Buenas y santas chamigo, como diría el paisano que me
saluda al inicio de mis historias de aquí nomas de mi lugar en el mundo, y en
estos días un poco raros en que hemos tenido que aprender a amigarnos con
nosotros mismos como hace rato no lo hacíamos seguramente, esta tarde me
encuentra sentada frente a mi compu, con mis amargos que hoy más que nunca,
disfruto de tomarlos sola sin sentir culpa por esa costumbre mía que tantas
veces me han reprochado, mientras el paisaje que tengo frente a mi hoy se me
presenta nublado.
Y para arrancar la
historia que hoy les traigo, me permito detenerme en los detalles más que en
las múltiples cualidades de mi héroe sin capa de turno, como he decidido
llamarlos .
Porque cuando conocí
a Daniel, el Inspector de mi barrio, ese día , yo paseaba en moto tranquila, con el casco en la mano. Entonces
cuando me paro el control de los Inspectores se me salto la cadena; literal; y
nos terminamos peleando. Yo por mi costumbre tonta de andar con el casco en el
codo, y él por intentar explicarme que no intentaba molestarme sino más bien
cuidarme. Los que me conocen saben que soy chispita así que cualquier cosa que
me digan de una forma que no parece
correcta, me hace saltar sin pensarlo, y me cuesta mucho tener filtro a la hora
de expresarme. Así es que le hice pasar un mal rato, a un pibe que con toda la
paciencia del mundo, a pesar de que merecía que llame a mi amiga Daiana, de la
que ya les he hablado, y me haga poner en vereda; me dejo seguir andando, después
de hacerme poner el casco y con una sonrisa amable me dijo: te estoy cuidando. Así conocí a Daniel, hoy Jefe de Inspectores de mi Mocoretá, y que con el
tiempo sin ser amigos, o compartir cosas a diario, fuimos pegando buena onda y
de repente es normal que cuando me lo cruce en el pueblo, me cargue porque no
suelo andar con mi inseparable cámara en mano, o se detenga nada más que a
saludarme, así, como al paso, pero con una alegría y una simpleza que mí me termino ganando. Cuando le conté mi
idea estos días, fila del cajero de por medio, mientras las vecinas del barrio
entre cansadas y con poca paciencia rezongaban por lo lento del trámite, me
dijo : que linda idea tuviste bety, y se copó al instante para participar, aun
sin saber de qué se trataba, porque como les mencione antes, Daniel no comparte
cosas cotidianas de mi vida, ni pertenece al círculo de amigos que me rodea,
pero para mí, es un vecino más de mi lugar en el mundo y cada vez que me lo cruzo,
siempre disfruto de saludarlo, e intercambiar alguna que otra broma.
Alguien me dijo
por ahí, te vas a sorprender con la historia de Dany, vieras que tipo bien
preparado; y vaya que tenía razón, porque de la misma manera que el desconocía
esa faceta mía que tengo de soltar palabras en un blog de puro hobby nomas, yo
tampoco sabía de la cantidad de cosas para las que el se había preparado, para
llegar al lugar que tan merecido tiene hoy.
Concordiense de nacimiento,
vino a vivir en el 2014, con una linda mochila de sueños y la esperanza intacta
de quien viene a buscar un futuro mejor por estos lados. Asi que empezó a
capacitarse , mientras trabajaba, tarea que muchas
veces se le complicaba por su trabajo ya que cursar una carrera y laburar el día
a día no es cosa sencilla, pero a Dany eso poco le importaba, él tenía una
meta y sabia adonde quería llegar. Entonces cuando se recibió de Inspector de Tránsito, supo que todo iba a empezar a cambiar, para
mejorar, ya que fue ascendiendo a paso lento pero firme en su trabajo hasta
convertirse en lo que es hoy. Mientras escribo la historia de Dany, como le
digo yo cada vez que me lo cruzo, inevitablemente se me cruza por la cabeza,
que tan poco sabemos a veces del otro con el que solemos compartir a diario,
porque detrás del muchacho charlatán, simpático, humilde y buena onda que vemos
muchas veces haciendo su trabajo, se esconde una persona que definitivamente
esta más que preparado. Daniel se capacito en Catamarca me cuenta orgulloso y
se recibió de Técnico en aplicación de Infracción de Transito, también de
Inspector Bromatológico, tarea que consistía , en controlar los negocios, la faena clandestina,
concientizar la manipulación de los alimentos, dar recomendación a los negocios
como debían tener su locales y así poder lograr que los comerciantes y consumidores
tomen las recomendaciones del peligro que corrían su vida al no saber manipular
los alimentos o la enfermedad que transmitían ; por mencionar alguna de las
cosas para las que se fue preparando, y siempre apostando a nuestro pueblo,
cuando tranquilamente podría haberse vuelto a su lugar de origen. Me habla de
una diplomatura en criminalística que realizo el año pasado y yo a esta altura
soy una mezcla de admiración por este pibe sencillo que jamás saca chapa de
todas las cosas para las que está apto y por otro lado temor porque la pucha
que estamos en infracción el resto de los mortales, seguramente yo no podría realizar
ni el 10 % de las actividades que hace Daniel. Disfruta de estudiar y se le
nota mientras me relata todos los cursos que hizo, y dice que siempre tuvo en
claro que iba a seguir estudiando todo aquello que le interesa pues es la única
forma de seguir progresando.
