Buenas y santas dice el paisano que me
saluda a la distancia y como ya estoy tan acostumbrada en estos tiempos, aquí sentada desde el paisaje privilegiado que tengo en el
patio de mi casa, cuidándome, y cuidando a
los que quiero y a todos aquellos que veo cuando recorro las calles de
mi pueblo haciendo mandados, ya cada vez menos porque definitivamente tenemos
que quedarnos en casa si queremos salir de esta, pero no me quiero poner en
modo repetitivo acerca de las medidas que ya todos sabemos que tenemos que
tomar, y es entonces cuando decido ponerle una fichita a todos los argentinos imaginándome
que estamos todos cumpliendo la cuarentena pedida por nuestro presidente.
Y no se crean que todo es color de rosa, ya
que como a la mayoría de ustedes les pasa, parece ser que ponerle el freno de
mano a esta vorágine que tenemos todos en nuestro loco andar cotideano, no es fácil. Algunos
descargan su ira en las redes sociales, otros nos dan tutoriales de cómo
mantenernos en forma en casa (única tarea que debo decir aún no he puesto en práctica
a pesar de tener al mejor profe de educación física como sobrino que suspira resignado cada vez que que hablamos de empezar el gimnasio” ), otros
nos enseñan manualidades, y así sucesivamente cada uno desde su lugar aporta
este granito de arena tan necesario que hoy en día se nos hace tan importante.
En mi caso
desde hace varios días me viene dando vueltas en la cabeza una loca idea , que
me surgió escuchando los aplausos diarios a los que hoy nos cuidan de diferentes
formas: médicos, enfermeros, fuerzas de seguridad, camioneros, comerciantes, aquel
cosechador de mi pueblo que no puede detener su marcha y tiene que salir a
ganarse el mango todos los días y todo aquel que mientras yo puedo estar en
casa debe salir a “ hacer patria como dice mi vieja”. Entonces se me
aparecieron las caras de mucha gente con la que yo comparto a diario en mi
pueblo, de diferentes rubros que encajan en esto que quiero hacer y pensé:
porque no ponerles nombre y hacer
conocer a quien quiera leerme cada una de esas historias que merecen ser
contadas, porque se nos tiene que inflar el pecho de orgullo por la tarea que
hoy tan dignamente llevan.
Como muchos de ustedes saben escribo un blog
contando historias del mundo de “Soledad”, la sole para todos y las
experiencias de cada uno de los que viajamos a verla por cuanto lado podemos
hace ya tanto tiempo. Es un espacio que fue creado con la idea de compartir
experiencias, transmitir alegría y hacer conocer al mundo una partecita de mi
que me hace inmensamente feliz. Hoy creo que es justo y necesario contarle al
mundo historias de gente de mi pueblo que a mi me da particularmente orgullo
porque a través de una profesión tan noble, hacen que yo pueda estar sentada
aqui escribiendo estas líneas.
Entonces le cuento a mis amigos mi idea y me
empiezan a llover nombres, historias, de todos lados, quien no tiene una
hermana que es enfermera , un tío medico, un papa comerciante que debe abrir su
negocio a diario para abastecernos, un hermano camionero que recorre las rutas
llevando insumos, y yo descubro de repente que eso que surgió como una idea
loca mía se transformó en una hermosa cadena de héroes que empiezan a tomar forma
real en mi cabeza.
