTACTA, PARA MI SOS EJEMPLO DE SUPERACIÓN, Y TU HISTORIA TAMBIÉN DEBE SER CONTADA!!




                                         HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA
                                                  BETTY DE MOCORETA CORRIENTES!
                              

domingo, 29 de marzo de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE RAUL "LA PIKI" ROLON


    Buenas y santas dice el paisano que alegra mis relatos y que me trae cuentos de por aquí nomas, esta historia que aquí les traigo, tiene un  protagonista muy especial, y cuando llego a mí; me sorprendió gratamente por dos razones; la primera es porque quien me la pidió es alguien a quien  quiero mucho; que yo llamo cariñosamente Tweety, y que formo parte de ese grupo de amigos que tengo desde mi adolescencia, hace un par de añitos ya, y que por cosas del destino había perdido contacto; y gracias a una de mis historias tuve la inmensa alegría de recuperar. Entonces cuando hoy recibo un mensaje diciéndome “que lindo lo que escribís bety, ¿me regalarías una historia de mi papá? Simplemente no pude negarme, ya que mi querido amigo mientras íbamos dándole forma a esta idea que él quería contar, de repente dejo de enviarme audios y solo escribía, dato que solo me indicaba una cosa que no hacía falta que me diga Oscar, que las emoción que se le anudaba en la garganta no lo dejaba hablar, porque con esa simpleza que lo caracteriza, quiso que todos conozcan la historia de su héroe, de su querido papa.
    Raúl Oscar Rolon, llego a este mundo un 2 de Febrero, allá por 1962,hijo de don Onofre y de doña Secundina, ambos oriundos de Pedro R. Fernández, más conocido como Mantilla, fue uno de los 12 hermanos que vino a escribir su historia, por aquí por Mocoreta,y por estos lados se lo conocía como “la piki”, según cuentan los que lo trataban; que ese apodo le llego  ya que era muy celoso de su hermana, a la que llamaban cariñosamente así, entonces a modo de broma le decían de esa manera porque a el no le gustaba, y hoy si recorres y preguntas en el pueblo, nadie lo recuerda por su nombre, pero si preguntas por “La piki Rolon” todos te van a saber contar.
    Futbolero como pocos, según dicen por acá, mítico jugador de la primera del CAM, con quien salió campeón en el 84. Cuando le preguntas a Juan Antonio Brarda, Alias “pistola”, el técnico en esa época, define a mi protagonista con las palabras exactas, que ni hace falta agregar más. Juan dice:” Piki era un chico de barrio, de potreros, humilde, de familia numerosa, donde no sobraba para comprar botines, pero que amaba el fútbol como sus hermanos. También recuerda risueño, que no era titular del todo porque era un poco vago y haragán, pero que cuando lo convocaba, solo hacían falta un par de indicaciones,  y estaba a punto para salir a jugar. El PIki tenía magia en sus pies dice su entrenador, y lo querían de los grandes clubes, siempre, pero a eso él no le interesaba, tipo de tranco lento, buenazo, sonrisa sincera, a él le gustaba jugar, por el amor a la pelota y nada más.
     Sus hermanos cuando hablan de él, resaltan esa unión, y recuerdan con cariño esas tardecitas de fútbol, en esa canchita improvisada que tenían frente a su casa, eso sí, después de realizar las tareas que indicaban los viejos, y después si; cada uno en su puesto, porque también estaban organizados cada cual con su lugar, se dedicaban a jugar.
    Carlos, uno de sus hermanos, alias “calandria” con quien Piki supo vivir y trabajar en Federación ya cuando eran más grandes, y adonde había emigrado en busca de su futuro, nos hace de cómplice voluntario mientras cuenta que aun hoy, suelen acordarse del zurdo que solía hacer magia en los veteranos, habla del recuerdo de la hinchada de estudiantes, y del cariño que le tenían todos en la zona, ya que la historia de ese jugador de pueblo, que andaba muy bien jugando al fútbol, tampoco era ajena por aquel lugar.
  Pero Carlos hace hincapié en la época que eran pibes, cuando solían jugar en los potreros, en las distintas canchas de Mocoretá, de los torneos en las Colonias, donde solían organizarse para participar, habla y relata emocionado de lo importante que era para ellos, esos partidos que se armaban entre los vecinos, así entre gurises nomas,y algo me dice que al igual que mi amigo Tweety, también le cuesta hablar, pues a veces el hecho de abrir la caja de recuerdos, de alguien que ya no está, nos lleva a soltar un lagrimón rebelde, que no se puede frenar.
      Y otra vez, me gana ese nudo en la garganta, pues mientras escucho lo que aporta cada uno de los que querían al papá de mi amigo, se me viene una frase que me dijo Oscar cuando me pidió que arme la historia de su papa: Supo decir las palabras mágicas.  Me dijo mi viejo amaba a tu papa bety, y siempre contaba orgulloso todo lo que supo hacer por Mocoreta. Quienes me conocen saben que el tordillo que todos conocen, para   mi no es más ni menos, que simplemente mi papa, y todos tambien saben, que por el tengo esa debilidad que tampoco les se explicar.
Mientras los varones hablan de las travesuras en los potreros, de los amigos de Mocoreta, las hermanas de Piki recuerdan las vacaciones en Mantilla, donde solían pasear, sin ninguna preocupación alguna más que jugar a las escondidas, en esas callecitas de tierra que aún se conservan intactas como en esa época, el trayecto de ida en el tren que cuando llegaba a la estación de Mantilla, significaba para ellos el comienzo de travesuras innumerables, en esas casitas que se ubican debajo de los árboles, en hilera, tal cual reza el chamame de Teresa Parodi, y que yo amo tanto en la versión de mi querida Soledad. Hablan de las tardes comiendo mandarinas, o algún fruto de aquel lugar. La voz de Tere, una de las hermanas de Piki, recordando esas aventuras sin duda alguna te invita a hacer ese viaje imaginario aquellos días, porque al escucharla relatarle a mi amigo, se le nota esa nostalgia linda que solo la puede transmitir quien lo ha vivido.
     José, alias “pele”otro de sus hermanos que gracias a esa habilidad que tenía para hacer jueguitos, se ganó ese apodo, cuenta que un día trabajando en una obra de electrificación del Roca, se les presento la posibilidad para probarse en Lanús, pero que al llegar a la puerta del club , su inseparable compañero se echó para atrás y no quiso entrar, ya que dijo que ahí adentro seguramente lo iban a tener cortito, y el jugaba al fútbol, sin obligaciones, tan solo por el hecho de jugar, porque amaba ese deporte sin ataduras ni reglas.
    Susana, aparece para poner su granito de arena, y es quien detiene una vez mas mi relato, ya que escucharla emocionada hablando de esa complicidad que tenía con su hermano, de las incontables veces que el supo estar allí , cada vez que ella lo necesitó, con ese lazo invisible e irrompible que solo te da la sangre, es que yo necesito respirar para poder continuar, porque déjenme decirles chamigo, que me pase estas líneas enteras, con las lágrimas a flor de piel.
    Calina, como le dice Tweety a su abuela materna, también deja asomar emocionada, su aporte sobre el papa de mi amigo; después de un montón de intentos por hablar, ya que dice un par de palabras y las lágrimas no la dejan continuar. Ella nos deja asomar un pequeño bosquejo de la historia  de Nancy y Raúl. Habla del amor con que formaron su familia, de los valores que les inculcaron a Oscar y a sus hermanos, y de los buenos gestos que tuvo Piki para con ella. “De tu papá solo tengo recuerdos lindos dice una emocionada Calina, que apenas puede hablar, perdida en lindos recuerdos, que hoy también quiso contar. La nota de color me la da justamente ella cuando habla de las proezas de futbol del piki y nacho, y de la que ella, al igual que Laura, la hermana de Tweety hace hoy con su querido CAM, solía formar parte acompañándolos como una hincha incondicional.
     Podría mencionar cada lugar por donde anduvo el protagonista de mi historia de hoy, y seguramente tendría material para armar un libro, juntando recuerdos de las cosas lindas que sembró la piki por donde anduvo, y que aún hoy todos recuerdan, pero me pareció que a esta altura no son necesarias ya, porque por acá hemos desandado bastante historia, contada en primera fila por su familia, mientras pienso que cuando mi amigo lea mis lineas seguramente me dará la razón.
     Siempre escribo sobre historias   donde los protagonistas me relatan ellos mismos su vida, entonces es preciso mencionarles que este cuento solo pudo ser posible por una razón que ya les conté al principio: por el pedido de un pibito de sonrisa fácil, tan igualita a la de su papá, a quien le tengo un cariño que permanece intacto aunque no lo vea hace mucho tiempo ya, que hoy me regalo una de esas tardes distintas, y que se puso a desempolvar recuerdos, para buscarme información que me permitiera armar el rompecabezas, de la historia de su gran héroe: Su papa.
    Termino mis líneas con un nudo en la garganta, pues hace rato que no escuchaba tanta dulzura volcada en voces recordando a alguien, es como si de repente hubiésemos estado todos juntos, en el patio de casa, mate de por medio y cada uno de ellos contara las huellas que dejo en sus vidas este hombrecito de andar manso, de sonrisa franca,  mezcla de tristeza y picardía, que por estos lados conocemos como “La Piki Rolon”.
   Ojala y mi historia provoque en mi amigo un poquitito de lo que yo sentí  a lo largo de todo mi relato , como les dije anteriormente, no suelo hacer este tipo de historias; me cuestan un  poco más; entonces hice lo que suelo hacer cada vez que algo se me hace esquivo, y no lo sé expresar así nomas: me preparo unos amargos, pongo bajito algún chamame que suene y solo me dejo llevar, tuve al mejor cómplice del mundo, pues esto solo fue posible gracias a que a Oscarcito se le ocurrió poner en palabras la historia de su papa.

