martes, 12 de mayo de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LOS ANGELES DE BLANCO



   Buenas y santas diría un paisano que por estos días me mira enamorado pues ese duende festivalero que me trae historias de héroes sin capa y viajeros de la sole, le trajo de regalo una linda canción que lo lleva directamente a su china amada.
   Mientras le doy forma a una de mis historias acerca de mis héroes sin capa, hoy me levante, mate de por medio y me puse a revisar las noticias del día como para ver con que me iba  a encontrar.
   Entonces un cartel me indica que hoy se celebra el día internacional de la enfermería, lo que me llevo directamente a las enfermeras y enfermeros que rodean mi vida, y de los cuales he tenido la posibilidad de poder contar alguna que otra historia en mi blog. En ese trámite de buscarlas estaba yo cuando de pronto se me cruzo por la mente las palabras de una morocha que hoy hace patria por nosotros en Buenos Aires, pero que es bien mocoretaense. Eliana diciéndome lo mucho que disfruta de compartir lo cotidiano con cada uno de sus pacientes y poder formar ese lazo que por estos días es tan necesario a falta de esos abrazos, esos apretones que hoy se nos niegan; me trae la necesidad de sentarme a soltar un par de líneas, para expresar lo que siento.
    Y ahí supe la palabra que definitivamente identificaría a partir de ahora a las enfermeras con las que me toque cruzarme: a mi se me antoja llamarles ángeles de blanco.
    Soles encontrártelos de todo tipo, y para todos los gustos, algunas traen consigo la mezcla exacta de rectitud y ternura que tiene Luis el enfermero de mi pueblo, o la templanza y la calma que suele tener Julieta. Y si me animo a buscar un poquito mas lejos, me voy a encontrar sin duda con la dedicación y la valentía de una Eliana que hoy esta en primera fila en su pabellón especial para pacientes con Covid- 19.
   Todos ellos se cargan día a día la enorme responsabilidad de cuidarnos; arrancan ese camino que los lleva a sus guardias con una mochila repleta de miedos por los que esperan en casa, esperanza , alegría por saberse útiles y la convicción intacta de esa vocación que los hace  fuertes aun a pesar de enfrentarse a un enemigo invisible que da batalla sin cesar.
   Eliana hace ya muchos días que no abraza a Juan y Tomás, pero sabe que están a salvo en ese lugar en el mundo que ambas compartimos y se llama Mocoreta. Día a día, cual guerrera  con su ambo como bandera y la nostalgia de extrañar a los suyos a cuestas sale a darle batalla a este virus que nos acecha, en su pabellón de enfermos con Covid 19.  Luis podría tranquilamente quedarse en casa a disfrutar de sus nietos, mientras todo esto pasa, y sin embargo elige seguir cual guardián, cuidando de las embarazadas, y asegurarse que no les pase nada y que aquellos niños y niñas que decidan venir a este mundo se encuentren al salir con unas manos seguras que van a saber sostenerlos . La sabiduría que le han dado sus años de trabajo hoy le permiten transitarlo todo ya sin prisa, pero con ese temple que te da la experiencia. Julieta también es otra de las enfermeras de mi lugar que podría optar por cumplir su guardia e irse a casa, reduciendo el mínimo de riesgo para con los suyos, y sin embargo ahí la podes ver en los puestos, trabajando en equipo, siendo la encargada de que todo esté bien, pero sin dejar de lado la enfermera que lleva bien arraigada en su ser, y que hace que esté al frente de la línea de batalla junto a sus compañeros de trabajo, cada vez mas convencida de que esta es la generación de los elegidos para ganarle a esta pandemia.



   Yo a estas alturas y con 50 y pico de días de encierro ya me gana el fastidio muchas veces, y las ganas de salir a pasear sin rumbo, y abrazar a los que quiero y extraño. Pero después observo la nostalgia de Eliana, la férrea determinación de Luis, quedándose en el frente de batalla, o la inmensa generosidad de Julieta para ponerse sobre sus espaldas su equipo de trabajo, aun a pesar de sus miedos, y entiendo que todo lo mío es efímero al lado de estos gigantes que cada tanto tengo la suerte de cruzarme en este lugar que amo tanto.
   El día menos pensado todo volverá a acomodarse. Seguramente voy a cruzarme a Eliana cuando pueda venir a buscar a sus niños y visitar a los suyos. Con Luis voy a cruzar palabra cuando acompañe a mi Nicolás a vacunarse con su mamá y nos vamos a volver a reír de nuevo por las andanzas de mi maca de pequeña, y con Juli nos esperan unas cuantas juntadas, cerveza de por medio y repetir esa charla linda que me regalo aquel día que conté su historia.
   Hoy aún es tiempo de luchar, de incertidumbre, de miedos y muchos cuidados, por vos, por mí, por los míos, por los tuyos, y por este lindo pedazo de tierra que nos cobija día a día.
    FELIZ DÍA ENFERMEROS Y ENFERMERAS DE MI PUEBLO, VAYA EN ELIANA, EN JULIETA Y EN LUIS EL ABRAZO INMENSO A TODOS AQUELLOS CON LOS QUE COMPARTEN ESA HERMOSA VOCACIÓN QUE ELIGIERON, PARA MI NO SON ENFERMEROS, SINO ÁNGELES DE BLANCO QUE LLEGARON A ESTE MUNDO A CUIDARNOS Y A PROTEGERNOS.

                                       HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA
          
                                   BETTY DE MOCORETA CORRIENTES
  

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