domingo, 20 de enero de 2019

EL DIARIO DE UNA GITANA: HOY REZANDO CHAMAMÉ



Buenas y santas diría el paisano que vive a la vuelta de casa y que me saluda tan atento a diario, mate de por medio mientras espera para irse a trabajar, por aquí me tienen de nuevo con un puñado de historias que una vez más se me quieren escapar, y que guarde celosamente para mi retorno y así poder sentarme a contar.
Entre la historia de Vero de Lobos y la Sole, que sigue a continuación, me encontró una  nueva edición de mi querida Fiesta del Chamamé, que una vez más me es casi imposible explicar, pues como le decía a Claudio de Virreyes, tenes que vivirla para saber de que te hablo, sino no le vas a entender.

Vuelven a mi una vez mas las palabras de la piba de Arequito, cuando define nuestra fiesta, y dice “por aca se reza chamamé”, porque es tan cierto, y quizás es la manera mas cercana que tenemos de definir esta cita que solemos tener cada año.

Un viaje diferente, cargado de muchas emociones, tristeza infinita por un lado pues para quienes me conocen saben que este destino significaba cerrar una etapa en la que fui inmensamente feliz y que me regalo gente maravillosa, pero que también me termino de hacer mucho daño y necesitaba alejarme para poder empezar de nuevo. No es casualidad que ese nuevo comienzo se diera en mi lugar en el mundo, mi Corrientes porá, como digo yo, y rodeada de la escencia misma de mis amigos, esos pibes que me alegran el alma cuando los veo llegar y que me hicieron vivir una jornada maravillosa a pesar de la lluvia, el frío y todo lo que nos pasó.

Arranque entonces yéndome a los pagos de mi amiga Romina, familia ya de tanto cariño que nos une, porque sin esa mirada cómplice de mi amiga no podría haberlo hecho, asi es que llena de miedos, ansiedad y alegría por ver al resto de los chicos partimos una madrugada y nos fuimos encontrando con los demás a medida que íbamos llegando, para luego de discutir media hora más o menos ,y cambiar de destino otra media hora más , nos decidimos por el Hotel de turismo, pero tranquilos, sin ninguna ambición mas que lograr un saludo especial para nuestra querida Herminia, nosotros no queríamos nada más. Por eso nos sorprendió  lo que nos paso cuando llego el micro y bajaron los músicos, se nos acercaron a saludar, y de pronto bajo una gringa santafesina con la sonrisa más linda que se puedan imaginar, y que  después de grabar el saludo que le pedimos nos dice muy suelta: les parece sacarse fotos ahora porque después quizás no puedan, ante nuestro asombro.

Difícil estar con Soledad y no ponerse nervioso, y quienes han tenido la posibilidad de verla sabran de que hablo, pues a pesar de que es una persona cálida uno siempre se queda pequeño ante su humildad. Asi empezamos a armar la foto con nuestra bandera, que hacía las veces de bautismo ese día, y que al verla la gringa dice, yo vi el proceso de la creación de esa bandera y que se ligo un beso y un saludo especial para Normita, cuando le contamos que ella fue quien la confecciono.
Yo la miro, me le acerco, me sonríe muy fresca y me dice, viniste, como  si supiera lo que yo voy a soltar,  le devuelvo la sonrisa y le digo, mira que me dijiste que no te iba a seguir más después que me convierta en abuela, y aquí me tenes.

Entonces cuando le muestro la foto de mi niño, mi Nicolas me dice “miraaa que hermoso que es cuídalo mucho”,  yo la contemplo y emocionada le digo, con mi vida Sole y me vuelve a sonreír cómplice una vez más. Lo que sigue después es un mimito al alma, pues nos sacamos la foto, nos saluda, charla con nosotros, y se va feliz y agradecida por nuestro recibimiento mientras a nosotros el corazón parece que se nos va a salir de la alegría.
No pedimos más, solo queríamos verla de lejos y si se podía lograr el saludo para nuestra amiga y la gringa una vez más nos sorprendió.

El día se presentaba lluvioso, con la amenaza constante de los días anteriores que se tuvo que suspender, y eso nos tenía preocupados a todos, menos a mí, que en algún lugar recordé las palabras de mi querido Silvio en la Rioja, cuando me dijo: Sole nunca abandona a su gente.

Claudio de Virreyes se convirtió en espectador de lujo de todo lo vivido, pues no solo estuvo con nosotros todo el día y se divirtió con nuestras peleas, charlas, risas con Fabri y las demás chicas sino que también pudo tener su bautismo chamamecero, y sentir a flor de piel lo que se vive en Corrientes nomás. Pero esa magia que sobrevuela cada vez que la vamos a ver, una vez más se hizo realidad, y unas horas antes el cielo de pronto dejo de llover y nos regaló una luna hermosa que sería testigo de una cita más para renovar un pacto de amor con aquella santafesina que nos lleva  a todos encantados con su voz a través de tantos años. No me quiero olvidar de Taty de Formosa y su dulzura, que llego tan fresca y se vino a saludarme con uno de esos abrazos que yo tanto disfruto y vivió  con nosotros el show, o los mensajes espontáneos y tan a tiempo de mi incondicional Pia, o de Jole de Villaguay, Yani que me hace sentir que está conmigo también, Yamila, Vero de Buenos Aires, del gran Silvio y la dulce Romy que a la distancia nos hacían sentir acompañados, y que parecían saber que esa , no era una noche más para mí, y decidieron unir fuerzas para acompañarme y abrazarme aun a pesar de que estábamos a miles de km de distancia.