                                     LOS VEO EN LA PROXIMA HISTORIA CHAMIGOS!  

                                                       BETTY MOCORETA CORRIENTES

                                                         
                                                   








EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE GUSTAVO, UN POETA DE MI PUEBLO.



  Buenas y santas dice el paisano que me saluda todas las mañanas, pero que esta vez a la distancia, como un presagio de lo que les traigo,  me dedica un verso que me alimenta el alma. Entonces ya me predispone de otra manera, mientras arranco con el primer mate que déjenme decirles cada vez me salen más ricos, y mientras de fondo suena bajito, la Sole que me acompaña con una "Zamba de amor en vuelo" que mientras la escucho y arranco mis líneas se me antoja muy lejana.
  Así arranco a contarles acerca del protagonista de mi cuento de hoy, y si me dejan detenerme en los detalles como cada vez que empiezo a relatarles, esta vez la que esta nerviosa soy yo , pues el dueño de mis palabras hoy, además de ser una eminencia en lo que hace, escribe unos versos tan bonitos, que "pa" que les voy a contar como decimos por mis pagos, y muchas veces sus libros me han hecho soñar sin miedo ni prisa sentada en el patio de mi casa, con el paisaje privilegiado que por suerte me toca pisar.
   Pero hoy no les vengo a hablar del poeta de mi pueblo como le digo cariñosamente a Gustavo Tisocco, para eso están a Dios gracias, muchos expertos; yo les traigo un pequeñísimo homenaje al Doctor Tisocco, neonatólogo del Hospital Santojjani y el Sanatorio San Lucas de San Isidro.