El presente de
Daniel lo encuentra ocupando un puesto de director de tránsito de la
municipalidad de mi pueblo, y es normal verlo en eventos, operativos, accidentes,
con sus compañeros, por qué nunca perdió la esencia de trabajar en grupo, gesto
que demás está decir es destacable.
Cuando hablamos de su trabajo me deja ver su preocupación por la gente del
pueblo, que muchas veces no toma conciencia de los riesgos a los que uno se
expone innecesariamente cuando nos
subimos a un vehículo y no manejamos correctamente, por mencionar alguna de las
tantas infracciones que solemos cometer creyéndonos muchas veces los dueños de
la verdad. Me cuenta que muchas veces el día a día resulta complicado, pues es más
fácil desquitarse con el que nos marca nuestro error que simplemente aceptarlo;
y es que esas cosas tenemos los seres humanos a veces vio, mientras que en
otras ocasiones la jornada se le pasa volando.
Es ahí en ese
momento en donde me deja asomar ese sentimiento suyo, mezcla de tristeza e
impotencia de quien no entiende que su trabajo no es ni más ni menos que cuidarnos,
dejando de lado su familia, perdiéndose tantos cumpleaños y momentos vividos
con los suyos.
Hoy como tantos
otros desde su lugar de trabajo a Daniel
le toca “hacer patria”, y mientras pienso en que arranca a las 7 de la mañana y
que muchas veces no tiene horario de llegada, se me forma un nudo en la
garganta porque pienso en su familia, que lo espera en casa, preocupados,
rogando que no le pase nada. Daniel es un tipo tranquilo, a pesar de tanta
incertidumbre, a pesar de los malos tragos, de la ingratitud de unos cuantos
cuando cumple su trabajo, siempre te regala una sonrisa, siempre tiene esa
mirada franca.
Cada vez que me
lo cruzo, tiene una palabra amable, un gesto lindo y yo sé y estoy segura que
nuestra seguridad vial está en buenas manos. Mientras voy dándole forma a esta
historia, de fondo la Sole suena bajito haciendo una hermosa versión de Zamba
de amor en vuelo, siempre justa, siempre a tiempo, como si adivinara mis
estados de ánimo.
GRACIAS DANIEL,
POR SER NUESTRO HÉROE SIN CAPA, EN ESTA
BATALLA, POR ESA ENTREGA EN TU LABURO, POR ESA SIMPLEZA, POR ESAS GANAS,
LA HISTORIA DE HOY ME DEJA UNA LECCIÓN QUE ESTA BUENO COMPARTIRLA…POR ESTE LADO
CADA VEZ QUE SALGO EN MOTO, ME ASEGURO DE USAR MI CASCO, PORQUE UNA CUALIDAD
QUE TIENE DANY, ES QUE SABE ESTAR EN TODOS LADOS, ENTONCES YA NO ME DIVIERTE
PELEARLO, SI SE QUE ME ESTA CUIDANDO.
HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA CHAMIGO
BETTY
DE MOCORETA CORRIENTES
Gracias Daniel y Betina...
ResponderEliminarGracias Daniel poco te conozco pero con solo tratarte se nota q tenes un agel adentro ...cuidate y Dios te protegera
ResponderEliminarUna gran persona el Dani, soy de concordia y cuando decidió irse a Mocoreta, sabíamos que lo íbamos a extrañar pero me pone muy feliz que nunca dejo de ser esa persona charlatana, buena persona y humilde. Una gran persona. Mis abrazos para mi amigo. Se lo extraña.
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