Cada vez
que el duende festivalero que me visita a diario me trae una historia, se que me
voy a sorprender gratamente, y como se me hace esquivo últimamente, siempre que
aparece yo enseguidita nomas, me preparo mis amargos, me siento en el patio de
casa, pongo al azar un chamame sonando bajito que por cosa del destino siempre
es el indicado, y me dispongo a escucharlo atentamente, porque se que me voy a
emocionar y lo voy a disfrutar.
Así me
llega un capitulo más de la historia de amor del “Gran Silvio y su Romy”, que
hoy tiene una integrante mas que vino a coronar una historia de amor de esas
que ya no hay. Hoy vuelvo a hablar de Silvio como persona, sin querer sonar
reiterativa, pero es que cuando este gaucho buena gente tiene esos gestos para
conmigo simplemente me gana la admiración y el cariño. Así es que un Domingo
mientras le hago a mis amargos suena mi celular y aparece frente a mi un video
de un momento mágico en la historia de mi amigo, acompañado de una simple leyenda:
buenas, capaz esto sirva para sumar otro capítulo, lo comparto con vos, porque
las cosas buenas se comparten con la gente querida.
Yo tarde
en responder su mensaje pues se me hizo difícil el nudo en la garganta que se
me formo, y que me impidió hablar al instante como le he visto a Silvio en
charlas emocionado.
Y es que
uno a veces no toma noción de lo que genera en el otro, yo siempre digo que
somos como Sole en un punto, un poco inconscientes de la mirada del otro, y no
nos detenemos a pensar en lo que puede venir de vuelto ante una acción nuestra.
Yo doy mi corazón a quien lo siento asi porque si nomas, aunque después en el
camino se me vaya desilachando por alguna que otra desilusión.
Eso me
paso sin duda alguna con Silvio y con Romy, y no lo sé aun explicar, solo sé
que cuando supimos uno del otro, antes de conocernos, nos fue ganando la
ansiedad del encuentro y cuando finalmente nos vimos todo supero las
expectativas, porque me encontré con un gaucho de gorrito con la sonrisa
pintada y la emoción de quien se reencuentra con alguien querido que no ve hace
tiempo y una piba con la mirada y la ternura más franca que vi en mucho tiempo:
así me recibieron Romy y Silvio aquel día camino a la Rioja.
Lo que nos
pasó después ya lo conté y cada vez que lo recuerdo se me pianta un lagrimón,
solo se que ese viaje nos cambió la vida a todos sin dudar, y forjo una linda
amistad, rarísima, que disfruto y mezquino como el más valioso de mis amigos.
Silvio no
deja de sorprenderme, gaucho protector, sin conocerme tiene un gesto hacia mí,
sin obligación que yo agradezco enormemente y que me llena de orgullo aunque me
de vergüenza reconocerlo abiertamente, porque es en esos momentos que me
replanteo que algo bueno habré hecho para ganarme una lealtad como la suya.
Entonces
cuando comparte conmigo el momento que vivió junto a su Romy y su pequeña en el
Opera, no puedo evitar emocionarme, porque el lo comparte conmigo de puro
gaucho que es nomas, y desde el cariño de quien te quiere bien.
Yo miro el
video del encuentro de las tocayas
“Natalia la menor” y “Natalia Soledad la princesita de Silvio y Romy”, y
hay algo que enseguida atrapa mi atención pues es un gesto que ya he visto
muchas veces en mi amigo y que después el me expresa en palabras pues lo
sintetiza tan fácil.
Entre tanta gente, y mientras esas dos se
estudian y se conocen por primera vez, Silvio las observa ensimismado, como
quien observa un encuentro de esos mágicos que no suelen volver a repetirse. El
gaucho misionero te deja observar su alma misma en cada gesto, y quienes lo
conocemos entendemos el porque de esos ojitos risueños y esa sonrisa que se le
escapa sin poder evitarlo.A su lado Romy fiel guardiana de ambos tambien observa todo con la misma intensidad que su compañero y con esa complicidad que solo ella entiende. El gaucho me cuenta que todo salió de imprevisto, que se
alinearon los planetas pues el solo fue a acompañar a los chicos desde un lugar
distinto pues nuestra fan menor anda muy pequeña para andar de pogo en un
teatro aun, pero el quería estar presente, quería que las gringas santafesinas
se sientan acompañadas también por Romy y por él.