  Mocoretaense de pura  cepa, por acá lo conocemos como Gustavo, el hijo de Rosita y Negro, el hermano de la seño Mirta, del abogado Hernán, el sobrino del tordillo, como le dicen a mi papi y el primo, amigo o conocido de otros tantos.
   Gustavo se fue a los 17 años del pueblo que lo  vio nacer detrás de sus sueños, a Corrientes a estudiar medicina, y acá inevitablemente se me aparecen sus versos que tantas veces me han acompañado, porque recuerdo haber leído por ahí , de su primer mueble, de su almohada, un escrito que se los recomiendo, porque habla del esfuerzo de un pibe de pueblo, para lograr lo que tanto anhelaba, de las empanadas que Rosita hacía para vender y el laburo de  su papa negro para que su hijo estudie, para que pueda llegar a ser alguien. Entonces yo me permito emocionarme como me va a pasar tantas veces a lo largo de mi relato, porque a pesar de los años, a pesar de los incontables viajes por el mundo, o de los reconocimientos que logró gracias a sus libros o a su trabajo, Gustavo jamás perdió su esencia de pueblo, nunca se olvidó de sus orígenes, y repite a quien quiere oírlo, como una bandera orgullosa: que el es mocoretaense por donde quiera que vaya.
   Después de recibirse, se instaló en Buenos Aires, donde se especializo en pediatría, en el Hospital General de niños Pedro de  Elizalde, y de ahí realizó una subespecialidad en neonatología ,en la maternidad de Santa Rosa, que depende del Hospital de Vicente López, donde se recibió y se dedicó exclusivamente a los recién nacidos, a los bebes prematuros, que según me relata Gustavo suelen pesar apenas 400 o 500 grs. a veces y, gracias a los cuidados de médicos como él, de la tecnología que hay gracias a Dios en nuestro país, llegan a ser hombres y mujeres de bien. Lo noto cómodo mientras me habla del área donde trabaja a diario,  y me cuenta con esa sencillez que yo tanto admiro  en el pero que no me sorprende, que muchas veces le permite crear un vínculo también con las familias de sus pequeños pacientes, ya que a veces suelen estar internados 4 o 5 meses, razón por la cual el vínculo con la familia se hace inevitable y tan necesario.
   Para el doctor Gustavo Tisocco, esta pandemia que hoy nos asusta tanto y a la que le hacemos frente como podemos, aferrándonos además de los cuidados que nos piden, a Dios que nos protege y nos ayuda, no le es ajena, porque ya se ha topado a lo largo de los años que lleva al frente de su profesión con epidemias, y cosas bastante bravas. Sin embargo ahí una vez más estuvo intacta esa vocación que lleva en el alma, y que sumado a esos versos que tan bien le salen, hoy son parte de esas anécdotas que cuenta en su haber como superadas. Yo me pregunto qué significan para el su profesión y sus versos, y el me responde como si adivinara, que ambas profesiones le alimentan y curan el alma, mientras por capricho quizás del destino,  acá, el cielo que asoma a mi ventana se deja ver radiante y azul como los ojos del pibe de  mi lugar en el mundo que son idénticos a su papá.
  Por eso esta amenaza que hoy nos tiene tan preocupados para él no es ajena, la respeta, la combate desde su lugar, pero no deja que le gane la partida, si bien sabe que probablemente le va a tocar más de un caso, en mamas embarazadas o en bebes recién nacidos, tiene la seguridad de que a esta batalla, si nos cuidamos entre todos, y tomamos las medidas necesarias, si le hacemos caso a los héroes de turno como Gustavo que hoy tiene la inmensa tarea de  curarnos, a esta también la ganamos.
   Es muy difícil separar al médico del poeta, para contar este relato, pues de ambos tengo cosas lindísimas para decir y estaría horas sentada seguramente, pero hoy elijo detenerme en ese pibe de mi pueblo, que me deja como último mensaje antes de finalizar la charla, que los sueños nunca deben abandonarse, que las cosas con sacrificio siempre se alcanzan, que no debemos abandonar nunca nuestros orígenes, y que todo lo demás, simplemente, pasa.
   Yo personalmente y como yapita, me quedo con el Gustavo poeta de mi pueblo, y cada vez que tengo la posibilidad de leerlo, me transporto como en los cuentos de hadas a cada lugar que me lleva en sus versos, sin poder evitarlo, pero hoy más que nunca me pongo de pie y aplaudo con todas mis fuerzas al Doctor que vive en Buenos Aires, y que mientras yo me quedo en casa, sale a dar batalla por todos , día a día, con miedos, pero con esa vocación que no lo abandona aun a pesar de los años que lleva ejerciendo.
  Por acá Rosita lo espera como siempre, con esas empanadas que disfruta tanto cada vez que viene al pueblo, con la emoción con que lo recibe su papa negro, y sus hermanos que están tan orgullosos de su trabajo, mientras que yo me dejo llevar por los versos del poeta, y me olvido de toda esta locura un rato.
   Los veo en la próxima historia, de héroes sin capa que hoy les toca salir a cuidarnos. GRACIAS GUSTAVO POR ESE GRANITO DE ARENA, POR ESOS VERSOS, POR ALEGRARME EL ALMA TANTAS VECES, DIOS TE ILUMINE ESAS MANOS QUE TIENEN  LA POSIBILIDAD DE RECIBIR ESOS ANGELITOS QUE LLEGAN A NUESTRAS VIDAS A REVOLUCIONARLA, HASTA PRONTO POETA DE MI PUEBLO, CUIDATE GUS QUE POR ACÁ TAMBIEN VELAMOS POR VOS QUE TODOS LOS DIAS SALIS A HACER PATRIA!
                                          BETTY DE MOCORETÁ CORRIENTES
  

sábado, 28 de marzo de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD:HOY LA HISTORIA DE DANIEL