Si tengo que ordenar este cuento debo empezar
por ejemplo por quien nos gobierna, un pibe joven en los zapatos de los cuales
no me gustaría estar en estos días realmente, porque como capitán de nuestro
pueblo tiene la inmensa responsabilidad de tomar las decisiones correctas en
tiempo y en forma, la pucha que no te envidio "Juampi" como le decimos
cariñosamente a nuestro intendente
y que cuando le transmití mi idea, a pesar de estar ocupado no solo me dio su
aval sino que me tiro toda la buena onda para hacerlo realidad y se puso a disposición para difundirlo. A veces en las
cosas simples están los grandes gestos, y cada uno colabora desde el lugar que
puede y mejor le sale. A mi me sale escribir y desde este humilde espacio es
que hoy me nace decirle gracias a todas las enfermeras que me rodean por
ejemplo, entre las cuales esta Julieta, mi compañera de escuela y mi Tia Rosa que junto a un montón de enfermeras nos atienden genial en el hospital cada vez que vamos con alguna dolencia,
el doctor Diego que por suerte nunca me tuvo como paciente pero si , me tuvo
incontables veces como acompañante ya que soy el chofer designado en la familia
para estos casos, y que siempre te recibe con una sonrisa amable, con esa
templanza que es tan necesaria en esos
momentos donde uno va lleno de incertidumbre y miedo con algún familiar
cercano. Entonces cuando llegas y te recibe un hombrecito de guardapolvo blanco
y mirada serena vos te permitís relajarte y saber que va a estar todo bien, o
que por lo menos va a dejar lo mejor de sí para lograrlo. No comparto cosas
cotidianas con el medico de mi pueblo, pero cada vez que me ha tocado llegar
por alguna razón hasta el hospital de Mocoreta y me ha recibido, siempre me encontré
con el mismo trato, muchas veces me vengo pensando que debe tener tantos o mas
problemas que yo en su vida diaria y su profesión, sin embargo eso no le quita
lo amable con los demás . Como no me va a salir
homenajearlo desde mi pequeño lugar. Andando estos días en que uno debe cumplir
las leyes decretadas veo todas las fuerzas de seguridad andando en las calles
como hace tiempo no veía, e inevitablemente pienso en mi amiga Dahiana, “Day”
para quienes la conocemos, y con quien tuve la suerte de laburar hace mucho
tiempo cuando yo trabajaba en radio y ella apenas empezaba a soñar con
convertirse en policía,o en Matias Vallejos un pibe que conozco y quiero mucho
y que hace un tiempo fue noticia por una
hermosa acción que realizo cumpliendo con su deber y que le valió un
agradecimiento lindo del que todos nos alegramos, Diego Perez, el melli para mí,
y tantos jóvenes de mi lugar que que
forman parte de prefectura, hoy a cargo de patrullar las calles de nuestra
ciudad, o ciudades lejanas donde están cumpliendo servicios arriesgándose día a
día en pos de nuestra seguridad.
Los muchachos
que custodian el tránsito y que muchas veces nos han parado para darnos algún que
otro reto por nuestro bien también merecen un reconocimiento especial pues hoy
les toca estar en las calles cumpliendo con
su trabajo. Los paramédicos de mi pueblo que a dios gracias se han multiplicado y hoy los veo a la par de
los médicos y enfermeros me llenan de alegría y me nace saludarlos, en Dahiana
que es una compañera de mi hija de colegio, en Naty Arosio, va mi saludo para cada uno de sus compañeros
que hoy ponen su granito de arena para sacarnos adelante, con su ambo azul como
bandera.
Hay tanta gente para contar y agradecer que
por suerte me podría pasar días y días relatando, y seguramente para ordenarnos
vamos a arrancar por rubro así vamos conociéndolos mejor y sus historias se van
multiplicando, así que para no hacerme tan extensa voy terminando mencionando a los camioneros
que recorren las rutas de argentina, para que estemos abastecidos y no nos falte
nada, tengo miles de amigos camioneros que día a día salen a ganarse el mango y
cuando me toque escribir sobre ellos a todos los voy a ir nombrando, hoy elijo
saludarlos nombrando a mi compadre Martin, “Cuchi” para los que lo queremos, y
en el a todos los que siguen girando sin parar.
La idea de este blog es ir contándoles las historias
de cada uno de estos héroes que hoy les toca ponerse este mal trago al hombro y
deben sacrificarse mientras nosotros estamos a salvo en nuestros hogares, ojala
se copen y nos hagan llegar las historias de todos, por privado las vamos a ir
recolectando, yo solo les pongo mi toque y las echo a andar para quien quiera
leerlas, me pareció un lindo gesto, una
linda forma de homenajearlos, se que se vienen
tiempos difíciles y se que debemos estar preparados, pero también se y
tengo la seguridad de que esta salimos chamigo.
Mi último reconocimiento es para el gran capitán
de nuestro barco, un tipo sencillo,capaz y diferente que hoy le toca bailar con
la mas fea como dirían aquí en mis pagos,mis saludos a nuestro señor presidente
que sin duda alguna, sin buscar ningún culpable, se puso la patria al hombro y
arranco como pudo, a él , en nombre de todos le quiero decir que no está solo,
somos muchos los que queremos ayudarlo, cada uno desde su lugarcito, pero con
el corazón en la mano. Esto no se trata de banderas políticas, de religiones,
ni de clases sociales, esto se trata de estar unidos, y ponerle el pecho que la
ganamos.
¡HASTA LA PROXIMA
HISTORIA CHAMIGOS!
BETTY DE MOCORETA CORRIENTES
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