Lo que
sigue es una sucesión de hechos que el me relata asombrado, pues me habla del
gesto de cada uno de los chicos que logro que las Natalias se conocieran, la
complicidad, el cariño de todos los que estaban presentes para con ellos, de
los músicos, de Jere, de un emocionado Omar que cuando supo como se llamaba la
niña le salto un gracias genuino, y no menos emocionado que Silvio, pero que
para mi no son novedad pues habla justamente de lo que son ellos para con todo
aquel fan de Sole y Naty que se los cruza por la vida.
Me quiero
detener en las protagonistas de este capítulo, pues se de primera fila la expresión
de la menor como le decimos a Natalia cuando conoció a la pequeña, pues Silvio
me contaba que nunca la vio tan risueña, tan espontánea, tan feliz a su idola;
y ahí es cuando me deja ver su alma de nuevo porque me dice: "cuando Naty dijo
que se moría de amor al ver a mi hija se me detuvo el mundo". No hizo falta que
me cuente lo que sintió pues lo vi en el video que me envio, y cuando me lo
contaba todo volvió a renacer de nuevo en el, como si volviera el tiempo atrás. Yo que lo conozco ,se y entiendo el peso de esas palabras pues se que fue exactamente lo que sintió en ese preciso momento, pero si alguno no sabe quienes son mis amigos basta con observar la foto nomas que acompaña mi historia y allí entenderán lo que les digo.
Silvio menciona
la palabra magia como para poner en palabras lo que sucedió en ese momento, y
yo se de que habla, justamente eso que cobra vida en el aire cada vez que
coincidimos detrás de las pibas santafesinas es lo que provoco esa noche mágica
en mi amigo.
Me habla
de la dulzura del entorno de Sole que se acercó a conocer a su niña, del gesto
que tuvieron los chicos que en vez de estar saltando con una eufórica Soledad
que cerquita enloquecia a los fans, se quedó protegiendo a la fan más chica,
que formo ese cordón que le permitió a Naty llegar a ella, y yo adivino que mi
amigo se vuelve a emocionar pues hace una pausa en su relato, mientras yo
sonrío imaginando su expresión.
Quizás para
los demás sea un encuentro casual, o de poca importancia pues quien es fan de
Sole tiene más de una foto con ella y más de una anécdota a su lado, pero para
quienes conocemos a Silvio y Romy sabemos cuan importante es Natalia en la vida
de ellos y en su historia de amor.
Yo creo en
las historias que merecen ser contadas, y este capítulo sin duda alguna merecía
ser compartido con todos, por más que me haya llegado a mí a través del duende
festivalero y atrapa historias, y cuente con el consentimiento de los
protagonistas para darme la elección de hacerla pública o no.
Para muchos de los que asistieron a esa noche mágica fue especial , y fue de alguna forma el bautismo oficial de su niña al mundo de Soledad y Natalia, y sin duda alguna mas de uno se habra emocionado tanto como cuando la escuche contada por su protagonista.
No se si Naty pudo percibir lo que sentían mis amigos, algo me dice que si.
Hoy cumple
años el gran Silvio y yo sentí en el pecho la necesidad de sentarme a contarles
este nuevo capítulo que me deja con ganas de más, yapitas que me guardo para
mi, mientras observo una vez más la foto que relata mi historia de hoy.
Los abrazo
tan fuerte como la emoción que sentí cuando esuche este relato amigos, y los
espero prontito cuando tenga otra historia de esas que valen la pena contar.La música que acompaña mi relato es rayito de sol, y quienes conocen la historia sabrán y entenderán el porque.
Un abrazo chamigos
hasta pronto
Betty de
Mocoreta
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