   Buenas y santas chamigo, como diría el paisano que me saluda al inicio de mis historias de aquí nomas de mi lugar en el mundo, y en estos días un poco raros en que hemos tenido que aprender a amigarnos con nosotros mismos como hace rato no lo hacíamos seguramente, esta tarde me encuentra sentada frente a mi compu, con mis amargos que hoy más que nunca, disfruto de tomarlos sola sin sentir culpa por esa costumbre mía que tantas veces me han reprochado, mientras el paisaje que tengo frente a mi hoy se me presenta nublado.
 Y para arrancar la historia que hoy les traigo, me permito detenerme en los detalles más que en las múltiples cualidades de mi héroe sin capa de turno, como he decidido llamarlos .
 Porque cuando conocí a Daniel, el Inspector de mi barrio, ese día , yo paseaba en moto  tranquila, con el casco en la mano. Entonces cuando me paro el control de los Inspectores se me salto la cadena; literal; y nos terminamos peleando. Yo por mi costumbre tonta de andar con el casco en el codo, y él por intentar explicarme que no intentaba molestarme sino más bien cuidarme. Los que me conocen saben que soy chispita así que cualquier cosa que me digan de una forma que no  parece correcta, me hace saltar sin pensarlo, y me cuesta mucho tener filtro a la hora de expresarme. Así es que le hice pasar un mal rato, a un pibe que con toda la paciencia del mundo, a pesar de que merecía que llame a mi amiga Daiana, de la que ya les he hablado, y me haga poner en vereda; me dejo seguir andando, después de hacerme poner el casco y con una sonrisa amable me dijo: te estoy cuidando. Así conocí a Daniel, hoy Jefe de Inspectores de mi Mocoretá, y que con el tiempo sin ser amigos, o compartir cosas a diario, fuimos pegando buena onda y de repente es normal que cuando me lo cruce en el pueblo, me cargue porque no suelo andar con mi inseparable cámara en mano, o se detenga nada más que a saludarme, así, como al paso, pero con una alegría y una simpleza que  mí me termino ganando. Cuando le conté mi idea estos días, fila del cajero de por medio, mientras las vecinas del barrio entre cansadas y con poca paciencia rezongaban por lo lento del trámite, me dijo : que linda idea tuviste bety, y se copó al instante para participar, aun sin saber de qué se trataba, porque como les mencione antes, Daniel no comparte cosas cotidianas de mi vida, ni pertenece al círculo de amigos que me rodea, pero para mí, es un vecino más de mi lugar en el mundo y cada vez que me lo cruzo, siempre disfruto de saludarlo, e intercambiar alguna que otra broma.
   Alguien me dijo por ahí, te vas a sorprender con la historia de Dany, vieras que tipo bien preparado; y vaya que tenía razón, porque de la misma manera que el desconocía esa faceta mía que tengo de soltar palabras en un blog de puro hobby nomas, yo tampoco sabía de la cantidad de cosas para las que el se había preparado, para llegar al lugar que tan merecido tiene hoy.
 Concordiense de nacimiento, vino a vivir en el 2014, con una linda mochila de sueños y la esperanza intacta de quien viene a buscar un futuro mejor por estos lados. Asi que empezó a capacitarse , mientras trabajaba, tarea que muchas veces se le complicaba por su trabajo ya que cursar una carrera y laburar el día a día no es cosa  sencilla, pero  a Dany eso poco le importaba, él tenía una meta y sabia adonde quería llegar. Entonces cuando se recibió de Inspector de Tránsito, supo que todo iba a empezar a cambiar, para mejorar, ya que fue ascendiendo a paso lento pero firme en su trabajo hasta convertirse en lo que es hoy. Mientras escribo la historia de Dany, como le digo yo cada vez que me lo cruzo, inevitablemente se me cruza por la cabeza, que tan poco sabemos a veces del otro con el que solemos compartir a diario, porque detrás del muchacho charlatán, simpático, humilde y buena onda que vemos muchas veces haciendo su trabajo, se esconde una persona que definitivamente esta más que preparado. Daniel se capacito en Catamarca me cuenta orgulloso y se recibió de Técnico en aplicación de Infracción de Transito, también de Inspector Bromatológico, tarea que consistía , en  controlar los negocios, la faena clandestina, concientizar la manipulación de los alimentos, dar recomendación a los negocios como debían tener su locales y así poder  lograr que los comerciantes y consumidores tomen las recomendaciones del peligro que corrían su vida al no saber manipular los alimentos o la enfermedad que transmitían ; por mencionar alguna de las cosas para las que se fue preparando, y siempre apostando a nuestro pueblo, cuando tranquilamente podría haberse vuelto a su lugar de origen. Me habla de una diplomatura en criminalística que realizo el año pasado y yo a esta altura soy una mezcla de admiración por este pibe sencillo que jamás saca chapa de todas las cosas para las que está apto y por otro lado temor porque la pucha que estamos en infracción el resto de los mortales, seguramente yo no podría realizar ni el 10 % de las actividades que hace Daniel. Disfruta de estudiar y se le nota mientras me relata todos los cursos que hizo, y dice que siempre tuvo en claro que iba a seguir estudiando todo aquello que le interesa pues es la única forma de seguir progresando.
  El presente de  Daniel lo encuentra ocupando un puesto de director de tránsito de la municipalidad de mi pueblo,  y es normal verlo en eventos, operativos, accidentes, con sus compañeros, por qué nunca perdió la esencia de trabajar en grupo, gesto que demás está decir es destacable.
Cuando hablamos de su trabajo  me deja ver su preocupación por la gente del pueblo, que muchas veces no toma conciencia de los riesgos a los que uno se expone innecesariamente  cuando nos subimos a un vehículo y no manejamos correctamente, por mencionar alguna de las tantas infracciones que solemos cometer creyéndonos muchas veces los dueños de la verdad. Me cuenta que muchas veces el día a día resulta complicado, pues es más fácil desquitarse con el que nos marca nuestro error que simplemente aceptarlo; y es que esas cosas tenemos los seres humanos a veces vio, mientras que en otras ocasiones la jornada se le pasa volando.
    Es ahí en ese momento en donde me deja asomar ese sentimiento suyo, mezcla de tristeza e impotencia de quien no entiende que su trabajo no es ni más ni menos que cuidarnos, dejando de lado su familia, perdiéndose tantos cumpleaños y momentos vividos con los suyos.
    Hoy como tantos  otros desde su lugar de trabajo a Daniel le toca “hacer patria”, y mientras pienso en que arranca a las 7 de la mañana y que muchas veces no tiene horario de llegada, se me forma un nudo en la garganta porque pienso en su familia, que lo espera en casa, preocupados, rogando que no le pase nada. Daniel es un tipo tranquilo, a pesar de tanta incertidumbre, a pesar de los malos tragos, de la ingratitud de unos cuantos cuando cumple su trabajo, siempre te regala una sonrisa, siempre tiene esa mirada  franca.
   Cada vez que me lo cruzo, tiene una palabra amable, un gesto lindo y yo sé y estoy segura que nuestra seguridad vial está en buenas manos. Mientras voy dándole forma a esta historia, de fondo la Sole suena bajito haciendo una hermosa versión de Zamba de amor en vuelo, siempre justa, siempre a tiempo, como si adivinara mis estados de ánimo.
 GRACIAS DANIEL, POR SER NUESTRO HÉROE SIN CAPA, EN ESTA  BATALLA, POR ESA ENTREGA EN TU LABURO, POR ESA SIMPLEZA, POR ESAS GANAS, LA HISTORIA DE HOY ME DEJA UNA LECCIÓN QUE ESTA BUENO COMPARTIRLA…POR ESTE LADO CADA VEZ QUE SALGO EN MOTO, ME ASEGURO DE USAR MI CASCO, PORQUE UNA CUALIDAD QUE TIENE DANY, ES QUE SABE ESTAR EN TODOS LADOS, ENTONCES YA NO ME DIVIERTE PELEARLO, SI SE QUE ME ESTA CUIDANDO.
                                            HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA CHAMIGO
                                        BETTY DE MOCORETA CORRIENTES


viernes, 27 de marzo de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE DAIANA


