domingo, 5 de abril de 2020

EL DIARIO DE UNA GITANA EN SOLEDAD: HOY LA HISTORIA DE ROMINA SÁNCHEZ



    Buenas y santas saludamos a dúo con el paisano que vive por mis pagos y que se entretiene por estos días leyendo historias de tantos héroes de turno que hoy salen sin capa a cuidarnos, hasta que todo esto pase.




 Mis historias siempre suelen tener alguna que otra anécdota que me une a sus protagonistas, pues con todos he compartido algún momento de mi vida, ya sea a  través mío o de los que me rodean, pero la que les traigo hoy ya tiene una primera parte, porque allá por el principio de mi blog, les conté la historia de Romy Sanz, mi amiga y compañera de viajes detrás de la Sole.
  Teóricamente este sería el segundo capítulo si no fuera por el detalle de que esta vez no les vengo a hablar de ninguna aventura que hicimos juntas andando, sino más bien hoy me pongo seria y con mucha responsabilidad les traigo una parte de mi amiga que muchos desconocen pero que en estos días se vuelve fundamental por el laburo que hacen para nosotros a diario.
   Romy, hoy además de ser mi amiga,  es una de las madrinas de mi Nicolás, y eligió como profesión esta carrera que antes de que ella me contara de qué se trataba, yo ni siquiera registraba. Ella es PARAMÉDICO, fue gracias a ella es que yo empecé a saber de ellos.
   Mi amiga se recibió hace 3 años, y desde ese momento realiza todas las capacitaciones posibles, tanto en Corrientes capital como en Chaco, o donde tenga posibilidad de formarse y aprender un poco mas en todo lo relacionado a lo hospitalario y pre hospitalario según dice, y aunque que para mí es chino básico ese tipo de términos, entiendo que es parte de la actividad de Romy, mientras me doy cuenta, de que tan poco sabemos a veces de las profesiones de quienes queremos.
  Trabaja hace 5 años en el área de salud municipal en su Mercedes natal, y me dice orgullosa que desde ese momento empezó una linda etapa en la que fue aprendiendo, siempre con la ayuda de sus compañeros médicos, enfermeros, que le supieron enseñar. A mí  eso no me sorprende; Romina es querida por donde quiera que va, en mi casa es familia, y a pesar de tener una vida que muchas veces se le torna cuesta arriba, ella siempre es un ejemplo de superación, de darle una vueltita más. Pero como les dije antes, no puedo ser objetiva con ella, en mi vida es familia, y es muy difícil separar al paramédico de mi amiga.
   Romy dice que se aprende mucho de los libros, es verdad, pero en su caso tuvo la suerte también, de toparse con compañeros profesionales que le enseñaron a lo largo de estos años, y la ayudaron a superarse cada día más.
  Actualmente cumple sus funciones en el puesto de Ruta 123 en la entrada al cementerio, y Ruta 40 que da a la entrada de los camiones que ingresan a la ciudad.
   Como sus compañeros suele cumplir guardias de 7 u 8 horas, muchas veces, más  expuestos que los demás, ya que a veces carecen de elementos para protegerse, y se los tienen que comprar, y ahí pienso mientras le ruego a Dios que proteja siempre a todos aquellos que como Romy tienen que salir a laburar, que a veces esa burocracia ingrata que hace que tengas que hacer miles de trámites para lograr que reconozcan tu laburo, en ocasiones , dejan mucho que desear.
   Romina me habla en términos médicos, sabiendo que después de que me cuente, por más que  me lo haya explicado fácil cien veces, yo le voy a volver a preguntar, y entonces va a volver a decirme con ese sobrenombre irreproducible para estas líneas y que solo  a ella le dejo decirme sin quejarme, que no aprendo más.
  Porque yo puedo escribir muy lindo, y me pueden salir las palabras con facilidad, pero tengo que reconocer definitivamente que para entender ciertas cuestiones soy un dolor de cabeza sin remedio, y Romina con su habitual poca paciencia ya sabe que para que yo entienda ciertos términos me tiene que hacer el dibujito completo, con señales, flechas, indicaciones y todo lo demás; y lo más probable es que cuando termine de mostrármelo me tenga que volver a explicar. Cosas de la vida que pasan vio doña, lo de despistada es una cualidad que más de una vez me trae  problemas en mi andar diario, pero ya estoy vieja pa´avivarme según dicen quienes me quieren.
   A Romy le debo el haber descubierto que existían los paramédicos, ya que antes de que ella decidiera formarse en esa área, tuve la oportunidad de saber de sus viajes a través de las charlas que solemos tener siempre que podemos usando ese aparatito, y que suelen ser imperdibles, pues arrancamos hablando de una cosa, después viene Nico y participa en la charla, y se va, y Romy ya pierde el hilo de la conversación porque las andanzas de mi nieto nos entretienen. Entonces la definición practica de nuestras ultimas charlas sería algo así como una mezcla de información acerca de nuestras vidas cotidianas, términos médicos por parte de ella cuando me habla de su laburo, computadoras de mi parte, intercaladas con alguna coreo de piñon fijo, o clases en esa media lengua que nos habla Nico, sobre números y colores.
   Me debo una visita a la casa de Romy, como antes, porque extraño esos mates con ella, esas “chevas” compartidas en mi casa o en la suya, y esas charlas interminables que yo disfruto tanto cada vez que la tengo cerca. Su amistad es un regalo que me dio la Sole, hace ya no sé cuanto, y que permanece intacta a pesar del paso de los años; tengo un viaje a la chaya pendiente que en algún momento se dará, hoy es tiempo de quedarnos en casa. Pero mi amiga no tiene esa suerte, ella eligió hacer patria a su manera, y hoy es una de mis héroes sin capa que detrás de su ambo, y seguramente con la música que nos acompaña a todos lados, de la piba de Arequito , le pone el pecho orgullosa a sus guardias, y yo se que al final de cada jornada, por más cansada que este, eso a mi amiga no le importa, ella se va a dormir con la satisfacción del deber cumplido, de buscarle una vueltita más a esta vida, como le enseño su mamá.
GRACIAS “ROMY SANZ” como te digo yo; lo que te quiero ya lo sabes de memoria; de vos aprendí y aprendo, que a pesar de que la vida a veces nos golpea tan fuerte que nos amenaza con doblegarnos, siempre hay una vueltita de rosca, para seguir intentando, y me quedo con esa frase de un tema que se me hace vas a entender de que hablo y que dice algo así como : “CUANDO TODO PIERDE CLARIDAD, CUANDO LAS MIRADAS NO REFLEJAN LA VERDAD, BUSCO ALGUNA FORMA DE VOLVER, DE RENACER, RESPIRAR PROFUNDO Y AVANZAR”…por ahí nomás esta la receta…
          


                                HASTA LA PRÓXIMA HISTORIA CHAMIGOS

                                    BETTY DE MOCORETÁ CORRIENTES
 

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