Mira que te hiciste
rogar tierra chayera, pero cuando un cartel anunciaba oficialmente que
estábamos en suelo riojano, recién caí en la cuenta de cuán lejos habíamos
llegado.
Nos recibió una
ciudad vestida de carnaval donde la harina y la albahaca eran moneda corriente
en esos días pues ellos estaban festejando “la chaya”, y mientras íbamos
llegando me detuve en muchas oportunidades en las miradas de changuitos y
chinitas que corrían ajenos a nuestro paso carnavaleando llenos de harina y con
un ramito de albahaca que indicaba que el carnaval estaba a pleno sin importar
las inclemencias del tiempo . Alli recordé una frase que Sole dice cada vez que
pisa tierra correntina y es que “En Corrientes se reza y respira Chamamé”, y en
la Rioja sin duda alguna “Se respira carnaval”.
Intente grabar en
mi retina cada paisaje con el que me encontraba, como esas interminables
montañas que me miraban desde cualquier lugar, esa alegría riojana que nos recibía
donde quiera que vayamos, todo La Rioja estaba vestida de carnaval y nos recibía
con los brazos abiertos y nos invitaba a chayar.
El lugar donde
acampamos estaba frente al autódromo donde se realizaría el recital de manera
tal que no podíamos estar mejor ubicados, así que solo nos restaba armar las
carpas e instalarnos.
Y aquí me quiero
volver a detener nuevamente porque a uno le hacen mala fama de andar dejando
los cañitos de las carpas y esta vez estaban todos así que después de un
pequeño percance estábamos todos instalados y listos para disfrutar de La
Rioja.
Supongo que la suerte estaba echada y fuimos bendecidos con
el bautismo chayero pues la lluvia que nos acompañó el día del recital fue sin
duda alguna un aliciente para que el entusiasmo creciera a medida que se
acercaba la hora del recital.
Nada nos detuvo ese día,
cuando más fuerte era la lluvia, mas aumentaban nuestras ganas de que llegue el
momento, en el camino nos entró agua en las carpas, hubo que improvisar
soluciones medio raras para secarlas pero finalmente y después de andar paseándolas
por todo el camping en busca de un lugar más alto(no fue tan literal, pero hubo
que moverlas para ponerlas a resguardo del agua)y de una parada técnica con
Fabri en los jueguitos del lugar, porque tenían techo y allí no llegaba el agua
, con Bauti de apoyo logístico mientras esperábamos a Jorge, finalmente
partimos rumbo al predio de la chaya con el agua que nos castigaba fuerte pero
que no nos detuvo.
Allá estaba el
resto, firmes cual guardianes, y si bien éramos pocos y en el aire sobrevolaba
el rumor de que podría suspenderse a nosotros no nos importaba, nos quedamos allí
haciéndole el aguante a una santafesina que sabía de nuestra presencia y que sabíamos
que no iba a dejarnos en banda, porque Soledad nunca abandona a su gente, y
esta es creo, una de las razones por las cuales nos tiene a todos encantados
hace ya más de 20 años siguiéndola por todos lados.
Entonces cuando
pasadas la una de la madrugada subió al escenario mayor cual huracán desatando
la alegría, todo dejo de importar, parecía que habíamos pasado la prueba de
bautismo porque paro de llover unos minutos antes de que salga a escena y al
mirar de casualidad hacia atrás veo asombrada que se había llenado el predio.
Entonces llegó ella
y cobro vida esa magia que yo menciono cada vez que escribo sobre lo que nos
pasa cuando ella sale a cantar, no importo que estemos mojados de pies a
cabeza, no importo la harina, la espuma, el barro, los contratiempos para
llegar hasta allí, nada tenía importancia para nosotros, porque en ese momento
se plantó en el escenario una pibita santafesina dispuesta a chayar y a renovar
un pacto de amor con quienes la seguimos hace ya tantos años.
Lo que nos pasa a
cada uno es difícil de explicar, y yo que suelo detenerme en las caras de mis
compañeros esta vez la harina y la espuma dificultaron la tarea un poco mas,
pero tengo imágenes guardadas en mi haber, como la cara de felicidad de Fabri,
Claudio,Silvio, Romy o Gigi, que era los que tenía más cerca, o de Jorge que en
un momento al cruzar miradas supe que pensaba lo mismo que yo, pues se nos vino
a la mente el recuerdo de nuestros queridos ACV que estaban pendientes del
show, esperando vernos, felices por nosotros que habíamos pisado tierra
chayera, como Romy, Herminia, Oscar, Gisell, Andrea Rader, Claudia, Andrea
Irigoy, Lautaro de Paraná, mi querida Pia de Curuzú Cuatiá, Debby y todos aquellos
que pusieron su granito de arena vinieron a nuestra mente como queriendo
traerlos a donde estábamos de alguna manera.
El show fue
impecable, como siempre, y bailamos, saltamos, nos emocionamos en ese orden y
mas, chayamos con todas las fuerzas, fuimos testigos mudos de una Sole que no
tuvo ningún reparo en bajar a llenarse de harina , espuma y pintura con sus
seguidores, como nos tiene acostumbrados cada vez que la vemos, porque ella es así,
tan fiel como nosotros a ella, y en cada sonrisa, cada gesto compartido cuando
la tuvimos cerquita de las vallas, se nos fue un pedacito del corazón con una
artista que es sin duda alguna orgullo de nuestra tierra, una piba sencilla,
que no pierde sus orígenes y que es una eterna agradecida a todo lo que en la
vida se ha ganado a puro sacrificio y constancia.
Soledad dejo su alma en ese escenario y nosotros la nuestra junto a
ella, no nos guardamos nada para traer de vuelta, chayamos como si fuera la última
vez y entendimos que todo esfuerzo para haber llegado hasta allí, cada lagrima,
cada tropezón había valido la pena, porque Sole siempre hace que valga la pena.
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