 Buenas y santas  me reporto en estos momentos con más alegría que nunca, desde la República de Corrientes, como diría un paisano, para traerles otra historias de las que a mí me alegran el alma. Y para contarles la  de hoy, decidí hacer caso a la gente que sabe, y escuchando un buen consejo de Martín que decidió sumarle un granito de arena a esta idea loca que tuve de contarles la historia de todos los que hoy nos toca cuidarnos, es que me fui a una fuente privilegiada e inobjetable que tengo la suerte de tener ahí nomas, del otro lado del muro de casa y tiene más historias que el diablo mire pa que se dé una idea.
   Porque Martín tiene razón en una observación acertada que me hace, y es que para contar historias de hoy, tenemos que mirar un poquitito al pasado y volver donde nuestra historia de pueblo, a buscar una referencia de algún héroe que mucho antes que nosotros supo hacer patria a su manera y que hoy más que nunca está bueno poder nombrarlo. Entonces le pregunto a mi papi, que es mi fuente inagotable  y sabia, quien fue el mejor comisario que tuvo el pueblo  para el, y papa me responde sin dudarlo, mientras se le dibuja una hermosa sonrisa, que me indica a mí que logre abrirle un lindo baúl de recuerdos. Papa me dice, el mejor comisario que tuvo este pueblo fue Anastacio “Chiro” Paniagua, mi compañero de baile y de andanzas, allá en esas épocas que íbamos a los bailes de las colonia a caballo. Las andanzas del “tordillo” como le dicen a mi papi y su amigo “chiro”, son una yapita que me guardo para más adelante y no tienen desperdicio créanme, pero para eso me van a tener que esperar un rato mas; hoy me sirven de referencia para contarles la historia de mi amiga Daiana, Day para mí, una negra de ley como esas de los relatos que me cuenta papa del pasado.
   Conozco a Day y a sus hermanos desde pequeña, y forma parte también como la mayoría de las personas de mi lugar en el mundo, de alguna anécdota que tenemos en común, porque en los pueblos chicos es inevitable y todos nos relacionamos de alguna u otra forma en algún momento.
   Tuve la suerte de ver como arrancaba su profesión ya que por esos tiempos yo hacía radio, otra de esas pasiones mías que me hace tan feliz y que extraño tanto y ella arrancaba  a estudiar para ser policía allá por el año 2007. Entonces para empezar a contar su historia, arrancamos con todo lo que ustedes ya saben y que no puede faltar en mi relato. Mate en mano, la música de Soledad que esta vez me canta bajito un tema de María Elena Walsh, que hoy, en estos tiempos de incertidumbre nos toca una fibra muy linda cada vez que la escuchamos. Suena de fondo “ la cigarra” mientras yo me concentro en escuchar atentamente a mi amiga, que me trae detalles de su vida que yo desconocía y que hoy me hacen entenderla aún más acerca del porque eligió esta profesión a la que hoy se dedica en cuerpo y alma.
   Day vuelve sin querer recordando,  a esos días en que recién empezaba, cuando le toco viajar a Paso de los Libres para poder estudiar, dejando a su pequeño Tamir de 4 años, con su mama, con todo lo que eso implicaba, pero segura de que todo ese sacrificio seria lo que le daría sus frutos una vez que se recibiera y pudiese trabajar en su pueblo: porque ese era el sueño de Daiana; desde pequeña, soñó con ser policía y trabajar en su lugar en el mundo.


