Buenas y santas diría un paisano que me
acompaña fiel por estos días, y hace que
este encierro no se me haga tan pesado,
así que mientras establecemos unas charlas imaginarias en las que mateamos como antes, me trae una linda
historia para contarles, ya que mi protagonista de hoy, al igual que Laura,
ejerce una de las profesiones más lindas: NATY ES PARAMÉDICO, y a pesar de su
corta edad, se las ingenió para hacer mil cosas a la vez, mientras suena bajito
en el patio del vecino, un tema de Carlos Vives, que es pura alegría, como la
pibita de la cual hoy les vengo a hablar
Transitando sus primeros pasos en esa
carrera que eligió para que sea su forma
de vida, Naty me cuenta que se decidió a estudiar a través de su mama, que
estaba cursando enfermería, y que por esos golpes que a veces nos da la vida,
no pudo terminar de estudiar pues se enfermó, pero que solía contar a su niña,
la satisfacción por ayudar a los demás, por tener la posibilidad de hacer algo
por el prójimo. Entonces cuando tiempo después surgió la carrera de paramédico,
no lo dudo y se inscribió para ver qué pasaba. Naty tiene una frase de que
suele usar en algunas de sus redes y que dice algo así como “todos merecemos bellos milagros” y ya lo creo que es así. Voy a contar un detalle muy
mío, de porque la mencione a ella en la primer historia que realice sobre esta
locura de decir gracias de alguna u otra manera
a todos aquellos que nos cuidan de esta pandemia. Naty es el fiel
reflejo de la piba simple, de sonrisa tímida, pero de corazón gigante, que
ayuda al otro sin mirar a quien, por el solo hecho de hacerlo nomas, dueña de
unos valores hermosos que le supieron inculcar sus papas.
La vez pasaba cuando hacia una lista mental
de las personas a las que me gustaría entrevistar, me cruce con una publicación
de una amiga de Naty ; Mariel,que posteaba orgullosa una foto de ella, en uno de los
puestos donde suele desempeñarse, como todos los paramédicos de aquí,
y le agradecía orgullosa porque mientras los demás nos podíamos quedar en casa,
esta piba salía a cuidarnos. Entonces pensé en su compañero de vida, en Walter,
y en sus niños; en esa familia suya que logro formar y que cuida con tanto
esmero, y a la que deja angustiada cada vez que le toca trabajar. Ella suele
realizar turnos de 8 hs,en los puestos que están sobre la ruta de nuestra ciudad y controla la temperatura de los que transitan entre sus actividades diarias.
Naty tardo dos años en recibirse de
paramédico, muchas veces, tuvo ganas de dejar, me cuenta que le fue difícil
otras tantas, pero que cuando obtuvo su título supo que todo aquello había
valido la pena. Como a todos, esta terrible pandemia, la tomo de sorpresa pero
en su caso, tuvo que salir a ponerle el pecho, y en vez de quedarse en casa con
sus niñas, o irse a lo de sus papas, a los que extraña mucho y no ve hace
tiempo justamente en su afán de cuidarlos, ella decidió jugarse por esa linda
vocación que la acompaña y a pesar de ser muy jovencita como suelo decirle yo,
para tener tanta responsabilidad, ella se va con toda esa alegría que la
caracteriza a cumplir su guardia , encomendándose a Dios, y rogando que no pase
nada, y que pueda proteger a los que ama, pero sin dejar de ayudar al otro,
como le enseño y le contó tantas veces su mama, cuando solía hablarle de lo
lindo que era el ambiente de la salud.
La historia de mi
protagonista de hoy no tiene tantos datos específicos, pero ya lo creo que no
es casualidad, cuando me decidí a contar su vida, lo primero que se me cruzo
por la cabeza, es como lograría transmitirles a todos los que me leen, esa
alegría que tiene Naty, y esa ilusión con la que sale a cumplir con su labor, y
es aquí donde las palabras de Laura, su compañera de jornada muchas veces,
vuelven a resonar mas fuertes. Ella habla de esas señales que te da la vida,
para saber que estas en el lugar
correcto y que te debes quedar, a pesar de que muchas veces todo se vuelva
pesado, aun a pesar de lo ingrato que resulta el no ser reconocidos otras
tantas como deberían, a ella parece no
importarle, tiene todas sus energías puestas en ir detrás de sus
sueños,y todo lo demás , en algún momento llegara, mientras se pone orgullosa
su ambo, y sale a dejar lo mejor de si, con esa sonrisa franca que es tan
contagiosa y que te hace saber , cada vez que te la cruzas, que todavía hay
gente buena, como Naty, como tantas mas.
La yapita de esta historia, y mientras busco una palabra para definir a mi invitada, me deja una linda enseñanza, de esas que vale la pena contar.
Naty sale todos los días a luchar por su futuro, dejando en casa a sus niñas que la esperan en casa, y muchas veces le tocan jornadas lindas, guardias en calma, pero otras, los regresos a casa no son tan fáciles,y seguramente aun no nos llegó la peor parte, pero a esta pibita poco le importa; ella ademas de su ambo y sus esperanzas, lleva como bandera una linda alegría, por donde quiera que vaya, si te la cruzas por ahí, te regala esa sonrisa franca, que te predispone de otra manera siempre. A mi me pasa cada vez que la veo, es por eso que fue decidí nombrarla cuando arranque con esa idea.
GRACIAS NATY POR ESA ALEGRÍA QUE LLEVAS, POR DONDE QUIERA QUE VAYAS, POR CUIDARNOS, POR CUIDARTE Y POR NO DEJAR DE SER NUNCA ESA GUAINITA SIMPÁTICA, DE CORAZÓN GIGANTE DISPUESTA SIEMPRE A DAR UNA MANO!!
HASTA LA PRÓXIMA
HISTORIA!
BETTY
DE MOCORETA CORRIENTES