sábado, 17 de febrero de 2018

CHAYA RIOJANA PARTE CUATRO

   La alegría fue tal que después que se despidió nos quedamos bailando, llenándonos aún más de harina y espuma, cantando junto al chaqueño que llego al escenario y se encontró con unos locos que en primera fila habían desatado la locura en la noche chayera y que aun querían más.
   Nos fuimos a dormir felices, cansados  pero con la alegría de quien ha cumplido un sueño, con las energías renovadas para enfrentar cualquier desafío que nos deparara el destino, las luces de la Sole de Arequito  somos así de locos nomas, es por eso que cada vez que me preguntan por qué vuelvo a verlas una y otra vez sin cansarme les repito una frase que leí por ahí y que reza “solo quien comparte nuestra locura entiende nuestro fanatismo”.
  El día después nos encontró a todos llenos de harina por donde se mire aun a pesar de habernos duchado y de la lluvia que nos azoto la noche anterior, pero no nos importó, nos dedicamos a recorrer La Rioja ; y fuimos a parar a un pueblito pequeño pero hermoso que descansa entre montañas llamado Sanagasta, hermoso por donde se lo mire, con cerros que guardan leyendas para quien los quiera visitar, plagado de historias de duendes y fantasmas que descansan a la espera de algún visitante ocasional, y que esta vez tuvo de relator al remisero que nos acompañó en el tour, que se divirtió también con las ocurrencias de los tres locos pasajeros que no dejaban de pelearse en cuanta oportunidad teníamos.
   El almuerzo del ultimo día fue responsabilidad de los organizadores , quienes con Claudito Caceres como asador oficial improvisaron la comida de aquel día que nada tiene que envidiarle a los cocineros argentinos.
   Ya para esa hora empezábamos a prepararnos para regresar de a poquito y yo que lleve mi cámara logre tomar algunas imágenes de mis compañeros de viaje por las dudas de que se me borrara alguna expresión para después plasmar en estas líneas, sentada en uno de los bancos y charlando con Fabri mientras ellos ajenos a mí, compartían anécdotas de lo vivido la noche anterior.
  Mientras esperábamos el micro y ya con el equipaje listo me volví a cruzar con Eddy y su alegría, con esa generosidad tan propia de él que hace que yo quiera detener el tiempo cada vez que me lo cruzo, como me pasa con Claudio o con cualquiera de los chicos que suelo toparme al andar.
  Volvimos cansados, y dormimos la mayor parte del recorrido pero nada logro borrar la sonrisa que traíamos dibujada recordando lo vivido y nos va a costar días despertar del sueño en el que nos sumergimos cada vez que arrimamos kilómetros detrás de Soledad.
  Y la despedida en Buenos Aires no fue triste sino un hasta que “La Sole” nos vuelva a juntar y el gracias se escuchó un montón de veces sin dudar.
  Me dejo para el final a Romy y a Silvio y una yapita con Jorge y Fabri. Como nuestro cole salía a la tarde nuestros amigos nos invitaron a su casa y compartimos un momento que me gustaría poder plasmar en palabras pero no sé si me saldrá, porque mientras improvisamos una picada empezamos a compartir historias ,a relatar anécdotas, a reír , a hacer un resumen de lo vivido, o un análisis de lo bueno y lo malo, cosas que solemos hacer siempre al final de cada viaje, y en un momento la charla se fue dando de tal manera que mientras observábamos imágenes de Silvio y Romy andando detrás de Soledad y Natalia, alguna que otra charla nos tocó en lo más hondo de nuestro ser, porque al toparme con la mirada de Silvio pude percibir su emoción contenida, señal de que nos estaba dejando ver su alma misma en esas palabras y que le costó disimular, ante la atenta mirada de su fiel compañera Romy, una mina de ley como pocas, que escuchaba atenta su relato .
   Este detalle me lo iba a guardar celosamente para mí como guardo tantos recuerdos vividos a lo largo de mis años girando, pero me pareció necesario contarlo, porque habla de la emoción por el deber cumplido, por haber puesto todo en un sueño que habíamos logrado cumplir y que costó mucho sacrificio hacer realidad, la gente debería conocer más a menudo gestos como este, pues detrás de la organización de los viajes hay un esfuerzo que casi nunca sale a la luz como el de Silvio y Romy.
   Me despedí de ellos con la promesa de volver a juntar caminos cuantas veces sea posible, y con un merecido “que gusto haberme equivocado con ustedes chamigo” y descubrir que podemos hacer miles de cosas juntos sin importar de dónde venimos ni a que raza, color o religión pertenecemos.
 En ese abrazo de despedida con mis amigos intente transmitirles la felicidad que me llevaba a cuestas y el agradecimiento eterno para con ellos dos por haberme hecho parte de un sueño que ojala volvamos a repetir, por eso los apreté fuerte al partir antes de decirles gracias una vez mas.
   Agradecida una vez mas de que la vida me sorprenda gratamente porque sin duda alguna este viaje junto  a Fabri y a Jorge y los chicos de Viajemos juntos no pudo haber sido mas mágico.
   Agradecida una vz mas a steffy, Adrian , Bauty y flia que me han recibido como una mas .
   Mis ACV queridos que esta vez fueron cómplices de mi locura tan lejos, merecen mi gracias especial, por que estando a kilómetros de nuestros afectos , fuimos uno solo, nos cuidamos como lo que somos cada vez que vamos por ahí lejos: familia.
  Tendría mil cosas más para agregar y contar pero déjenme guardarme un poquito para cuando en esas noches de luna, los recuerdos me vengan a abrazar una vez más.
  No sé cuánto tiempo más voy a girar, pues este hombrecito que hoy gobierna mis días llamado Nicolás ,tira, y mucho a la hora de viajar, lo único que sé es que cada momento que me regale Soledad y su mundo lo voy a disfrutar hasta el cansancio, y me va a acompañar en el corazón hasta el último de los días.
               Los abrazo hasta el próximo encuentro chamigos!
                                  Betty Mocoreta Corrientes




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