La profesión que eligió sin duda alguna no es de las más habituales, ya que en esa época una policía mujer no era algo que uno encontraba seguido, pero a mi amiga eso no le importaba, como tampoco esos días en que la tristeza por estar lejos de los suyos le ganaba la partida, o el hecho de tener que aprender a viajar sola, a dedo, sin la ayuda de nadie más que su mama que incondicional estaba.
   Cuando al fin se recibió su primer destino fue un pueblito mucho más pequeño que el nuestro bety me cuenta,Guaviravi, a 80 km de  Paso de los libres y lejos de mis mapas, mientras me habla de todos los malabares que tenía que hacer para llegar a cumplir con su guardia, desde salir a la madrugada viajando sola, a pasarse días sin poder volver a su casa. Así llego después el destino Paso de los Libres, Bompland, Juan Pujol, hasta que finalmente un día allá por 2011, mi amiga recibía una noticia que sin duda alguna cambiaría para siempre su vida: el traslado a prestar servicio en el lugar que la vio crecer y donde tantas veces soñó de chica poder trabajar de lo que ella amaba.
   Así pego la vuelta a su lugar en el mundo, con toda la carga que eso lleva, porque déjenme decirles, sin temor a equivocarme, que no debe haber nada más complicado que tener que poner la ley en casa. Después la vida por esos golpes a los que nos tiene acostumbrados, para probarnos quizás para ver que tan fuertes somos, hizo que tuviera que pasarse a la parte administrativa, labor que aunque parezca sencilla  no lo es , por la enorme responsabilidad que eso implica.
    Pero todo esto cuando llego a esta parte se me hace pequeño cuando nos toca situarnos en la actualidad y en el momento que Day pasa a formar parte de esos héroes involuntarios que para que nosotros podamos estar en casa a salvo, les toca poner el pecho y contrariamente a lo que nos recomiendan todos de aislarnos en casa, se exponen todos los días a ese enemigo invisible que hoy nos tiene a todos atemorizados.
Day me habla del momento en que tuvo que dejar su licencia y presentarse a prestar servicios en estos días complicados, y es ahí donde yo me detengo sin prisa y mientras ella me relata que ese día, abrazo a su compañero de vida, a su hijo antes de salir de casa, y por primera vez , en un gesto que no suele ser propio de ella, ya que me cuenta que le cuesta ser demostrativa con aquellos que ama, le dijo cuanto los quería, y salio a “hacer patria”, con un nudo en la garganta; yo sonrió por primera vez en la charla y pienso para mis adentros, que suerte tengo de poder tenerla cerca y contarla entre los míos, esos que yo tanto quiero y mezquino de aquí nomas en mi lugar en el mundo. Mi amiga, desde que arrancó su guardia no volvió a su casa, por elección propia ya que al estar tan expuestos, encontró en ese gesto, una forma de proteger a los que mas ama. Sé que le toca una tarea difícil, que sus días se mezclan con la sensación del deber cumplido, con la frustración de que a veces los que deberíamos entender las cosas por ser justamente adultos, nos comportamos como niños y nos desquitamos con los que solo cumplen órdenes, de velar por nuestra seguridad, de tratar de mantenernos a salvo.
      Day, se detiene en su relato y me habla de la preocupación de su mamá, de sus hermanos, los mellis, ambos en las fuerzas también, cada uno con la parte que le toca, de su hermana enfermera que convive a diario en uno de los lugares donde hoy por hoy está todo más complicado, de su hermano camionero que recorre las rutas para que no nos falte nada.
   Todo por estos días es incertidumbre y miedo, a mi me cuesta diferenciar a la policía de mi amiga, para mi ambas son iguales, debe ser porque cada vez que la cruzo me saluda como siempre y me sonríe cómplice, por algún comentario mío que siempre suelo soltarle.
  OJALA TODOS SE ENCUENTREN EN SUS VIDAS UNA MINA COMO DAIANA, UNA NEGRA DE ESAS DE LEY COMO DICE PAPÁ QUE SUPO LUCHAR POR SU SUEÑO Y QUE HOY A PESAR DE ESTAR LLENA DE MIEDOS NO DUDA EN SALIR A LAS CALLES, Y APORTA SU GRANITO DE ARENA LUCHANDO PARA QUE TODO ESTO PASE, YO ME LA VOY A SEGUIR CRUZANDO, Y SIN IMPORTARME SI ANDA DE CIVIL O DE UNIFORME, AQUÍ EN MI LUGAR EN EL MUNDO, ME VOY A PONER A CHARLAR COMO SIEMPRE QUE COINCIDIMOS EN ALGUNA PARTE!
La yapita de este cuento es que cuando todo esto pase, y volvamos a nuestras vidas normales, en vez de decirle gracias de esta forma que puedo hoy, además voy a poder volver a abrazarla y contarle cuanto la quiero en alguna bailanta de esas que a las dos nos gusta disfrutar hasta que las velas ardan, como diría mi vieja y esos dichos que siempre saca de la galera y que me hacen reír con ganas.
                                          
                                 HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA CHAMIGOS
                                                           
                                                     BETTY MOCORETÁ CORRIENTES

HOY LA HISTORIA DE LAURA” DE VOLVER NACER A PARAMEDICO Y SIN ESCALAS”



  Buenas y santas diría el paisano con el que arranco mis historias y que me hacía sentir un poco sola porque no se acercaba a saludarme, pero que le encontró la vueltita, a esta prohibición de acercarnos por nuestro propio bien, mandándome superhéroes sin capa para charlar aunque sea a la distancia; que sin querer y por una iniciativa que no iba a pensar que funcionaria, resulto ser que hizo que se genere un lindo despelote de esos lindos que tanto me gusta contarles.