Soledad brindó un show emocionada desde el principio hasta el fin, la vi tan cerca, con los ojitos llenos de lágrimas una y otra vez, suspirando y tratando de seguir aun cuando la emoción amenazaba con hacerla callar, pero no, la piba rezo chamamé con nosotros, agradecida, humilde, sencilla, entregada, noble y con la misma alegría que la que teníamos los que fuimos esa noche a verla. Entonó esos chamamés con un sentimiento que no les puedo ni me sale explicar, y yo mientras tanto me iba olvidando, aquello que fui a cerrar perdida en sus melodías, sin poder dejar de llorar.
Pude reparar un poquito en Fabricio que lo tenía al lado mío, y lo vi mirarla embobado, pendiente de cada detalle, y que cada tanto compartía conmigo una mirada cómplice que me decía todo , sin necesidad de hablar, mi querido docente sabía, y aun así no me dejo caer. El es quien siempre suele ver más allá de mis silencios y no se conforma con mis habituales palabras de que estoy bien, solo cansada y con sueño, Fabri siempre ve mas allá y sabia mejor que nadie lo difícil que fue para mí ese final. Romina una vez más vivió ese show como solo suele vivirlo ella, perdida con su ángel que la llevo a Soledad, se miran cómplices, y yo sé que esta junto a mi amiga como cada vez que vamos a ver a la gringa, y se hace notar, entonces yo no la suelo molestar a Romy, la dejo nomas, de a ratos me mira y yo también sé que me quiere decir, pero no hablamos, solo me toma la mano y yo se interpretar.

A mi lado un Claudio , me aprieta el hombro en señal de apoyo y yo apenas le puedo hablar, me doy vuelta mientras Sole canta principios y me encuentro con las lágrimas de Normita y se me hace difícil continuar, solo me nace mirarla y ella también me sabe interpretar, la dejo en su mundo mientras Giselle sentada junto a mi , disfruta conmigo, me toma de la mano, me abraza, y todo sigue su ritmo, como nos tiene acostumbrados Soledad.


Debby se vive el show de manera diferente, perdida como cada uno de nosotros y yo la miro sonriente mientras ella como una niña a la que le regalaron su juguete preferido, los ojitos le brillan sin poder reaccionar, salta, canta a voz viva cada uno de los temas y no se despega de nosotros en ningún momento.
No quiero olvidarme de los detalles, alguno se me va a escapar sin dudar, mientras la escucho cantar pienso para mis adentros cuanto me gustaría poder compartir con Silvio y con Romy esta noche , pero seguramente ya lo vamos a lograr, Claudio en un momento me dice “ ahora entiendo de que me hablabas chamiga” mientras improvisábamos unas lecciones de como bailar chamame y nos reíamos sin parar. Tuve otro damo de honor que no dudo a la hora de mi invitación y que cuando le dije me falta un gaucho para chamamecear me dijo pero vamos a bailar que tanto y que desde ahora se convirtió en mi bailarín oficial cada vez que coincidamos detrás de Soledad: el papa de Giselle.
Me vine con el corazón lleno, cansada pero mientras viajábamos en el remis de vuelta con Fabri me di cuenta que me había olvidado aquello que fui a buscar curar, como dice la gringa en las estrofas de “Mi pueblo” y me despido de mis amigos, con la promesa de un nuevo encuentro si Dios quiere, renovando un pacto de amor con mi Sole de Arequito que lleva mas de 20 años ya, y con la esperanza renovada de que sea cual sea el nuevo destino que me espere, va a ser genial, pues no estoy sola, tengo un grupo de locos, incondicionales, que me siguen a la par, este nuevo comienzo de “Vivo girando con Sole y Naty”, no pudo tener mejor bautismo,y para el final me dejo una yapita como siempre, pues vuelve a mi la versión de “A la abuela Emilia” que Sole canto con Sofía Morales, y mis lágrimas vuelven a asomar , mientras vengo viajando.
Fabri me pregunta como defino esa noche y me sale una sola palabra:MÁGICA, no hay mucho más para agregar.
  Me espera un nuevo destino amigos, y antes de despedirme les digo que no se pierdan la historia de Vero de Lobos que sigue a continuación, yo se porque se los digo.
                                                     HASTA LA PRÓXIMA CHAMIGOS
                                                                      BETTY MOCORETÁ CORRIENTES




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