El trayecto fue como siempre, ya no me
sorprenden Yanina y su silbato , la música de sole que nos guio siempre, las
pintadas a quienes se dormían y en especial a Vane que lo de ella termino
siendo un mural literalmente, Oscar y un Pacheco eufóricos que no tuvieron un
ratito de paz y parecían enchufados a 220 por la energía que tenían encima, una Herminia que quería salir
a los cintazos y que provoco la risa de todos, Romy y su habitual locura que
contagia a Debby, gisell y a los demás en simultaneo y que resulta siendo
motivo de alegría siempre, porque es tan cierta la frase de mi Sole de Arequito
que dice “la alegría se contagia”.
Tampoco me resulto nueva la locura que esconde
el docente como le digo yo a Fabri que oficio de peleador oficial en todo el
viaje(en realidad se divirtió peleándose conmigo nomas pero ya me acostumbre y
como entendí que no puedo dejar a Sole sin un fan es que decidi no tirarlo por
el camino jaja)pero que detrás esconde una persona que ejerce unas de las
profesiones mas nobles: la de enseñar, además de ser un buen tipo, o Yamila que
se rio de buena gana con cada ocurrencia nuestra, una Vane que resulto ser un
personaje que todos queremos volver a tener en una gira sin dudar,una ansiosa
Jole que no pudo dormir casi la noche anterior por lo que vendría y que viajo
acompañada de su inseparable Lucy, una mina que cada vez que veo me provoca la
misma sensación: alegría genuina y sin filtro, porque ella no tiene la
obligación de bancarse una banda de locos sueltos que andan sueltos detrás de
una piba que revolea el poncho. Sin embargo ella esta firme junto a Jole y esas
son cosas que hoy, en este mundo en que todos
nos peleamos por cualquier tontería es muy lindo ver. Jole me da esos
abrazos que me curan el alma, como Oscar, Gisell, Debby, Romy, Claudio, Juli o
tantos otros que yo disfruto tanto de ver.
Y yo soy inmensamente feliz de volver a pisar
“tierra santa” una vez mas, me voy con
un motivo claro esta vez: cerrar una etapa de mi vida que es tan necesaria,
tomar impulso porque dentro de poco mi vida va a volver a cambiar y necesito estar entera para lo que se viene,
porque ser abuela de Nicolas va a ser mi nueva profesión y no es para andarse
con pocas pilas, soltar un dolor que arrastro y que no me deja avanzar y
renovar un pacto con mi Sole de Arequito que ya lleva muchísimos años sin que
pueda explicar a ciencia cierta que es lo que siento cada vez que suelo
conectarme con su mirada.
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