Así llego a mí la historia de Laura, una piba de mi pueblo con la que charle anoche por teléfono, justo después de que termine su turno, pero que acepto encantada cuando le conté de esas ganas mías un poco raras de decir gracias y aportar un granito de arena a esta causa. Mi protagonista de hoy tiene una de las profesiones más lindas y que mejor que su historia para poder homenajearla: Laurita es paramédico, con todo lo que eso implica en estos tiempos, y es una profesión en mi caso nueva, ya que no había oído mucho de ella, pero que me llego de la mano de mi hermana Perla, o de mi amiga Romy de Mercedes que encontraron en ella su vocación de ayudar a los demás. Entonces me preparo mis infaltables amargos, y arranco a escuchar a mi compueblana que empieza su relato diciéndome que su vida empezó de nuevo a los 17 años después de un grave accidente automovilístico que sin duda alguna marco un antes y un después en su destino. De repente en la charla aparece su abuela, que menciona varias veces en su relato, gestora de grandes valores que supo inculcarle, acerca de tener lo suyo, de luchar por sus ideales, de no rendirse nunca y de seguir pase lo que pase. Laura es secretaria auxiliar contable, auxiliar farmacéutica, catequista, tesorera del CAM, uno de los clubes de nuestro pueblo, profe de tejido en una escuela para adultos, mama full time, y por si fuera poco hoy paramédico. Y saben que es lo que tienen en común todas estas profesiones por las cuales paso mi entrevistada: es que todas fueron Add Honorem. Cuando la escucho decirme eso, cuando me habla de ese sentido y de esas ganas de ayudar al otro sin esperar nada a cambio , por el solo hecho de agradecer nomas una segunda oportunidad que le dio Dios de seguir por estos lados , es que me detengo un segundo, y se me forma un lindo nudo en la garganta mientras pienso para mis adentros sonriendo, esta piba sí que entendió todo. Cuantos podrían imitarla, y en este pensamiento no va un palito para nadie, sino más bien como decía mi abuelo “ a quien le quepa el poncho que se lo ponga”. Porque para llegar donde llego, esta guainita como decimos aca en mis pagos, que muchas veces me cruzo en las calles de mi lugar en el mundo y con la que cruzamos saludo y seguimos, se preparó en cada una de las áreas  que se formó bancándoselas solita, con el apoyo de los suyos, que orgullosos como cada uno de los que nos quieren siempre han sabido apoyarla. En medio de nuestra charla surge muchas veces la palabra “señales de Dios”, que a medida que va pasando el tiempo, cuando las fuerzas a veces amenazan con aflojarle, por aquellas cosas que a todos nos pasan y nos hacen bajar la guardia, a ella le sirven como empujón para saber que está en el lugar indicado, y que por más que le digan que aun su carrera por ejemplo aún no tiene el reconocimiento que debería, y siempre se habla a futuro de los paramédicos, ella sabe que es ahí donde debe quedarse. Yo la escucho atentamente y mientras me habla me deja escapar sus sentimientos, y un par de veces la noto quebrarse, me habla de sus miedos, de todos los cuidados que toma al salir de casa y al volver, de su frustración cuando su laburo no es del todo reconocido, a pesar de que ellos le ponen el alma en cada guardia. Sin embargo ella sigue firme, segura, hablándome desde la resiliencia de quien ha pasado trago amargos, pero que aun así conserva intacta su vocación de ayudar al otro. Tengo muchas en común con Laura, desde esa abuela que le inculco valores tan lindos, esos hermanos que yo conozco y que son tan unidos como lo soy yo con los míos, pero  me tengo que detener en Oscar “Tweety” para mí, uno de ellos, que cada vez que me lo cruzo se ríe de ese apodo que le puse hace años y que a pesar de haber pasado tanto tiempo cuando volvemos a charlar vía face siempre nos hace reír como en esas épocas. Esto solo me pasa en mi pueblo, y tiene que ver con el hecho de haber compartido parte de mi adolescencia con muchos de los protagonistas de mis historias que seguramente y si logro que se animen, voy a seguir contando. Pero hay una cosa que me emociona de forma particular en mi protagonista y me conecta directamente con lo que yo soy: Laura es una mina que va al frente, que se juega por lo que ama, que lucha sin dar el brazo a torcer, pero que no abandona nunca sus sueños, y eso no se compra con nada. Cuando le conté mi idea, acepto sin ponerme ninguna traba, y nos pusimos mano a la obra, ella contándome su rutina diaria, mientras yo en mi cabeza empezaba a ordenar las palabras que como siempre que me llega una historia se empiezan a amontonar y se me quieren salir todas juntas. Entonces repito el ritual que no me falla a la hora de contarlas: preparo mi mate amargo, pongo al azar algún temita de esa Sole que yo amo tanto, sonando bajito y que por un capricho del destino, siempre me lleva al lugar indicado, me siento en el patio de mi casa, lugar que realmente hoy considero privilegiado y me dejo llevar por ese duende festivalero que yo digo que me muestra las palabras correctas.
   Por acá las cosas no cambian, yo voy a seguir cruzándome a Laura en el pueblo, nos vamos a saludar como siempre, ella va a cumplir seguramente cada meta que se proponga, y ese reconocimiento que anhela hoy en su profesión y que aún se le hace esquivo, va a llegar antes de lo que se imagine, porque para quien pone el alma entera en lo que hace, siempre hay una recompensa.
   Ojalá les guste la historia de Laura, un paramédico de mi lugar en el mundo, o de “Mi Mocoreta” como dice ella orgullosa. En mi caso,  cuando pensé en cómo podía decir gracias a mi manera, no se me ocurrió otra cosa que hacerlo desde algo que yo amo hacer y que me permite soltar palabras. 
La yapita final que me guardo es cuando nos toca elegir las fotos para ilustrar mi escrito, ud. entenderá de que hablo señora, es que a las chicas a veces nos cuesta un poquito decidirnos en estas cuestiones, de puro vuelteras nomas.
     GRACIAS LAURA POR CUIDARME EN ESTOS TIEMPOS DIFÍCILES, POR SER SIN DUDAS HOY UN HÉROE SIN CAPA DE ESOS QUE YO TAN ORGULLOSA ME SIENTO, PORQUE TODOS DEBEN SABER QUE DETRÁS DE CADA UNO DE ELLOS, Y DEL ESFUERZO QUE HACEN DÍA A DÍA PARA PODER CUIDARNOS, HAY PERSONAS SIMPLES, CON HISTORIAS COMO LAS TUYAS, LAS MÍAS Y QUE MERECEN SER CONTADAS.
                                          HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA
                                                BETTY DE MOCORETA CORRIENTES!
  

jueves, 26 de marzo de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY : HÉROES SIN CAPA, QUE HOY SALEN A CUIDARNOS



   Buenas y santas dice el paisano que me saluda a la distancia y como ya estoy tan acostumbrada en estos tiempos, aquí sentada  desde el paisaje privilegiado que tengo en el patio de mi casa, cuidándome, y cuidando a  los que quiero y a todos aquellos que veo cuando recorro las calles de mi pueblo haciendo mandados, ya cada vez menos porque definitivamente tenemos que quedarnos en casa si queremos salir de esta, pero no me quiero poner en modo repetitivo acerca de las medidas que ya todos sabemos que tenemos que tomar, y es entonces cuando decido ponerle una fichita a todos los argentinos imaginándome que estamos todos cumpliendo la cuarentena pedida por nuestro presidente.
 Y no se crean que todo es color de rosa, ya que como a la mayoría de ustedes les pasa, parece ser que ponerle el freno de mano a esta vorágine que tenemos todos en nuestro loco andar cotideano, no es fácil.  Algunos  descargan su ira en las redes sociales, otros nos dan tutoriales de cómo mantenernos en forma en casa (única tarea que debo decir aún no he puesto en práctica a pesar de tener al mejor profe de educación física como sobrino  que suspira resignado cada vez que  que hablamos de empezar el gimnasio” ), otros nos enseñan manualidades, y así sucesivamente cada uno desde su lugar aporta este granito de arena tan necesario que hoy en día se nos hace tan importante.
En mi caso desde hace varios días me viene dando vueltas en la cabeza una loca idea , que me surgió escuchando los aplausos diarios a los que hoy nos cuidan de diferentes formas: médicos, enfermeros, fuerzas de seguridad, camioneros, comerciantes, aquel cosechador de mi pueblo que no puede detener su marcha y tiene que salir a ganarse el mango todos los días y todo aquel que mientras yo puedo estar en casa debe salir a “ hacer patria como dice mi vieja”. Entonces se me aparecieron las caras de mucha gente con la que yo comparto a diario en mi pueblo, de diferentes rubros que encajan en esto que quiero hacer y pensé: porque no ponerles nombre  y hacer conocer a quien quiera leerme cada una de esas historias que merecen ser contadas, porque se nos tiene que inflar el pecho de orgullo por la tarea que hoy tan dignamente llevan.
  Como muchos de ustedes saben escribo un blog contando historias del mundo de “Soledad”, la sole para todos y las experiencias de cada uno de los que viajamos a verla por cuanto lado podemos hace ya tanto tiempo. Es un espacio que fue creado con la idea de compartir experiencias, transmitir alegría y hacer conocer al mundo una partecita de mi que me hace inmensamente feliz. Hoy creo que es justo y necesario contarle al mundo historias de gente de mi pueblo que a mi me da particularmente orgullo porque a través de una profesión tan noble, hacen que yo pueda estar sentada aqui escribiendo estas líneas.
  Entonces le cuento a mis amigos mi idea y me empiezan a llover nombres, historias, de todos lados, quien no tiene una hermana que es enfermera , un tío medico, un papa comerciante que debe abrir su negocio a diario para abastecernos, un hermano camionero que recorre las rutas llevando insumos, y yo descubro de repente que eso que surgió como una idea loca mía se transformó en una hermosa cadena de héroes que empiezan a tomar forma real en mi cabeza.
  Si tengo que ordenar este cuento debo empezar por ejemplo por quien nos gobierna, un pibe joven en los zapatos de los cuales no me gustaría estar en estos días realmente, porque como capitán de nuestro pueblo tiene la inmensa responsabilidad de tomar las decisiones correctas en tiempo y en forma, la pucha que no te envidio "Juampi" como le decimos cariñosamente   a nuestro intendente y que cuando le transmití mi idea, a pesar de estar ocupado no solo me dio su aval sino que me tiro toda la buena onda para hacerlo realidad y se puso a disposición para difundirlo. A veces en las cosas simples están los grandes gestos, y cada uno colabora desde el lugar que puede y mejor le sale. A mi me sale escribir y desde este humilde espacio es que hoy me nace decirle gracias a todas las enfermeras que me rodean por ejemplo, entre las cuales esta Julieta, mi compañera de escuela  y mi Tia Rosa que junto a un montón de enfermeras nos atienden  genial en el hospital cada vez que vamos con alguna dolencia, el doctor Diego que por suerte nunca me tuvo como paciente pero si , me tuvo incontables veces como acompañante ya que soy el chofer designado en la familia para estos casos, y que siempre te recibe con una sonrisa amable, con esa templanza que es tan necesaria  en esos momentos donde uno va lleno de incertidumbre y miedo con algún familiar cercano. Entonces cuando llegas y te recibe un hombrecito de guardapolvo blanco y mirada serena vos te permitís relajarte y saber que va a estar todo bien, o que por lo menos va a dejar lo mejor de sí para lograrlo. No comparto cosas cotidianas con el medico de mi pueblo, pero cada vez que me ha tocado llegar por alguna razón hasta el hospital de Mocoreta y me ha recibido, siempre me encontré con el mismo trato, muchas veces me vengo pensando que debe tener tantos o mas problemas que yo en su vida diaria y su profesión, sin embargo eso no le quita lo amable  con los demás . Como no me va a salir homenajearlo desde mi pequeño lugar. Andando estos días en que uno debe cumplir las leyes decretadas veo todas las fuerzas de seguridad andando en las calles como hace tiempo no veía, e inevitablemente pienso en mi amiga Dahiana, “Day” para quienes la conocemos, y con quien tuve la suerte de laburar hace mucho tiempo cuando yo trabajaba en radio y ella apenas empezaba a soñar con convertirse en policía,o en Matias Vallejos un pibe que conozco y quiero mucho y que hace un tiempo fue noticia por una  hermosa acción que realizo cumpliendo con su deber y que le valió un agradecimiento lindo del que todos nos alegramos, Diego Perez, el melli para mí,  y tantos jóvenes de mi lugar que   que forman parte de prefectura, hoy a cargo de patrullar las calles de nuestra ciudad, o ciudades lejanas donde están cumpliendo servicios arriesgándose día a día en pos de nuestra seguridad.
 Los muchachos que custodian el tránsito y que muchas veces nos han parado para darnos algún que otro reto por nuestro bien también merecen un reconocimiento especial pues hoy les toca estar en las calles cumpliendo con  su trabajo. Los paramédicos de mi pueblo que a dios gracias  se han multiplicado y hoy los veo a la par de los médicos y enfermeros me llenan de alegría y me nace saludarlos, en Dahiana que es una compañera de mi hija de colegio, en Naty Arosio,  va mi saludo para cada uno de sus compañeros que hoy ponen su granito de arena para sacarnos adelante, con su ambo azul como bandera.
  Hay tanta gente para contar y agradecer que por suerte me podría pasar días y días relatando, y seguramente para ordenarnos vamos a arrancar por rubro así vamos conociéndolos mejor y sus historias se van multiplicando, así que para no hacerme tan extensa  voy terminando mencionando a los camioneros que recorren las rutas de argentina, para que estemos abastecidos y no nos falte nada, tengo miles de amigos camioneros que día a día salen a ganarse el mango y cuando me toque escribir sobre ellos a todos los voy a ir nombrando, hoy elijo saludarlos nombrando a mi compadre Martin, “Cuchi” para los que lo queremos, y en el a todos los que siguen girando sin parar.
  La idea  de este blog es ir contándoles las historias de cada uno de estos héroes que hoy les toca ponerse este mal trago al hombro y deben sacrificarse mientras nosotros estamos a salvo en nuestros hogares, ojala se copen y nos hagan llegar las historias de todos, por privado las vamos a ir recolectando, yo solo les pongo mi toque y las echo a andar para quien quiera leerlas, me pareció un lindo gesto,  una linda forma de homenajearlos, se que se vienen  tiempos difíciles y se que debemos estar preparados, pero también se y tengo la seguridad de que esta salimos chamigo.
  Mi último reconocimiento es para el gran capitán de nuestro barco, un tipo sencillo,capaz y diferente que hoy le toca bailar con la mas fea como dirían aquí en mis pagos,mis saludos a nuestro señor presidente que sin duda alguna, sin buscar ningún culpable, se puso la patria al hombro y arranco como pudo, a él , en nombre de todos le quiero decir que no está solo, somos muchos los que queremos ayudarlo, cada uno desde su lugarcito, pero con el corazón en la mano. Esto no se trata de banderas políticas, de religiones, ni de clases sociales, esto se trata de estar unidos, y ponerle el pecho que la ganamos.
                                         ¡HASTA LA PROXIMA HISTORIA CHAMIGOS!
                                                                                  BETTY DE MOCORETA CORRIENTES